C:14

85 16 12
                                        

El frio me abrazo más, obligándome a caminar más rápido para llegar a casa. Todo había quedado en pausa, como una buena película cuando se detiene en la parte mas emocionante.

Ambos tomamos diferentes caminos.

La noche estaba terminando pero algo dentro de mí sigue atascado. Como si el aire se hubiera vuelto más denso, como si cada palabra no dicha pesara más que todas las que sí logré pronunciar.

La forma en que TaeHyung me miró.
La manera en que iba a decir algo y... no lo hizo. Esos ojos tristes, no los había visto desde aquella vez en la fiesta de Baek.

Camino en silencio por la calle que lleva a mi casa. Las luces están encendidas en la ventana del segundo piso, seguramente mamá está viendo algún drama antiguo o espera a que llegue de la fiesta y nos desvelemos mientras le cuento todo lo que paso.

Pero yo no quiero entrar.
No todavía.

Me siento en la acera, justo frente a la casa. Apoyo los codos en las rodillas y la cabeza en las manos.
El pavimento está frío, áspero. Me recuerda que estoy aquí, que estoy viva, que todavía no entiendo nada.

Me distraje pensado en todo lo que mi corazón siente desde que TaeHyung volvió.  Creí que volverlo a ver seguiría igual a como éramos niños, pero entendí algo, ya no somos niños y TaeHyung no es el mismo.

Y yo... yo en estos momentos no sé quien soy.

No sé cuánto tiempo pasa.
Minutos tal vez. O una eternidad disfrazada de un parpadeo.

—¿Podemos hablar?
Reconozco la voz sin girar.

JiHyun.

Me siento más rígida, como si mi propio cuerpo supiera que ahora no tengo espacio para esconderme. No sé como llego y en que momento llegó o cuanto tiempo estuvo allí parado.

Él no dice nada más, solo se sienta a mi lado. No muy cerca, no muy lejos.
Respira hondo.
Yo también.

—Últimamente estás rara, Ji-Shin.

No respondo. Respiro hondo nuevamente.

—Hace días que lo estás. —Pausa—.¿Es por él?

Me muerdo el interior de la mejilla.
No quiero hablar de eso. No con él.
Pero su pregunta flota, suspendida en el aire, como si necesitara una respuesta urgente.
Como si él ya supiera la verdad, pero necesitara escucharla de mis labios para poder aceptarla.

—No es eso —miento, porque es lo más fácil de decir.

—Sí lo es — contradice rápidamente.

No me mira cuando lo dice. Mira al frente. Como si no necesitara mis ojos para saber lo que pienso.

—¿Por qué estás evitándome?

—No te estoy evitando.

—No, físicamente no. Pero emocionalmente... es como si te hubieras ido a otro lado.

Mi garganta se cierra un poco.
Quiero decirle que estoy confundida.
Que todo se me mezcló desde que TaeHyung apareció.

Que hay cosas que nunca resolví y que ahora duelen como si nunca se hubieran ido.
Pero no puedo.

Así que guardo silencio.
Otra vez.

—¿Sabes qué es lo peor? —dice con una voz más baja—. Que yo sí me di cuenta. Desde el primer momento. Desde que los vi en la fiesta tomados de la mano, como fuiste detrásde él, cambió algo en ti. No sé si lo amas, no sé si lo odias, pero sé que él te hace sentir algo. Y conmigo... ya no sé.

Different ➜[k.th.] /Editando/Where stories live. Discover now