— ¡Mentiroso! — murmuré en voz alta mirando el reloj que colgaba en la pared de mi habitación, junto a un cuadro de foto.
Una bonita foto en donde tenía una gran sonrisa de felicidad al igual que él. TaeHyung y yo luciamos muy felices en ese entonces. Aún recuerdo el motivo de la foto, fue el día que ambos fuimos al parque de diversiones y luego comimos muchas hamburguesas, hasta enfermarnos. Jamás olvidaría ese día tan dramático.
Por algún motivo cuando miraba la hora avanzar me daban ganas de llorar por tristeza, desilusión, decepción y sobre todo frustración.
Miraba a mi alrededor y lo único que quería era destrozar todo para poder cesar la molestia para así sentirme más tranquila.
Quizás sea patético.
— Deberías de calmarte un poco, Ji-Shin. No has despegado tus ojos de ese reloj por un segundo.
— No me pidas calma, JiNi. Es estúpido — solté un bufido mirándola con molestia, ella negó bajando la cabeza.
— Si no vino hace once años, no creo que sea capaz de venir ahora que estás cumpliendo diecinueve años — alzó la cabeza y me miró tranquila. Ella soltó un suspiro e hizo el intento de sonreír.
Rodeó los ojos con fastidio y volteó para mirar nuevamente la hora, apenas había pasado un minuto y yo creí que ya paso una hora en la que me volteé a ver a mi amiga.
Creo que estoy exagerando mucho.
— Él dijo que vendría — hable en voz baja —. Tiene que venir — volteó a mirarla creando negatividad en mi frágil cabeza.
— ¡No vendrá! — alzó un poco la voz haciendo que me sobresaltará un poco por el repentino cambio. La mire con los ojos un poco más abiertos por la sorpresa.
Inhale y luego exhale despacio mientras bajaba un poco la cabeza. Quizás ella tenía razón y él no vendría. Mis emociones ahora mismo estaban por el suelo y me sentía desconsolada.
Camine solo un poco hasta llegar al borde de mi cama y dejarme caer ahí mismo, me quedé sentada mirando al frente de la pared algo pensativa, ignorando por completo la presencia de mi mejor amiga.
La última vez que vi a TaeHyung fue el las vacaciones cuando teníamos ocho años, él había vuelto como dijo, visitó a su abuela y en ese entonces jugamos todos los días hasta que las vacaciones terminaron. TaeHyung regresó a Seúl por sus estudios.
Antes de irse me prometió que volvería para jugar y yo le creí, porque tan solo era una niña que creía todo hasta los cuentos de hadas. Le creí tanto que no me di cuenta que aquella tarde era la última vez que lo vería.
Desde entonces ya han pasado once años y él no ha vuelto desde la última vez.
Hace poco hable por teléfono con él, gracias a su abuela, fue bastante extraño al principio. La voz fina ya no le pertenecía y ahora solo tenía una aguda, ronca y gruesa voz. Por suerte la abuelita de TaeHyung y yo nos llevamos bien, y puedo decir que la visito todos los fines de semana cuando no tengo clases, hablamos de muchas cosas y reímos también.
Cuando hable con TaeHyung le dije que mi cumpleaños estaba cerca y él dijo que vendría porque justamente mi cumpleaños caía en fechas de vacaciones, pero ahora, ahora creo que fue mentira cuando lo dijo.
Me pasé toda la tarde pensando en su visita, en espera de él y ansiosa por su presencia, pero no llego y todas mis esperanzas se fueron por un abismo cuando el reloj de mi pared marco las diez de la noche.
Caí en cuenta que ya era demasiado tarde.
TaeHyung me tiene mal, jodidamente mal, tanto que mi mejor amiga estuvo todo el día soportando mis cambios de humor.
— ¿Puedes dejar de pensar en ese tal TaeHyung? — hizo una mueca —. Tienes un novio, piensa en él y no en ese chico que no vino, y que siquiera conozco.
— Basta, JiNi — la mire —. No estoy de humor para soportar tus palabras.
— Basta tú, Ji-Shin. Estuviste todo el día ignorando a JiHyun por pensar en ese chico, ¿Sabes al menos como se siente JiHyun al saber que su novia piensa en otro y no en él? — soltó un suspiro y yo un quejido de fastidio.
— TaeHyung es mi amigo de la infancia y lo extraño, ¡No exageres! — bufé colocándome de pie hasta quedar en su altura, ya que JiNi se había acercado un poco a mí.
— ¿Exagero? ¿Eso crees? Ahora mira quién es la exagerada solo porque ese chico no vino. Todo esto es tan estúpido, JiHyun merece alguien que realmente lo valore.
Me sorprendí por sus palabras, JiNi se cruzó de brazos y negó lentamente.
— ¿Y acaso no lo hago? Dime... — la mire directo a los ojos, así causando algo de nervios en ella —. ¿Quien es esa persona? ¿Tú?
Se puso nerviosa y yo lo noté por su forma de actuar. No era posible que mi mente en este momento estaba imaginando que JiNi quizás estaba enamorada de mi novio.
— No estoy diciendo eso — desvío la mirada —. Solo no pienses en ese chico cuando estás con JiHyun ¿Acaso no ves que lo lastimas cuando estás junto a él pero estas pensado en otro?.
— No pienso en TaeHyung cuando estoy con él — JiNi desenreda sus brazos y soltó una risa irónica.
— ¿A no? Entonces porque le llamaste a JiHyun con el nombre de TaeHyung en la cafetería de esa tarde — negó decepcionada.
— Fue un error — me aleje un poco —. No sé porque te afecta tanto a ti, si JiHyun no me reclamo y lo tomo como una broma, porque tu te haces tanto problema con eso.
JiNi quiso responder, pero justo en ese momento mi madre tocó la puerta de mi habitación llamando la atención de ambas.
— Ji-Shin, tienes visita — hablo desde el otro lado.
Mire a JiNi y está me miró algo sorprendida. Acaso era TaeHyung.
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Fanfiction-TaeHyung, me gustas. -Pero estoy chiquito. # Historia resubido. # Historia en proceso. Si el contenido o el desarrollo de la historia no es de tu agrado, por favor te pido que te retires, así evitamos comentarios desagradables y ofensivos. ¡Gracias...
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