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Sábado, un sábado soleado y algo aburrido para ser exactos. Me la pase en pijama todo el día sin ánimos de nada, mirando la pared, el techo, el espejo o simplemente pensando.

¿Ir a la fiesta o no?

La idea seguía rebotando en mi cabeza como una moneda girando en cámara lenta, sin caer nunca.

Me coloque de pie,  despegando mi cuerpo del colchón con algo de flojera.
Tome mi celular que estaba en el tocador y toqué la pantalla. Ningún mensaje de JiHyun, tampoco de JiNi.

Y para ser honesta no esperaba ninguno.
Ya no como antes.

Deje el celular y baje a la cocina, para beber un poco de agua. Mamá estaba allí preparando algún postre que seguro vio en internet. Tenía la mesa lleno de harina al igual que su mandil.

Ella me miró y sonrió, volvió a amasar la masa con el rodillo y preguntó.

—¿Saldrás hoy? — me encogí de hombros mientras bebía el agua del mismo botellón.

Mi madre ya no me regañaba, quizás ya estaba acostumbrada a que no le hiciera caso, cuando decía que tomará un vaso para beber agua.

En fin.

—¿Por qué? — limpie la boquilla de la botella y la tape, metiéndola de nuevo al refrigerador.

— Porque JiHyun me escribió,  me pidió permiso para que fueras a una fiesta con él.  Lo deje en visto. Fue como decirle no.

Ella me miró un segundo, para luego volver a su trabajado

— Si, no sé si tenga ánimos de salir.

Ella volvió a mirarme. Ese tipo de mirada que no hace falta llenar de palabras.

—A veces, cuando no tenemos ganas, es cuando más lo necesitamos —dijo, con una media sonrisa.

— No sé si me gusten las fiestas.

—Tampoco te gustaban las aceitunas y ahora te las comes del frasco —bromeó, caminando hacia mí para ponerse a un lado—. Ji-Shin, no tienes que obligarte a nada. Pero no te encierres en lo que te duele. Sal un rato, muévete, respira otro aire. Te va a hacer bien. Te recuerdo que antes ni querías entrar a casa por estar en la calle.

Me quedé en silencio, jugueteando con el cordón de la sudadera. Ella volvió hablar.

—Podrías invitar a TaeHyung. Tal vez le venga bien también. No parece tener muchos amigos desde que volvió, ¿no?

La miré sorprendida.

—¿A TaeHyung? No creo que quiera ir. No le gustan ese tipo de cosas. O al menos eso creo.

—Nunca se sabe. A veces, las personas solo necesitan una razón para decir que sí.

No dije nada, pero algo dentro mío se agitó.

Después de un rato de seguir hablando con mamá y mirando como peleaba con la masa volví a mi habitación,  para darme un baño y de paso cambiarme ropa nueva, algo mas decente que la pijama.

Mi madre tiene ese don de convencer a la gente y me incluyo. Porque ahora mismo después de arreglarme o mejor dicho, solo peinarme, estoy en mi patineta en camino a la casa de TaeHyung,  ignorando por completo el hecho que JiHyun quiso ir conmigo a la fiesta.

Con el corazón acelerado pienso si sería buena idea, ahora no sé porque me hago tanto lío si antes no tenia vergüenza para nada.

Al llegar a la casa de la abuela de TaeHyung, miro la puerta cuestionando si tocar o no. Mi corazón golpea fuerte, estoy nerviosa y no entiendo porque tiemblo.

Different ➜[k.th.] /Editando/Where stories live. Discover now