Hogar, visitas y un milagro

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Hola! Recuperé el internet y aquí les traigo el capítulo 42. Espero les guste, estuve un poco tramposa aquí. Ya lo verán y querrán tenerme enfrente para pegarme xD.

[ TERMINADO ]


ADVERTENCIA: contenido explícito. Están advertidos.

Capítulo 42. "Hogar, visitas y un milagro"




Elsa no recordaba haberse dormido. Bajo tenues luces del día que comenzaba, pudo recordar fragmentos de cómo había terminado aquella prodigiosa noche. Elsa le había curado el labio lastimado de Jack, igualmente conservado las huellas sangrantes de sus besos en su piel, habían charlado por un largo rato para combatir el sueño, para evitar que el momento terminara. Señalaron las constelaciones y discutieron sus nombres, las luciérnagas que les bailaban alrededor, contaron historias que probablemente antes de esa noche no se habrían animado a contar.


Precisamente, se notaba el antes y el después de lo que habían sellado por vez primera. No es que se tratase de que anteriormente no hubiese confianza, sino que el después marcaba la destrucción de cualquier barrera u obstáculo entre ellos. Sus puertas estaban abiertas al otro de par en par. Y por supuesto, hacía crecer aquella conexión que tenían y no se describe con palabras.


En fin, fue un "Descansa, Elsa" el que culminó con la que sería la mejor noche de sus vidas. Corrección, una de las mejores. Porque, viéndolo así, se puede suponer que es algo de una vez, irrepetible. Como si se entregasen antes de morir en una guerra, por ejemplo. Obviamente, este no es el caso.


–Buenos días. – le dijo una voz risueña a su lado. Elsa apartó el pequeño susto junto con sus reflexiones de su mente y giró sobre sí misma para apoyarse en el pecho de Jack donde reposaba su cabeza para mirarlo.


–Buenos días, Jack. – dos sonrisas comenzaron a dibujarse en sus rostros, escoltado por un rápido y minúsculo beso. Se notaba el cansancio en ambos, las ojeras, el sudor, la mugre, la sangre seca. La joven rio para sus adentros ante sus estados demacrados.


–¿De qué te ríes? – Jack quería compartir aquella repentina y suave risa.


–De nada. Ya amaneció.


–Ya veo. – la besó nuevamente.


–¿Cómo les explicaremos esto a los chicos?


–No pensaba hacerlo.


–Nos quedamos en el bosque toda la noche. De seguro están preocupados.


–Yo creo que no, sino hubiesen venido con antorchas y palas a nuestro rescate.


Elsa ahogó una risilla.


–Alguna excusa deberíamos darles, ¿no? – acunó con sus manos las mejillas de Jack. Su mente dio un flashback a la noche anterior; podía recordar las manos de él por todas partes de su cuerpo, un roce exquisito. También esos labios, esos besos, esas mordidas, ese... Mordió su labio para apartar esa idea.

The cold of your heart | Jelsa Fanfic [Spanish] *En edición*Where stories live. Discover now