Capítulo 35: "Despedida"

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JAKOV :

- ¡No quiero salir! Solo quedémonos aquí - repliqué aburrido.

- ¡Oh, vamos! ¡Te divertirás! En dos días perderás tu soltería - habló William, en un intento de convencerme.

- ¡Por favor Jakov! Esta noche no tengo que cuidar a Danielito, quiero divertirme como en los viejos tiempos - agregó Daniel. Suspiré rendido y me levanté del sofá.

- Está bien, vamos - ellos celebraron y me arrastraron afuera del edificio.

Las chicas habían venido por Lizbeth para llevarla a la fuerza a su despedida de soltera. Mi chica y yo estábamos muy cansados con todos los preparativos de la boda, que no teníamos ganas de salir pero como siempre terminan convenciéndonos.

(. . .)

- ¡Será una noche increíble! - exclamó William entrando al bar.

- ¡Estoy de acuerdo! - le siguió Daniel, yo solo bufé y los seguí a la barra.

El bar estaba abarrotado de gente, la música retumbaba con fuerza y había parejas bailando sin parar.

Una camarera se acercó a nosotros con una sonrisa coqueta, apreté los labios con fuerza para no reír cuando se fijó en el anillo de matrimonio de Daniel y lo ignoró por completo, poniendo toda su atención en mí y William.

- ¿Qué les traigo, guapos? - gritó por encima del ruido de la música.

- ¡Una botella de tequila, por favor! - pidió William con un guiño. Lo golpeé en la cabeza cuando la camarera desapareció detrás de la barra. - ¡Auch! ¿Y eso porqué?

- No ligues con otras chicas o mi prima te pateara el trasero y yo también - respondí ceñudo.

- ¡Ya, ya! Entendí - alzó las manos en señal de rendición. Sonreí satisfecho.

- Esta música me aburre - comentó Daniel.

La camarera volvió con el tequila.
Comenzamos a beber entre risas y bromas hasta perder la cuenta de nuestros tragos. Se sentía bien tomarse un descanso. Mi chica y yo queríamos algo sencillo pero nadie estaba de acuerdo con nosotros, en un momento de desesperación, hasta pensé en llevármela a Las Vegas pero luego recapacitaba y pensaba en mi mamá y la señora Deborah que se habían esforzado mucho en preparar todo.

- ¿Monse? - salí de mi trance al escuchar a William quien miraba sorprendido a mi prima.

- ¡Chicos! - exclamó con fingida alegría, se le notaba nerviosa. - ¿Qué hacen aquí?

- Bebiendo - contestó Daniel, encogiéndose de hombros. Seguro ya se había pasado de copas.

- Oh, claro - ella soltó una risita nerviosa. - Bueno ¡Me voy!

- ¡Espera! - la paré tomándola del brazo. - ¿Las chicas están aquí?

- Yo... Estem... Bueno...

Las luces y música se apagaron interrumpiendo a mi prima que en mi distracción salió corriendo, las camareras empezaron a acercarse a un punto al centro del bar donde se encontraba el único halo de luz.

- ¡BIEN! ESTA NOCHE TENEMOS UN SHOW ESPECIAL PARA UNA CHICA LINDA QUE ESTÁ PASANDO SUS ÚLTIMOS DÍAS DE SOLTERÍA - la voz del presentador resonó en el lugar, yo no alcanzaba a ver mucho ya que la mayoría de las chicas y señoras hacían un círculo en medio.

- Esto me huele mal - murmuró William, asentí en acuerdo.

- ¿Qué diablos sucede ahora? - cuestionó Daniel.

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