Capitulo 3: "¿Nuevo amigo? "

2.2K 121 16
                                    

LIZBETH:


Cuatro meses después. . .

Era sábado y habíamos quedado en salir después de las vacaciones de verano, así que decidimos ir a comer al centro comercial.

Durante este tiempo mi relación con Jakov iba de maravilla, ese chico se ganó mi confianza más rápido de lo que esperé y ahora lo consideraba mi mejor amigo. Porque eso era, solo un amigo, tal y como lo prometí.

Éramos seis en total, Jerilyn y su novio George, Axel y su novia Brenda, Jakov y yo.

—Vamos a jugar, ya no soporto ver a estos tórtolos lanzándose miraditas —susurré a Jakov que estaba sentado junto a mí.

— ¡Te escuché! —dijo Jerilyn, desviando su atención a nosotros para mirarme con reproche.

— ¡Es verdad! Ya me aburrí, ustedes quédense en lo suyo. Yo voy a divertirme —dije, incorporándome de mi asiento. Jakov me siguió gustoso, seguro estaba tan incómodo como yo.

—Gracias, de verdad necesitaba salir corriendo de ahí —suspiró aliviado.

—Y que lo digas, seguro que ni siquiera se acordaban que estábamos ahí.

—Sí, lo sé —dijo riendo—. Bueno, ¿a qué quieres jugar?

— ¡A todo! —dije con, quizás, demasiado entusiasmo—. ¡Quiero un gran premio!

Nos reímos y nos dirigimos a cada juego que encontramos, retándonos por quién conseguía más que el otro. Al final, como es obvio, Jakov ganó.

Resignada porque eso solo aumentaría su ego, lo acompañé a dejar lo que ganamos y buscar nuestro premio.

Él hizo fila y yo esperé en la parte trasera del área de juegos, viendo cómo los demás seguían jugando.

—Oye, se te cayó esto —un chico un poco más alto que yo se acercó y me tendió mi suéter que no me había dado cuenta que había dejado caer.

—Eh... Gracias —acepté el suéter y le di una pequeña sonrisa de disculpa. Fue ahí que reparé en que era atractivo, aunque no era en realidad mi tipo. Lo que más me llamó la atención fueron sus ojos, eran de un gris platinado, eran muy brillantes y expresivos.

—De nada, ¿esperas a alguien? —su mano se alzó para sacudir un poco su cabello.

—Eh... Sí, a mi amigo allá —contesté con cautela, señalando a donde Jakov se acercaba al principio de la fila.

—Ya veo —dijo observando a Jakov de pies a cabeza. Luego dio media vuelta, acercándose más a mí y me sonrió—. Por cierto, me llamo Edrick.

—Soy Lizbeth —respondí, dándole una pequeña sonrisa. Parecía agradable pero aun así tenía que ir con cuidado.

—Bonito nombre, ¿estudias? —insistió, sin verse afectado por mi poco aporte a la conversación.

—Sí —contesté aún cautelosa, no quería darle más detalles de mi vida. ¡Era un completo desconocido! Podría ser un traficante de drogas, un terrorista o peor aún, un psicópata que seduce jóvenes para luego llevarlas lejos, matarlas y vender sus órganos por contrabando al mercado negro.

Genial. Me estaba poniendo paranoica por un chico de más o menos mi edad que no había hecho nada más que una simple pregunta. ¡Mierda! Quería meter mi cabeza en el suelo como un avestruz para ocultar mi vergüenza.

—Oye, lamento si te estoy haciendo sentir incómoda con presentarme así de repente, pero es que te vi sola y pensé que sólo... —hizo una mueca, negando con la cabeza—. ¿Sabes qué? olvídalo, fue un gusto conocerte, Lizbeth

Corazón de piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora