Capítulo 1: El chico de ojos marrones

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LIZBETH:

Las vacaciones terminaron y estoy contenta de volver al instituto; es algo extraño, considerando que tengo diecisiete años, pero el estar aquí es la mejor manera de alejarme por unas horas del estrés familiar. Cada vez se volvía realmente difícil.

Llegué al aula de mi primera clase y para mi buena suerte aún no llegaba el profesor, aunque apenas dejé caer mi trasero en el asiento, Jerilyn, una de mis mejores amigas y quien me conoce mejor que nadie, ya estaba sobre mí, pidiendo explicaciones acerca de mi tardanza.

—¿Por qué tan tarde? ¡No lo puedo creer! ¡Primer día y ya comienzas! —dijo ella con fingida exasperación. No pude evitar sonreír, es por eso que la adoraba, siempre lograba levantarme el ánimo.

—Yo también te extrañé, Jer —dije con ironía—. ¿Mis vacaciones? ¡Ah, sí! Aburridas como siempre.

Reí, cruzándome de brazos. Extrañaba nuestra rutina, era mucho mejor que estar en casa.

—Sí, lo que tú digas, Lizbeth —dijo, sonriendo—. ¡Está bien! Admito que te extrañé y me estaba poniendo paranoica porque no llegabas.

—Ya lo sé —sonreí satisfecha.

—Bien, pero miren quién se dignó a llegar —escuché una voz diciendo a mis espaldas e inmediatamente rodé los ojos. Era Axel, podría considerarse un amigo que nos molestaba para divertirse, era agradable de vez en cuando. Otras veces solamente quería ahorcarlo cuando se ponía demasiado insoportable.

—Cállate, Axel, yo sé que me extrañaste —espeté. Él sólo se carcajeó sin negarlo y fue a tomar su lugar delante de Jerilyn para seguir molestándola a ella.

Ambos se atacaban a palabras, Axel diciendo cosas sobre su novio para hacerla enojar y viceversa. Por lo visto ese era su tema favorito de discusión. Me sobresalté cuando la puerta del aula se abrió y un chico dió un paso dentro, dubitativo. No pude evitar repasarlo un poco con la vista, era realmente atractivo, de piel oscura, como si hubiera pasado el verano bronceándose en alguna playa y sus ojos se veían algo nerviosos. Se asomó con cautela y sus ojos se detuvieron en mí, mirándome con curiosidad. Me encogí en mi asiento. Había más personas para hablarles.

¿Porqué tenía que fijarse en la chica que lo veía como tonta?

— ¿Aquí es el aula del profesor Jackson? —preguntó el chico. Creí que probablemente podría babear ahí mismo mientras seguía examinando sus rasgos. Mi vista viajó unos instantes a su cuerpo robusto, pero rápidamente recordé que preguntó algo y yo seguía viéndolo como estúpida. Él me veía, esperando una respuesta. Me moría de vergüenza así que simplemente respondí con un asentimiento de cabeza y recé en silencio para que se fuera, pero a la vez quería que se quedara. ¡Mierda! Estaba hecha un lío.

Él sonrió y entró por completo, caminando con seguridad por la fila donde yo estaba y yo volví a rezar al santo que me escuchara para que decidiera sentarse lejos y poder dejar de lado mi momento vergonzoso. Obviamente, este no era mi día y él decidió tomar un lugar detrás del mío. Me encogí aún más en mi asiento y esperé a que llegara el profesor Jackson al rescate. 

No apareció y Jerilyn me lanzaba miradas no muy discretas y me hacía señas que no entendía muy bien así que decidí ignorarla.

De un momento a otro, sentí una cálida mano en mi hombro y me quedé paralizada por un segundo antes de agarrar valor y dar media vuelta. Al hacerlo me topé con unos ojos marrones realmente hermosos, algo ocultos por unas largas pestañas oscuras mientras el chico sonreía.

—Hola, soy Jakov ¿Cuál es tu nombre? —dijo con esa voz ronca y grave que enviaba un escalofrío por mi cuerpo.

¡¿Pero qué diablos pasaba conmigo?! Este chico definitivamente me traería problemas pero, por supuesto,  problemas era mi grandioso y estresante segundo nombre.





























N/A:

¡Esta ha sido mi primer historia! ¡Mi primer bebé :')! A los nuevos lectores, tengan paciencia en los primeros capítulos y les aseguro que no se arrepentirán de leerla ;) 

(El nombre del protagonista se cambió y se pronuncia como se escribe para evitar confusiones con el Jacob de mi otra historia: Wolf Love) 

 —KarenLeto lml










Corazón de piedraWhere stories live. Discover now