Capítulo 34

132K 6.9K 392
                                    

Grayson

No esperaba volverme adicto a algo en menos de unos cuantos minutos. No esperaba volverme adicto a unos gemidos, a unos labios mordidos y a una cara de placer que me produce incluso el doble de placer que el estar metiéndosela.
No esperaba volverme adicto al coño de Sophie.
Joder.
Cuando se la he metido y ha rodeado mi polla de esa manera tan estrecha, me he sentido en el puto cielo. Aunque he estado conteniéndome para no explotar al momento de habérsela metido, porque solo había metido la punta y ya me sentía por las putas nubes, pero cuando se la he metido entera he sentido un placer que ni si quiera sé describir.
Su mojado coño me ha recibido de la mejor de las maneras, ya no solo por su estrechez, si no por lo lubricada y muy mojada que estaba; estaba más que lista para recibirme. Y aunque me he deslizado demasiado bien en ella, lo que ha hecho que sea increíble ha sido su forma de apretarme. Joder, se ha sentido como el paraíso.

En el fondo, muy fondo, hubiera deseado que nunca nadie la hubiera tocado antes para ser el primero y haber denominado ese coño como mío, para ser el primero que se la hubiera metido.
Aunque al menos sé que debo de ser la segunda
–o como mucho tercera– polla que entra en su coño, y tiene sentido.
Me ha dicho que tuvo novio por dos años y que no era virgen, pero lo parece por la gran estrechez de su coño. Sé que no tiene nada que ver, pero cuando has tenido tan pocas relaciones sexuales, tu lenguaje corporal es diferente a alguien que sí ha tenido varias. Y Sophie, se mostraba demasiado vergonzosa al enseñarme su cuerpo. Por no decir cuándo se ha ruborizado al verme la polla. Me ha parecido incluso gracioso verla ruborizarse y evitar mirarme, sobre todo, cuando pensaba que ya estaba toda dentro cuando solo tenía la mitad.

Tampoco quería hacerle daño, así que al principio he ido lento para que se acostumbrara a mi tamaño. Sé que es grande y a algunas les cuesta, por eso he tenido paciencia con ella, aunque estaba desesperado por metérsela y darle duro, tal y como lo he hecho después.
Su coño se mojó todavía más y en seguida se ha adaptó a mi polla de la mejor manera; seguía apretándome, pero al menos podía deslizarla con algo más de facilidad.

Sinceramente, no sé qué tiene.
No sé si acaba de echarme algún tipo de hechizo en la polla o qué, pero solo me apetece follarla y estar dentro suya. Quiero follarla otra vez, quiero follarla todo el rato. Y si pudiera, todo el día.
No saldríamos de la cama en todo el puto día.

Nunca me ha pasado esto antes con una chica. Normalmente me acuesto con la misma una vez o como mucho dos veces, pero después no suelo tener más interés ni ganas en repetir. Pero con Sophie es diferente.
Quiero más, quiero más de ella, quiero besarla, quiero más polvos y quiero escuchar sus gemidos por el resto de mi jodida vida.

La agarro por los muslos subiéndola encima de mis caderas otra vez. Ella se aferra a mi cuello rodeándolo con sus delgados brazos, y mientras que nos besamos sin parar, camino con ella a cuestas hacia mi habitación.
No puedo dejar de besarla, no puedo mantener mis manos alejado de ella y no puedo parar de pensar en todo lo que le haría y en todo lo que quiero hacerle. Aunque por ahora tengo una cosa en mente que deseo hacerle más que cualquier otra cosa.

La dejo sobre la cama, con el cabello mojado, desnuda tal y como vino al mundo, acostada encima de mis sábanas negras de satén donde su piel pálida se hace más notoria por el contraste de colores. Frente a mí hay una imagen que me gustaría fotografiar para recordarla toda la vida. Parece una jodida musa y esta jodidamente guapa.
Miro hacia su cuerpo, desnudo y perfecto. Y me doy cuenta de que todavía hay algunas cuantas gotas de agua resbalando por su lisa y suave piel; y tengo ganas de borrar cada una de ellas con mi lengua.
Acabamos de salir de la ducha y no nos hemos secado, la he cogido en brazos y la he traído a mi cama inmediatamente. Me tiene desesperado y hambriento, a pesar de que hace tres minutos hayamos tenido un polvo jodidamente increíble en la ducha.

¿Un mafioso enamorado? •EDITANDO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora