¿Un mafioso enamorado? •EDITANDO•

Capítulo 18

Grayson

Al terminar la pequeña reunión que he tenido con tres hombres con los que tengo un negocio en manos, voy de nuevo hacia el salón. Y busco con la mirada a Barbie, esperando encontrarla entre las personas por algún lado; pero no la encuentro por ninguna parte. ¿Dónde mierda se ha metido?

Sigo buscándola con la mirada entre la gente, sin mostrarme ansioso, pero no está por ninguna parte y estoy empezando a cabrearme.

—Si la buscas, se ha cansado de esperarte y se ha ido.
–dice una voz femenina a mis espaldas.

Me giro hacia atrás donde proviene esa voz y es Lina, la novia de Ethan.

—¿La has visto? ¿Dónde se ha ido?
–pregunto.

—He intercambiado unas palabras con ella antes. Pero hace un rato que se ha ido, se cansaba de esperarte. Y me ha dicho que si te veía, que te dijera que se iba –se encoge de hombros–. Quizá aún la pilles.

Frunzo el ceño y salgo de la mansión buscándola con la mirada entre las personas que hay fuera, cuando a lo lejos fuera de la valla, veo su pelo rubio esperando a que el taxi aparque enfrente suyo.
Aprieto la mandíbula y voy a paso decidido y firme hacia ella. Y al llegar, la agarro del brazo y tiro de ella hacia atrás. Sophie se gira hacia mí abruptamente, al darse cuenta de que soy yo, me frunce el ceño y se intente quitar mi agarre de su brazo mientras que me mire con cara de enfado.

—Me voy a ir. Suéltame.
–dice forcejeando el agarre.

—No te vas a ningúna parte. Tenemos un trato.

—¿Un trato? De eso ya no queda nada. Me has dejado sola con toda... –hace una pausa, como si intentara ver que palabra usa– esa gente peligrosa que no conozco de nada mientras tú te vas por ahí con tus amigos mafiosos. Tengo vida, por si no lo sabes, y tengo clases mañana. Así que con tu permiso y si no me lo concedes me da igual, me voy.

—¿Acaso no te acuerdas quién soy?
–respondo cabreado.

Está tocándome los cojones y no le conviene hacerlo, ni ella, ni a nadie. No soporto a la gente que me jode y mucho menos a la gente que me jode los planes.

Me mira fijo a los ojos, aguantándome la mirada en todo momento mientras que mantiene el ceño fruncido y sus mejillas están rojas por la rabia que tiene dentro.

—¿Te piensas que me vas a dar miedo chantajeándome con lo que eres? Porque no es asi.

Rebusco en el bolsillo de mi pantalón y saco la billetera, saco unos cuantos billetes y se los tiro al interior del coche del taxi cayendo en el asiento de copiloto.
El taxista me mira con gesto de confusión y alza una ceja, esperando y pensando en qué hacer,si coger los billetes o no,  pero finalmente, estira su mano hacia los billetes y los agarra.

—Gracias por venir, pero la señorita se queda. Vete.
–digo inclinándome hacia la ventanilla.

El taxista se encoge de hombros y arranca el taxi marchándose, sin decir nada.

Barbie frunce el ceño y coloca sus manos encima de sus caderas, mirándome totalmente seria.
Está enfadada, pero sinceramente, me da igual.

—¡¿Qué coño te crees que haces?! ¿Quién te crees que eres? ¡¿Eh?!

Chequeo la lengua y niego con la cabeza varias veces; —Cuida ese tono, Sophie.