Capítulo 14

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Camino hacia el edificio y cuando abro la puerta del portal para entrar, una voz masculina familiar suena a mis espaldas, y al girarme, me encuentro con Zac; viene hacia mí y besa mi frente, le sonrío  y ambos entramos al edificio.


—¿Qué haces aquí?
–pregunto sorprendida al verla.

—Venía a recogerte para ir a desayunar. Lo hablamos ayer, ¿no te acuerdas?


Hago una mueca y niego con la cabeza; —No, lo siento. Se me había ido por completo...

—No te preocupes. Ya acabo de verlo –dice mirándome de arriba a abajo–. ¿No tenias zapatos para ponerte?
–dice de broma en una carcajada.


Le fulmino con la mirada y ruedo los ojos.
Ja ja ja qué gracioso.


—No. No sabes lo que me ha pasado hoy Zac. Y no estoy de humor para bromas absurdas.


Zac borra de inmediato su sonrisa y se pone serio. El ascensor para en la planta tercera y ambos nos dirigimos a la puerta de mi casa.



—¿Qué te ha pasado?
–pregunta preocupado.


—Primero necesito ducharme y quitarme esta ropa y estas medias que dan asco, no tardaré.

—Vale.


Hace como que huele el ambiente y yo frunzo el ceño; —¿Qué haces?


—Huele a hombre. Hueles tú a hombre. ¿Has estado con algún chico?
–dice algo serio en el tono de su voz.


¿Cómo lo sabe? ¿Huelo a hombre? Pero ni si quiera he estado cerca de Grayson, no entiendo por qué huelo a "hombre" según él.

Le miro sin pestañear, sorprendida.
Solo me encojo de hombros y abro la puerta de casa, ambos entramos y al hacerlo camino hacia mi habitación.
Se lo que va a venir ahora. Sé que ahora va a empezar con las preguntas si parar como un maldigo interrogatorio. Y es lo que menos me apetece en estos momentos, no estoy de humor.

Busco un pijama y ropa interior en la cajonera de mi cuarto y me dirijo hacia el baño.


—¿Le conozco?
–pregunta desde la puerta del baño.


—¿Vas a meterte a la ducha conmigo también?
Espérame fuera y luego te contesto a todas las preguntas que se formen en tu cabeza loca.
–digo dando con mi dedo índice en su frente y él retrocede sus pasos.




Asiente no muy convencido y sale del baño.
Cierro la puerta con seguro y agarro mi desmaquillante y un par de discos de algodón para quitarme todo el maquillaje de mi rostro. Cepillo mi cabello el cuál está hecho un auténtico asco, y por último, quito el vestido y mi ropa interior. Entro a la ducha y el agua caliente empieza a caer sobre mi. Cierro los ojos disfrutando de la relajante ducha cuando al hacerlo, unos ojos grises aparecen de repente en mi mente junto a unos hoyuelos pronunciados y unos brazos y cuello tatuados.

Grayson es borde, frío, intimamente y otros tantos adjetivos que podría decir. Pero tengo admitir que es realmente guapo y atractivo. Eso nadie puede negarlo.
Intento deshacerme de su imagen en mi cabeza y consigo relajarme y pensar en otras cosas.
Y al cabo de un buen rato en la ducha, salgo de ella y me visto. Y camino hacia mi habitación, y al hacerlo, veo a Zac tirado en mi cama con su móvil. Y al verme entrar, apaga su móvil y lo deja a un lado de la cama.


—Al fin. Cuéntame todo. Ya.
–dice dando palmadas a la cama.


—Está bien. A ver, como empiezo... –suspiro hondo mientras intento encontrar las palabras adecuadas para expresarme–. Ayer estaba bastante borracha así que me monté en la tarima a bailar. A Alice no se le ocurrió mejor idea que decirle a un tío que me bajara de ahí, y al hacerlo adivina quién era: Grayson. Sí, sí. Aquel chico con el que tuve aquel problema que te conté en aquel bar y con el que me he encontrado en alguna que otra ocasión. Bueno, la cosa es que Alice dijo que te iba a llamar para que me recogieras, pero al final este chico se ofreció. Así que bueno, hoy me desperté en una mansión, aunque parezca coña. No sabía donde estaba hasta que bajé a la planta principal y me di cuenta que estaba en su mansión. Sí, mansión. Vive en una mansión enorme de película. Joder, Zac... daba hasta miedo de lo grande que era esa casa. Total, discutí con él y salí de la mansión. Caminé si rumbo porque, espérate, eso está a una maldita hora de la ciudad, ¡en medio de la nada! Y tras andar un rato me encontré con un chico, no me fiaba mucho pero era amable, le pregunté si pasaba algún autobús y me dijo donde se encontraba la parada, la cual estaba en la otra punta, y tuve que darme una larga caminata.
Uno de mis tacones se rompió y los tiré al suelo y allí se quedaron, por eso venía descalza. Y el tipo este apareció a los minutos y vino a por mi en su coche. Y aunque no me fiaba de él, me monté. No tenía más opciones. Intercambiamos algunas palabras, me dijo que no me soportaba, yo le dije que era un gilipollas y me trajo hasta aquí. Fin.



Le he contado todo con pelos y señales. Tal y como a él le gustan que le cuenten las cosas. Para que no me haga preguntas absurdas y para que sepa todo tal y conforme ha ocurrido.

Zac no dice nada pero por su rostro y los gestos que ha hecho mientras le contaba lo sucedido, no podría decir si me cree o si no se ha creido ni una sola palabra de lo que le acabo de contar.

Alza una ceja y frunce ligeramente el ceño.


—¿Te lo has tirado?
–pregunta de la nada, dejándome sorprendida.

—¡¿Qué?! –digo sorprendida– no he hecho nada con él y no lo hubiera hecho ni aunque estuviese loca. Sería lo último que pasaría por mi cabeza.

—Entonces, ¿por qué amanecíste en su casa?


—Se suponía que debía de traerme a casa. Pero me dormí en su coche. Y supongo que no sabía dónde llevarme y me llevó a su casa. Hemos dormido en habitaciones diferentes.





Sé que es difícil de creer, yo tampoco me creería si mi amiga me contara esto que me ha ocurrido.
Pero es toda la verdad y lo que realmente ha pasado.
Ni si quiera yo misma puedo creerme que he estado en casa de Grayson y he dormido en la misma casa que él a unos metros de distancia. No sé si habrá dormido en el sofá o en alguna de las tantas habitaciones que debe de tener.

Zac me mira por unos instantes en una larga y fija mirada, y noto cómo de seguro debe de estar pensando en si lo que le he contado es cierto o no. Asiente con la cabeza no muy convencido.


—Todo esto es raro de cojones, pero te creo.

—Créeme, lo único que querría es estar cerca de alguien como él y haber estado en su casa.



Él me mira con una expresión de sospecha. Pero no dice nada más.
Así que ambos salimos de mi habitación para ir a la cocina para desayunar.
No he desayunado nada y mi estómago suena, necesito comer algo. Ha sido una mañana muy larga.













¡Holaaa!

Otro día más

¿Como estáis? ¡Espero que bien!

¿Creéis que Zac le ha creído a Sophie o ha pensado que es todo una mentira? Jajaja.

A mí también me costaría creer si mi amiga me cuenta algo así tan loco.

Más momentos se vienen con Grayson, ¿queréis leer más sobre ellos?

Comentad que os leo y respondo!

¡Nos leemos!
❤❤❤❤❤

Mi única red social es Instagram: @Neferkktiti

Capítulo editado y modificado.

¿Un mafioso enamorado? •EDITANDO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora