Capítulo 24

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Grayson se detiene a mitad de camino antes de llegar al coche, y como si se hubiese dado cuenta de que ha actuado mal, se gira hacia mi dirección y camina hacia mi, quedando justo enfrente mio.
Le miro fijamente y desafiante de la misma forma en la que él me está mirando.


—Mira, no era mi intención cagarla. Al menos no esta noche –dice serio–. Pero mi vida sexual no te tiene que importar una mierda.


—¿Y quién ha dicho que me importe?
Me parece bien que tengas citas y que quedes con chicas. Pero ya que estaba ahí al lado, podríais haberlo hecho en otro momento donde no estuviera presente. Más que nada porque ha sido de mala educación.
–digo sonando lo más tranquila que puedo.




Estoy algo molesta por su comportamiento, podría haber tenido algo de educación –tanto él como sobre todo ella– y al menos, haber hablado más tarde y no enfrente de mi cara sobre que iban a quedar después.



—Tampoco quería haberte hecho sentir incómoda, pero ha salido así. Mira... ven conmigo y vamos a otro lugar para arreglar esto. Aquí en medio no es el mejor lugar.
–dice mirando hacia los lados.


—¿Para arreglar el qué? No somos pareja, no hay nada que arreglar.



Grayson suspira hondo y frunce el ceño, otra vez. Todo el tiempo mantiene el ceño así.
Aprieta su puente de la nariz y suelta un resoplido.


—Estás acabando con mi paciencia –murmura en una voz seria y fría–. Si no quieres arreglarlo, volvamos al restaurante. Quizá hayan llegado ya o estén a punto de hacerlo.




Niego con la cabeza repetidas veces.

No pienso volver a ese restaurante, me da exactamente igual esas personas. Son mafiosos, así que si no me conocen de una manera más personal, será mejor.
Además, si antes no tenía ganas de esta mierda, ahora mucho menos.



—No quiero ir y no voy hacerlo.

—Te quieren conocer. Quieren ver si de verdad eres mi novia. Sophie, es gente peligrosa. No puedes actuar mal con ellos.
–dice serio.


—Por eso mismo no quiero hacerlo. Además, ¿qué más le da que piensen que soy o no soy tu novia? –frunzo ahora el ceño yo–. Me estás metiendo en tu mierda de mundo haciendo que esas personas peligrosas me conozcan.



Él me mira serio, manteniendo el ceño fruncido.

No sé quién pagará los dos platos que Grayson y yo hemos pedido. Sin quererlo hemos hechos simpa, pero en la mesa hay más personas y supongo que tendrán que pagar la cuenta alguno de ellos. O quizá Grayson les dé el dinero de lo que haya costado nuestros platos, no lo sé. Pero lo que tengo claro es que no pienso ir con él ni con esa gente a cenar.



—Lo que quieras. Pero vamos al menos al coche para irnos a otro sitio. ¿O te vas a quedar aquí afuera sola toda la noche?


—No pienso ir contigo en el mismo coche ni a ningún otro lado.



Me ha molestado que ligara descaradamente con esa chica cuando estaba conmigo, aunque si soy sincera, todo este drama lo estoy haciendo para no tener que estar rodeada de mafiosos en una cena que no me importa lo más mínimo. Ha sido la excusa perfecta para librarme de ellos.

Grayson me mira, aprieta la mandíbula, frunce el ceño y se da la vuelta con mala gana caminando en dirección de su coche. Veo cómo camina de manera chulesca, cómo entra y lo arranca. Y después se acerca con el hacia mi, deteniéndose enfrente mia.


¿Un mafioso enamorado? •EDITANDO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora