Capítulo 22

171K 7.7K 1K
                                    

Al sacar las llaves del bolsillo de mi pantalón, estas se me resbalan entre los dedos y caen al césped del parque en un movimiento algo torpe, aunque eso no es nada raro en mí.
Maldigo para mis adentros y agarro las llaves del césped de nuevo, pero al tomarlas, me doy cuenta de que me he manchado de algo viscoso y marrón, y en seguida caigo en cuenta de que es caca de perro. Joder, ¡qué asco!
Maldigo mentalmente a la persona que no ha recogido la mierda de su perro mientras que pienso en cómo voy a limpiarme ahora la mano y mis llaves; no tengo cómo limpiarme.

De repente, y cómo si fuera un milagro caído del cielo, alguien me ofrece un pañuelo blanco de papel. Lo tomo sin mirar aún a la persona que me lo ha dado y respondo con un 'Gracias' mientras me limpio las manos y las llaves.


—¿Un día de mierda?


Al escuchar esa voz masculina y que en seguida reconozco, alzo la cabeza y miro a la persona que hay enfrente de mi; Grayson.
Mis mejillas se tiñen de un color rojizo por la vergüenza de pensar en que me ha visto con las manos manchadas de caca de perro. Menudo asco y vaya vergüenza.


—Ni que lo digas. Llego tarde a casa y encima me he manchado de caca de perro.


Grayson comienza a reír como nunca antes lo he visto. Y se me hace raro verle reír tanto, siempre está serio y pocas veces son las que se ríe o sonríe. Aunque no entiendo de dónde saca la diversión.


—¿Caca? –repite– ¿Cómo alguien de unos... –Me mirade arriba a bajo analizándome– dieciocho años más o menos, puede decir aún "caca"?


—Pues sí, lo digo. ¿Pasa algo?

—No pasa nada Barbie. Era broma. Aunque me parece raro que alguien lo siga diciendo así.


—Bueno, quizá no sea tan mal hablada como tú. Y tengo nombre, deja de llamarme así.


—¿No te gusta que te llame "Barbie", barbie?


—No. Me gusta que me llamen por mi nombre. Aunque supongo que no te debes ni acordar.



Grayson me mira ahora con una pequeña sonrisa en sus gruesos labios. Una sonrisa prepotente, egocéntrica, chulesca. Odio cuando sonríe de esa forma tan vacilante.


—Claro que me acuerdo, Sophie. Pero me gusta más llamarte Barbie.



—Pues a mí no. Tengo que irme casa, adiós.




Voy a disponerme a andar y a alejarme de él cuando su mano atrapa mi antebrazo y tira de mi, consiguiendo que se la vuelta y me coloque de nuevo frente a él.
Ahora está serio, ya no se ríe ni sonríe.



—El otro día le gustaste a varios hombres de la reunión. Me contuve demasiado para no cometer una masacre. No hubiera sido apropiado de mi parte disparar a cualquier hombre que te mirase.




Me quedo callada, con los ojos ligeramente abiertos y sorprendida por lo que acaba de decir. No por la parte de que a algunos hombres les gusté, si no por lo que acaba de soltar que les haría. Lo ha soltado demasiado natural, como si no hubiese dicho esa bestialidad.

Me sorprende su frialdad. A saber qué cosas es capaz de hacer para tener y conseguir lo que él quiera. Y no puedo negar que eso me asusta.


—Se han empeñado en conocerte –vuelve a hablar–. No se creen que eras mi novia porque a que no nos mostramos cariñosos.


¿Qué quiere decir con todo esto?

¿Un mafioso enamorado? •EDITANDO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora