Entre Ángeles y Demonios: La Daga de los Mundos (en edición)

Capítulo 17 - El Regreso (Parte I)

-Le dije a Súmmum que no debíamos abandonarte - dijo con voz entrecortada

- Todos piensan que has muerto.

- Lo estuve - dijo él buscando una remera entre su armario - Ya te lo dije. Lo siento, no pude regresar antes. Estuve inconsciente, bagando por las sombras del limbo durante días hasta que mi padre me trajo de regreso. Ahora soy diferente... puedes llamarme demonio si quieres...

- ¿ Que dices?

- Azrael me devolvió a la vida luego de que Eysêll me mató.

- ¿Cómo es que eso pasó? - dijo Alex sin comprender . Podrías haberla vencido.

- Tal vez, pero lo que ella quería era matarme - dijo él acomodándose la remera - Yo solo quería que ustedes pudieran escapar... estaba cansado... ya no tenía fuerzas Alex. Le di a Eysêll lo que quería para que no fuera tras Lyra y tras de ti y Súmmum. Mi vida no valía tantas vidas en juego. Por otro lado, Eysêll era mucho mas poderosa de lo que imaginaba, no pude vencerla...quebró mi voluntad.

- Yo hubiese luchado a tu lado y hubiese muerto a tu lado también - dijo

Ella apartando la mirada. A pesar de estar oscuro, Eldar pudo ver la expresión de tristeza de Alex. Trató de hacerse el desentendido mientras metía en una mochila algunas cosas y acomodaba las armas que había traído de Argozz. Por mas que lo intentara, no estaba bien que se hiciera el tonto, de manera que se enfrentó a Alex.

- Eso solo lo haces por alguien que quieres mucho - dijo buscando su mirada - O por amor...

Alex no le contestó, solo sostuvo su mirada un momento y luego agachó la cabeza.

-Alex... Alex - dijo él suavemente - Cuando ese demonio me dejó ciego, pude sentir tu sufrimiento por mi. Luego, cuando le grité a Súmmum que las sacara de allí...te escuché gritar mi nombre con desesperación. No querías dejarme ahí.

Alex lo escuchaba en silencio mientras que revivía en su memoria los momentos que Eldar nombraba.

- Alex...somos diferentes y a la vez nos parecemos mucho - dijo él tratando de encontrar las palabras

- Alex, te enamoraste de mi ¿Verdad?

Ya estaba dicho, tan directo y efectivo como siempre, y ella no podía negarlo. Alex permaneció en silencio y lo miró a los ojos. Por primera vez pudo ver calidez en su mirada, pero no amor. El amor de Eldar ya tenía dueña y no era discutible. Él había cambiado, había vuelto diferente, era una especie de demonio ahora, pero su corazón siempre sería de Lyra.

- No importa eso - dijo ella sosteniendo su mirada intensa - Eso no cambia nada.

- Si - dijo él tratando de sonreír - Cambia todo. No quiero que te sientas mal. No quiero herirte. Si vas a poner en riesgo tu vida por mi, me obligas a tener una responsabilidad por ti.

- Eso hacen los compañeros de armas - dijo ella casi de manera altanera - Y eso somos... solo eso.

Eldar se encorvó un poco para estar a su altura y la miró seriamente.

- Alex, voy a cuidarte siempre como mi compañera y moriré por salvarte si es necesario - dijo entrecerrando los ojos - Pero entiende que mi corazón siempre pertenecerá a Lyra. No se cómo pasó esto, pero no fue mi intención confundirte...si dije o hice algo para...

- No te estoy pidiendo nada - dijo ella molesta - No tienes que aclarar nada, no estoy confundida...si eso es lo que piensas. Puedo manejarlo. Ahora mejor nos vamos de aquí. Hay otras personas que te necesitan.

Eldar se quedó en silencio un momento y luego se colgó la mochila de un hombro y salió de la habitación. Niteris se acomodaba las plumas sobre el respaldo de una silla cuando Eldar entró en la cocina.