Capítulo 16 - Muerte y Redención (Parte I)

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Alex había quedado acorralada contra la pared en un intento de defenderse del ataque de un demonio enorme de cuatro brazos. El bicho había aprovechado el momento en que Eldar estaba de espaldas para acercarse a Alex lo suficiente como para herirla haciéndole un corte profundo en un brazo.

Eldar se deshizo de un demonio que a golpe de mazo lo llevaba escaleras arriba dándole una estocada en medio de la cabeza con tanta fuerza que hizo que la cabeza se partiera en dos.

- Voy por ti - le gritó a Alex dando un salto que lo puso detrás de uno de los demonios que la acorralaba.

El demonio estaba por darle a Alex un golpe de gracia mientras que ella frenaba la estocada que el otro trataba de asestarle a la cabeza. Pero se quedó a mitad de camino cuando la espada de Eldar lo atravesó de lado a lado. La Daga de Los Mundos hizo el resto abriendo la garganta del otro demonio que cayó al suelo haciendo un gorjeo asqueroso.

- ¿Estas bien? - dijo Eldar tomando a Alex por el hombro.

Alex lo miró de arriba a abajo y luego miró en rededor. Un tendal de demonios que comenzaba a desintegrarse estaba desparramado por toda la escalera. Eldar estaba parado frente a ella, jadeando por el esfuerzo de la lucha totalmente cubierto de sangre de demonio y su espada chorreaba asquerosamente. Si hubiese sido completamente humano, la sangre de demonio le hubiera quemado la piel, pero a él parecía no molestarle.

- Me das miedo - le dijo apretando la herida de su brazo con la otra mano.

Eldar se miró las manos y el resto del cuerpo y luego la miró a los ojos tratando de encontrar las palabras. Sus ojos celestes resaltaban en su rostro salpicado de sangre.

- Lo siento... Ya no tengo vuelta. Soy un demonio, cazadora. Pero no voy a comerme tu alma. - dijo con su sarcasmo habitual tratando de poner un poco de humor - Es lo que me toca.

La energía lo golpeó nuevamente empujándolo casi encima de Alex. Esta vez volvió a doler aunque en menor intensidad. Una sonrisa que intentó ocultar el dolor se dibujó en su cara. Sus pupilas se oscurecieron de golpe y un leve sonido grave escapó de su garganta. No dejó de mirar a Alex a los ojos mientras que esto sucedía. Soportó el proceso sin perder el eje, ni la conciencia de lo que estaba pasando a su alrededor, pero no habló hasta que el dolor no se fue por completo. Cuando recuperó el aliento gotas de sudor bajaban por su cien y las venas de su cuello estaban visiblemente marcadas y oscurecidas. Miró a Alex un momento. Estaban tan cerca uno del otro que ella podía sentir su respiración.

Alex estaba petrificada, la espalda apoyada contra la pared y no sabía que hacer.

Por una fracción de segundo, las palabras de Súmmum vinieron a su cabeza como un martilleo. Estaba tan cerca de él que su pecho rozaba la pechera de combare que llevaba puesta. Lo vio tal alto, tan fuerte, tan... lejos para ella.

- Déjame ver tu herida -le dijo Eldar como si nada - Es profunda...

- No importa - dijo ella mirándolo con una mezcla de admiración y temor- Vamos por Lyra..

Eldar sacó una venda del morral que ella aún llevaba y la ató con fuerza al brazo de Alex haciendo un torniquete para detener la hemorragia. Alex lo dejó hacer como extasiada hasta que sus ojos se cruzaron con los de él.

- ¿Qué? - dijo Eldar terminando de hacer el torniquete y vendando su herida - ¿Lo hago mal?

- No... solo que...has cambiado tanto...

Eldar la miró un instante y se quedó inmóvil sin saber que decir, mientras que ella le limpiaba unas gotas de sangre de demonio que tenía en la mejilla cerca de la boca.

Entre Ángeles y Demonios: La Daga de los Mundos (en edición)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang