— ¿Estás seguro de esto? — pregunté mirando cómo Robert tomaba un suéter rojo del clóset y se lo colocaba, no me dirigía la mirada, por alguna extraña razón que no me hacía sentir cómodo en absoluto.
— ¿Seguro de qué, de salir a tomar con mi hermano y mi padre? — preguntó de forma tosca mientras terminaba de arreglarse — Si voy o no voy eso no cambiará nada, no me queda de otra que seguirles la corriente.
— Lo sé, pero... me preocupa que puedas hacer algo—
— ¡¿Algo como qué?! — reclamó mirándome con seriedad e interrumpiendo mis palabras — ¡¿Como hablar de más sobre cosas que no le conciernen a nadie, como hizo alguien hace rato?!
— S-Solo lo hice para intentar ayudarte Robert.
— Me ayudas manteniendo la boca cerrada, Taylor — escupió de mala gana terminando de arreglarse para caminar a la puerta de la habitación — Trata de no decir algo más en frente de Alice mientras que no estoy, te lo suplico.
— ... Si quieres me quedo aquí encerrado — dije de mala gana mientras me cruzaba de brazos y miraba a otro lado, él se me acercó para abrazarme desde atrás y besar mi hombro sutilmente.
— Si te digo que te quedes encerrado no lo harás — murmuró mientras me mantenía pegado a su cuerpo — Solo trata de no provocarla Taylor, suficiente fue que le hayas gritado hace poco a Colette.
— Esa perra se lo merecía — bufé tratando de zafarme del agarre de Robert — Vete ya, te están esperando — murmuré caminando hacía la cama, odiaba que otra vez, estábamos al borde de una discusión, ¿porqué me extrañaba? él mismo me dijo que cuando su familia llegara todo se iba a complicar, el porqué yo igual actuaba como un bastardo berrinchudo, solo me dejaba claro que las palabras de Alice no estaban tan erradas.
— Espérame despierto, quiero hablar contigo al volver.
— ¿Me vas a regañar? — dije sentándome al borde de la cama de brazos cruzados, él me miró con molestia mientras un leve tic en su ojo se empezaba a distinguir.
— Si quisiera regañarte lo estaría haciendo justo ahora — mencionó entre pesados suspiros — No quiero que suceda esto precisamente, Ty, que mi familia nos haga pelear, ¡¿qué no lo ves?! ¡esto es lo que ellos quieren!
— No, ellos quieren que seas feliz, y les preocupa que yo no te haga feliz — murmuré agachando la mirada.
— Ellos quieren que sea parte de su circo de "familia modelo con esposa e hijos", y yo no quiero ser eso.
— Pero sí quieres una esposa, e hijos — dije alzando la mirada, choqué de repente con ese par de joyas azules, me reconfortaba mucho verlas, pero me dolía notarlas algo apagadas por culpa del enojo y la frustración, "¿a medida que pasen los años, su brillo empezará a apagarse?" fue lo que pensé en ese instante, cómo odio que mi mente solo sepa avivar la llama de mis nervios y mi depresión.
— Te quiero a ti, pequeño idiota — comentó tomando mis mejillas de forma un poco brusca para hacerme verle con detenimiento — Eres todo lo que quiero y necesito, no dejes que ellos te laven el cerebro.
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Amor Y Prejuicio
RomanceEl amor no es siempre color de rosas como todo el mundo lo pinta, no es siempre un romance que tarda años en añejar hasta que se vuelve más puro que cualquier cosa que puedas imaginar; ese no fue mi caso, mi caso es cualquier cosa menos romántico o...