56 - 'Casa'

15 2 0
                                    

— Buen día — saludó Robert a los demás pasajeros mientras entraba conmigo a dicho avión, yo miraba a las personas sentadas con semblante desganado, ¿y quién estaría emocionado por pasar ocho horas sentado sin hacer nada entre un montón de extraños?


— ¿Dónde vamos nosotros? — pregunté mirando los asientos en busca de los nuestros.


— Más adelante — dijo Robert apretando mi mano, arquee la ceja algo receloso, aunque rápidamente comprendí adónde íbamos.


Entramos a una parte mucho más lujosa y espaciosa, donde las personas tenían mantas, almohadas, y los asientos casi parecían camas, me quedé asombrado al ver todo eso, y sobra decir que mi lado pobre no dejaba de preguntarse cuánto costaban esos asientos tan lujosos.


— Señor Atwood — dijo Robert coquetamente mientras me indicaba dónde sentarme.


— Esto es bellísimo — dije sentándome del lado de la ventana, observando cómo una suave lluvia empezaba a caer sobre la ciudad nuevamente.


— ¿En verdad creíste que te haría viajar en clase turista? — preguntó sentándose junto a mí para empezar a besarme el cuello, sus besos erizaban mi piel totalmente — Ni loco iba a dejar que mi hermoso chico viaje incómodo.


— Robert — gimotee acariciando su cabello y echando la cabeza hacía atrás — Aquí no por favor.


— Déjame besarte un poco — dijo para tomarme del cuello y darme un hambriento beso al que no dudé en corresponder, sentía a Dawson mucho más impaciente de lo habitual — Ya quiero llegar a casa para cogerte como loco.


— Shh — susurré entre besos — No me hables así que me excito.


— Ay Taylor — dicho esto seguimos besándonos un largo rato, su lengua le hacía el amor a la mía, mientras pasaba su mano por mi cuerpo, explorándolo sin recato alguno, importándole poco que las azafatas pasaran y nos vieran de esa forma.


Repentinamente escuchamos una voz que decía que el avión estaba a punto de despegar, mientras yo me apartaba del cuerpo de Robert por falta de aire.


— ¿Qué sueles hacer para entretenerte al viajar? — pregunté mientras limpiaba un poco de saliva de mis labios.


— Juego Scrabble y leo, pero esta vez tenía ganas de pasar el vuelo entero besándote.


— ¿Ocho horas? — pregunté coquetamente arqueando una ceja.


— ¿Qué tiene de malo? — preguntó de forma incrédula alzando los hombros.


— Me vas a dejar sin sensación en los labios.


— Tan sensible como siempre — susurró empezando a acariciar mis labios con sus dedos — Va a encantarte mi casa.


— Ya quiero conocerla.


— ¿Conocerla? te voy a follar en cada rincón de ella.

Amor Y PrejuicioTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang