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— Tranquilo, estás poniendo nervioso a Danny y no te va a dejar ir si te huele así de nervioso— dijo Harry acariciando su muslo mientras trataba de darle un poco de apoyo.

Louis miraba constantemente al asiento trasero donde su bebé iba haciendo ruidos de evidente molestia al no estar en los brazos de su madre. Les había costado mucho que el bebé durmiera solo y sin la ayuda de los brazos de alguno de los dos.

— Lo siento, no los he visto en años, es como si no te hubiera visto a ti después de todo— dijo con un suspiro en sus últimas palabras. Volver a reunirse con sus amigos era algo increíble, estaba emocionado por verlos e imaginar un anillo en la mano de Sandy o algo parecido.

— Pero entonces ¿Cuál es el plan? — preguntó para que hiciera todo tal y cómo se lo explicaron Louis y Lana el día anterior.

— Lana y yo vamos a llegar como si estuviéramos juntos— un gruñido de parte de Harry se hizo sonar por todo el interior en el auto— como amigos, amor. Estamos juntos de que ni el tiempo ni nada pudo separar nuestra amistad. Luego, 15 minutos después tu entras junto con Caleb y Danny, será una sorpresa para ellos.

— ¿Y por qué no entramos todos? Igual se llevarían una sorpresa.

— Así lo planeó Lana, discute con ella.

Finalmente llegaron al restaurante, ese en el que comían después de clases hacía mucho tiempo. No era el tipo de restaurantes al que Harry lo llevaba pero sí tenía muchos recuerdos y sentimientos, recuerda que sólo unas veces llegó a comer en esos asientos con Harry. Lana y Caleb ya los esperaban en la esquina del establecimiento, no querían que los vieran, si es que ya habían llegado.

Harry cargaba a Danny envuelto en sus mantas pues el viento frío soplaba con violencia y era demasiado fuerte para un cachorrito de apenas unas semanas de nacido. El doctor había mencionado que estaba bien que lo sacaran pero no tanto y desde que había nacido era la quinta vez que el cachorro salía de su casa. Danny se desesperaba al tener la carita demasiado tapada por lo que se empezó a desesperar y los quejidos de su boquita empezaron a salir.

— Es mejor que empiece ahora todo el movimiento o este bebé de aquí no va a querer separarse de su mami— dijo Caleb acercándose a Harry para poder ver a Danny con sus mejillas regordetas distrayéndolo un poco para que el llanto no empezara en ese momento.

— Bien, recuerden que son 15 minutos, métase al carro o algo, no quiero que Danny se resfríe. 15 minutos Caleb— dijo Louis para después tomar el brazo de Lana y caminar juntos a la entrada del restaurante.

Harry y Caleb obedecieron y se metieron al auto que los cubría notoriamente del frío que hacía en el exterior.

Cuando Louis y Lana entraron al lugar, empezaron a buscar por todas las mesas en busca de un par de rostros familiares para ellos. Y dieron con ellos, más bien con Sam, estaba en el centro de aquel lugar en una mesa para seis personas, sin rastro de Sandy de por medio. Por algún momento ambos creyeron que el resto de sillas eran por si alguno llevaba una pareja pero el pensamiento fue revocado de sus mentes cuando en su campo se apareció Sandy con dos niñas en cada una de sus manos.

Se voltearon a ver con los ojos abiertos y sin dudarlo un segundo más, caminaron en su dirección.

— Miren nada más, ¿Qué nos encontramos por aquí? — dijo Lana con la sonrisa en sus labios.

— ¡Por dios, si vinieron! — dijo Sandy dejando en uno de los asientos a la niña más pequeña para correr a los brazos de sus amigos y con algunas lágrimas en sus ojos.

— Claro que teníamos que venir— intervino Louis sin dejar de abrazarla y también con algunas lágrimas en sus ojos— ¿Por qué no se comunicaron antes?

Just me & you... and the babyWhere stories live. Discover now