15

177 16 1
                                    

—Tengo hambre— se quejó Louis a un lado de Harry por tercera vez desde que llegaron.

—Ya el siguiente es nuestro turno. Cuando salgamos te llevaré a comer lo que quieras— comentó tratando de mantener la calma. Su alfa le rugía para que fuera a conseguir comida para su cachorro y su omega.

—Pero ya quiero comer. Nunca me salto una comida— recargó su cabeza en el respaldo del asiento en el que estaba logrando que su cuerpo se hiciera para adelante, deslizándose en el mismo.

— Si te hubieras parado en el momento que te despertaste, ya estuviéramos comiendo.

— Deja de juzgarme, sólo estaba muy cansado— su puchero se le hizo tierno a Harry y lo abrazó por los hombros.

—Louis Tomlinson— informó la enfermera que pasaba a los pacientes con la obstetra.

Se pusieron de pie y la omega de alrededor de unos 35 años les sonrió amablemente. Presumía con orgullo su marca y eso hizo que el omega de Louis se encogiera dentro de su pecho. ¿Por qué él no tenía marca si iba a esperar un cachorro? Eran las cuestiones que se hacía el omega, Louis trataba de explicarle el por qué pero simplemente no lo entendía.

Empezaron a explicar su situación a la doctora que los veía sin prejuicios ni juzgando. Ella hacía unas anotaciones en su computadora a un lado cada vez que mencionaban un dato importante.

Le indicó a Louis que se recostara en la camilla en lo que iba por algo de equipo que le faltaba. Él, con ayuda de Harry, lo hizo logrando estar nervioso por lo que se acercaba. Había visto muchas imágenes en internet, había buscado información acerca de un embarazo pero todo se le hacía tan normal, como en clases de biología.

A las imágenes nunca les vio forma y pensó que sería igual esa vez.
La doctora entró nuevamente al consultorio con algunos botes de gel para poder realizar el estudio.

Se dieron miradas nerviosas y cómplices a la vez. Estaban tan nerviosos por lo que venía a continuación. Se sonreían mutuamente, sin despegar los ojos de los contrarios.

Ambos sentían esa emoción recorrer sus cuerpos, sentían la necesidad de por fin ver a su cachorro a pesar de ser a través de una pantalla y que éste no tuviera la forma definida aún.

—Muy bien papás vamos a conocer a su pequeño cachorro— dijo mientras se colocaba unos guantes de látex y se acomodaba en el banco que tenía a un lado— Louis, ayúdanos a descubrir tu vientre bajo, por favor— le pidió y él empezó a acatar órdenes.

Aún con la vista en la de Harry, comenzó a levantar su sudadera junto a la playera que llevaba ese día. El alfa comenzó a sonreír más grande y sin poder evitarlo su vista viajó a su pancita que aún estaba plana, a excepción de una pequeña curvatura en la parte baja.

No pudo evitar sonreír sin despegar la vista de ahí, sólo lo veía con maravilla, sabiendo que ahí estaba su bebé, protegido por un omega que estaba dispuesto a tener a su cachorro. Eso no hizo más que el cariño que empezaba a tener por el omega creciera, su instinto se hizo más presente y las ganas de cubrir a Louis, sobre todo su vientre, fueron inmensas.

Su ceño se empezó a fruncir cuando la doctora iba a acercar sus manos al vientre de Louis. Gruñó.

Era el primer gruñido que Louis escuchaba de su parte. Se sorprendió y lo mostró cuando sus cejas se alzaron con incredulidad.

—Tranquilo, sólo voy a revisarlos, es para su bien— comentó ella riendo ante el comportamiento del alfa, que era muy normal ver en los alfas que acompañaban a sus omegas

La risa de Louis se hizo presente en el consultorio, haciendo que las mejillas de Harry se prendieron en un lindo rojo. Agachó la cabeza como si lo estuvieran regañando.

Just me & you... and the babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora