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— Harry, ya estamos en la casa— susurraba la alfa tratando de despertar a su amigo que estaba muy dormido con el omega.

— No creo que despierte, será más fácil si despiertas a Louis y que él lo despierte— le dijo Nina viendo lo difícil y probablemente gruñón que se pondría Harry.

— Bien, buena idea— dijo Alice cambiando de lugar para ir a despertar a Louis— Lou, ya llegamos, despierta— susurró mientras movía un poco su brazo– Louis

— No, Harry es— susurró aún dormido sin que se le entendiera lo que quería decir.

— ¿Harry qué?

— Harry me dijo que me quería

— Oh, eso es muy lindo, ¿ahora puedes despertar? 

— Pero yo quiero estar con él, Harry me gusta, aún lo amo, si me pidiera hijos yo sé los daría porque quiero una familia con él— se movió de tal modo que se pegó más al alfa que lo abrazaba.

— Déjalo, yo lo despierto— sonó la voz ronca de Harry con una sonrisa en su rostro. Mientras la otra pareja estaba conmocionada por lo que Louis acababa de confesar entre sueños— no digan nada de esto, menos en su presencia, por favor.

— Claro, ahora será mejor que lo despiertes y lo lleves a su casa.

— Sí, por supuesto. Lou, amor despierta— decía bajito, tratando de encontrar alguna reacción de conciencia en Louis.

— Harry, ¿Vamos a tener una familia? — Alice y Nina se retiraron para darles privacidad a la pareja. Harry quería llorar porque aunque Louis probablemente no se acordaría de eso, las palabras que decía se quedarían en su mente para toda la vida.

— Contigo siempre será sí— susurró reteniendo las lágrimas en sus ojos— Louis, despierta. Ya llegamos— dijo luego de unos minutos en los que su postura regresaba a ser neutral. Lo hizo con más fuerza, sacudiendo el cuerpo a su lado, aún con la delicadeza con la que el omega debía ser tratado. Esta vez funcionó.

— Lo siento, estaba muy cómo— soltó una risita tallando sus ojos— ¿En dónde estamos? — preguntó viendo por la ventana al darse cuenta que no reconocía el lugar.

— En la casa de Alice, ellas trajeron el carro hasta aquí y ahora te llevaré a tu casa. ¿Me puedes dar tu dirección?

Justo en el momento en qué Harry pidió a Louis su dirección, el celular del omega empezó a sonar, indicando una llamada y decidió atender con una sonrisa en el rostro, se disculpó y bajó del auto, dejando la puerta abierta.

— ¿Hola? — preguntó divertido y su sonrisa se hizo más grande cuando recibió la respuesta— ¡Hola, amor! ¿Cómo estás, mi vida? — reía al escuchar el ruido al otro lado — Oh, ¿un regalo para mi? Entonces me quieres ver ahora mismo, me parece increíble— daba una pausa corta entre cada frase— Oh, cariño yo también te extraño muchísimo pero te veo en unos minutos, ¿Bien? Te amo, recuérdalo.

Regreso al auto con la sonrisa tan grande que algo en el interior de Harry se rompió. ¿Era el otro? ¿Louis le había mentido? ¿Tenía alguien en su vida? No quería pensar mal del omega, podría confiar su vida en él pero ahora empezaba a dudar.

La sonrisa era dirigida a él y sólo a él, en eso se concentraría por el momento, aprovecharía esa sonrisa que era para él.

— Hubiera querido que me acompañaras a mi casa— empezó a decir sin borrar su sonrisa y su mirada era de emoción pura— pero ahora, ¿Me puedes acompañar a casa de mi madre? — mordió su labio inferior esperando aprobación por parte del alfa.

— Lou, me encantaría pero... es decir, tu familia no sabe que hablamos o siquiera que nos hemos vuelto a ver. Creo que será mejor que se los digas y después podemos quedar para almorzar o algo— la sonrisa en el rostro de Louis se desvaneció conforme las palabras eran expuestas desde la boca del alfa.

Just me & you... and the babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora