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— ¿Ya sabes qué vas a hacer para tu cumpleaños? — preguntó Mary mientras llevaba un bocado a su boca.
Louis pasó el trago de jugo que tenía y habló con todos los ojos de los presentes puestos en él.

— Pasaré mi cumpleaños con mis amigos y para el día siguiente estaré aquí para abrir los regalos— dijo viendo a su mamá. Ella asintió.

— ¿Puedo ir contigo? — preguntó Gabriel ilusionado. Quería ir a divertirse y si tenía el pretexto de que era la fiesta de su hermano, era aún mejor.

Ahora Louis se encontraba en un problema. Su decisión final había sido estar él sólo. Disfrutar su soltería, regalarse flores él mismo, de salir y tal vez conocer alguien. Pero sólo.

— Estaremos en mi departamento, sólo seremos nosotros tres así que no creo que quieras ir— se encogió de hombros sin ver a su hermano.

Estaban en un almuerzo familiar, un fin de semana después de que fuera a cenar afuera con Alexis.

Dylan no habló con él en la escuela, tampoco lo iba a obligar a hablar. Pero desde ese día lo vió diferente y se dió cuenta de lo que pasaba.

Dylan fingía, pretendía que su vida era perfecta, fingía que todos los fines de semana se acostaba con un alfa diferente. El lunes que lo vio agachó la cabeza cuando lo vio y siguió de frente con sus amigas.

Cuando pasaron a su lado hicieron un comentario referente a qué Louis era un virgen sin experiencia a lo que sólo le causó una risa. Dylan pidió que lo dejarán que ya era aburrido y lo dejaron.

Louis sentía lastima por Dylan, todo lo que escuchó y todo lo que veía. Sabía que sí algún día se le olvidaba alguna mentira que dijo, su teatro de la vida perfecta se esfumaría y probablemente todos a su alrededor lo abandonarían.

Se encontró muchas veces pensando en Harry y en lo que pudiera estar pasando, ¿Qué tal si estaba teniendo un día pesado? ¿Alguien lo recibiría y le diría que todo estaría bien? ¿O lo esperaría con la cena lista? Se encontró muchas veces pensando en que él quisiera ser esa persona, quién lo esperaría dispuesto a escucharlo toda la noche con tal de sacar toda su frustración, abrazarlo y dormir juntos.

Se imagino cómo sería su departamento. Obviamente debía de ser grande, ¿pero qué tan grande? ¿Estaría en el último piso o se encontraba en los más bajos como él? ¿En cuál de todos los edificios viviría él?

— ¿Lou? — lo sacó de sus pensamientos la voz de su hermana.

— ¿Perdón? — todos lo miraban confundidos, incluso la niña a su lado.

— Te preguntaba que sí te gustaría invitar a alguien para cuando abramos los regalos.

— Tal vez a Alexis, como todos los años— dijo con una sonrisa nostalgica al recordar que un año no fue así.

— ¿Quieres hablar de eso? — le preguntó Gabriel al descifrar su mirada.

— Me gustaría regresar algún día. Saber que ha sido de ellos— sonrió y continuó con su comida.

— Freddy está comprometido— dijo Mary recordando cuando su mejor amigo le contó la noticia de la familia.

Los ojos de Louis se abrieron tan grandes que fue casi cómico.

— ¿Freddy? Que lindo, es muy bueno. Imaginarlo tan bello caminando al altar. Me da mucho gusto.

Estaba feliz, mucho, sólo había convivido con ellos unos días en unas vacaciones pero se encariñó con ellos.

— A ti te alegra. Harry se enojó y en ese momento marcó a su primo para pedir explicaciones. Al terminar la llamada lloró porque “no podía cuidar a su primo”

Just me & you... and the babyWhere stories live. Discover now