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Habían pasado unas semanas y Louis aún no sabía cómo decir la noticia a Harry y a su familia. Él estaba emocionado y tenía que guardar toda esa emoción y sacarla cuando estaba sólo.

Tampoco sé quería ilusionar ni dar la noticia, pues es bien sabido que hasta que se hayan cumplido los tres meses de embarazo era menos probable sufrir un aborto espontáneo. Y bueno, él sabía que ni aún pasando ese tiempo era seguro que el cachorro sobreviviera. Pero en serio estaba muy emocionado.

Había pedido sus vacaciones en el trabajo, estaba pensando seriamente en abandonar el trabajo y buscar uno que no fuera tan pesado, sabía que si le pedía a Harry que lo mantuviera en lo que terminaba la carrera, lo haría, pero no se le hacía algo correcto, no era algo que lo representará.

Estaba en su departamento, habían estado ahí desde hace unos días, pues Louis también empezó a pensar mucho en la propuesta que Harry le había hecho unas semanas atrás: vivir juntos oficialmente en el departamento de Harry.

Quería hacerlo, pero se quería despedir del que alguna vez fue su hogar. Recuerda que el día que llegaron, el aroma era casi nulo a pesar de haber vivido mucho tiempo ahí. Y no, no es que fuera nulo el aroma, sino que estaban tan acostumbrados al aroma en el departamento de Harry, tan fuerte e intenso.

Tuvieron algunos problemas para dormir en la cama y al haber, prácticamente, abandonado el lugar era obvio pues las cama seguían con cobijas eficientes para el invierno pero era claro que no para la primavera. El calor era tan sofocante que decidieron dormir en el sillón, en la sala, con las ventanas abiertas. Aunque al día siguiente, despertaron con muchos piquetes de mosquitos.

Louis no sabía cómo abordar el tema, estaba en el sofá a un lado de Harry y el alfa podía notar su inquietud y nerviosismo pero no decía nada pues no quería presionar a Louis.

El omega de puso de pie y fua a la cocina, buscando cualquier pretexto pero no podía sólo pensar en otra cosa. Regresó al cabo de unos segundos con una bolsa de palomitas en la mano.

— ¿Qué es lo que tienes?— le pregunta Harry pasando su brazo por sus hombros y acercándolo más a él.

— Estoy pensando. Harry, ¿Podemos hablar? Cómo, que es lo que queremos el uno del otro.

Eso desconcertó a Harry. ¿Louis habría encontrado a alguien más? ¿Tendría algún pretendiente que estaba dispuesto a cortejarlo?

Su ceño se frunció y en su mente el sonido exterior no existía.

— Claro, siempre podemos hablar, ¿Pero a qué viene esto?

— Harry, yo me veo en un futuro contigo, yo nos veo en una familia, viviendo juntos en una casa, con un jardín en dónde nuestros cachorros jueguen y corran descalzos por el pasto. Quiero saber qué es lo que tú quieres.

— Oh, Lou. No sabía que eso era lo que querías— empezó a decir Harry y eso hizo que la cabeza de Louis empezará a sobre pensar las cosas. Probablemente Harry lo veía como diversión y pasatiempo y él ya había confesado sus sentimientos— quiero exactamente eso, quiero hacerte feliz el resto de nuestros días, quiero tenerte todos los días entre mis brazos— lo abrazó y lo subió a su regazo— quiero ver lo hermoso que eres cuando estás embarazado y quiero que seas mi novio y en un futuro mi omega y esposo. Louis, ¿Quieres ser mi novio?

El omega se lanzó contra sus brazos y besó en repetidas ocasiones los labios del alfa quién le correspondía inmediatamente los roces de labios que expresaban su amor.

— Harry claro que quiero. Siempre lo voy a querer. Te amo alfa bobo, eres lo mejor que me pudo pasar— Volvieron a besar sus labios y fundirse en muchos abrazos llenos de afecto— por eso mismo, creo que es momento de dar el siguiente paso— dijo sobre sus labios viendo a los ojos que también lo veían— quiero dejar de rentar el lugar y si me aceptas, mudarme contigo.

Just me & you... and the babyWhere stories live. Discover now