6

214 17 0
                                    

La situación en su casa no había mejorado, su madre seguía sin dirigirle la mirada más allá de lo necesario.

Estaba enojada, claro que lo estaba, pero más que nada estaba preocupada, su hijo no tenía novio o novia y estaba seguro que esa criatura se concibió en un encuentro de una vez, conocía a su hijo y hacía eso pero estaba preocupada. Si a ella se le complicó aun teniendo un alfa a su lado no se imagina como sería con su hijo.

Era sábado por la noche, estaban comiendo la cena cuando Gabriel no aguantó la tensión que se formaba y decidió preguntar de una vez por todas, antes de que terminara volviéndose loco.

—Me van a decir ya qué es lo que pasa con ustedes. No se hablan, apenas cruzan miradas y ninguno sale de su habitación para evitar al contrario así que hablen de una vez— dijo rompiendo el silencio terrorífico que los rodeaba.

—Que te diga él, problema mío no es— dijo mientras metía una zanahoria a su boca.

—Lou, ¿Me cuentas qué es lo que pasó? Por favor, pequeño, no quiero que estén peleados— dijo tomando su mano.

Madre e hijo cruzaron miradas. Louis pidiendo ayuda a través de sus ojos y ella sintiendo culpa cuando vio los ojos de su bebé.

Asintió en dirección a su hijo que dio un largo suspiro.

—Tengo que decirte algo, mamá ya lo sabe y por favor enójate conmigo pero con nadie más— dio un largo suspiro y su voz empezaba a temblar— el día que fuimos al doctor y que te pedí salir, me dieron los resultados y lo sabes, pero me habían hecho un chequeo general. Eso significa que, como omega también me hicieron una prueba de embarazo— cuando sus palabras salieron su hermano empezó a respirar fuerte y a negar con la cabeza— resulta que el idiota de tu hermano salió embarazado— terminó de decir y lo siguiente que se escuchó en la habitación fue el rechinido de la silla contra el suelo.

— ¡¿Qué mierda Louis?!— Gritó logrando que se encogiera en su lugar— ¡¿quién es el idiota que te embarazó?!— Estaba muy enojado y podía olerlo incluso en la esquina de la cuadra, estaba seguro— Dime quien es el idiota y le aviso a Sofí que vayamos a golpearlo porque se metió con nuestro omega. No Louis y tú eres un idiota por no haber usado protección, suficiente tenía con saber que habías iniciado tu vida sexual ¿pero saber que estás embarazado? Es suficiente. Mamá, ¿Por qué no le dices nada? — estaba muy alterado, demasiado en realidad.

—Yo ya hablé lo que tenía que hablar con él— dijo seria pero en alerta por si su hijo mayor se atrevía a hacer algo.

—No lo puedo creer de ti Louis, ya entiendo porque la indiferencia de mamá, y no creas que yo te apoyo, me decepcionaste, Louis— dijo y se retiró sin terminar su cena.

Louis lloró mucho después de que hermano saliera de la casa, no se podía contener y estaba ahí en el comedor sin poder dejar de soltar lágrimas de tristeza. De todas las personas que pudo imaginar, jamás pensó que Gabriel fuera quien lo rechazara.

Lo esperaba de Sofía, de sus amigos, de su madre e incluso de Harry pero jamás de él, del niño que le daba galletas a escondidas de sus padres, de quien lo defendía en la escuela cuando era molestado por los demás, quien lo llevó a su primera fiesta y le presentó a quien fue su primer novio. Se sentía más idiota aún.

Sus manos cubrían su rostro y brincaba cuando sus sollozos se hacían más y más fuertes. De pronto sintió unos brazos a su alrededor, de forma protectora, seguidos de unos sollozos y besos en su cabello.

El olor de su mamá lo envolvió relajándolo y rápido se volteó a ella buscando el apoyo que necesitaba.

—Soy un estúpido mamá, no lo quiero, quiero que salga de mí, quiero que me lo saquen, esto no es mío no es mi hijo— lloraba con tanta fuerza y esas palabras hirieron mucho a su mamá, quien lloró más fuerte. Negó sobre la cabeza de su hijo pensando en el dolor que eso les causaría a todos.

Just me & you... and the babyWhere stories live. Discover now