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James gritó y lloró de emoción. Abrazó tan fuerte a Louis quién le devolvió los abrazos y también soltó algunas lágrimas en el proceso.

El omega mayor revisó a Louis al contarle del desmayo de hacía unas horas atrás. Dijo que todo estaba bien y empezó a alimentar a los jóvenes con un almuerzo saludable.

Tuvo que ir a trabajar así que los dejó solos en la casa comiendo lo que les quedaba de su comida. Nicolás no estaba, había salido a hacer turno en el hospital así que llegaría hasta el día siguiente.

Después de lavar los trastes entre los dos (Harry lavaba y Louis secaba) fueron a la sala para ver una película juntos. Aunque eso no fue lo que hicieron.

Harry sin poder evitarlo besó los labios de Louis más de una vez, besos que eran correspondidos por el omega que tomaba su nuca para aferrarse a algo y no caer ante las sensaciones que pasaba por ese momento.

No saben como pero en un momento, Louis estaba sobre el regazo de Harry con ambas de sus rodillas a cada lado de la cadera de Harry creando cierta fricción. Se separaron cuando el aire faltó y ambos tenían las mejillas rojizas por la vergüenza que les provocó el momento.

Ya después se sentaron correctamente y Louis empezó a bostezar. Estar embarazado cansaba mucho. Se acurrucó contra los brazos de Harry que lo abrazaban y recargó su cabeza en el pecho del mayor.

— ¿Quieres dormir? — le preguntó Harry acomodando mejor ambos cuerpos para evitar las incomodidades.

— Sí, me siento muy cansado— respondió con la voz cansada y sus ojos empezando a cerrarse.

— ¿Quieres dormir hoy conmigo? — el alfa tenía la esperanza de que dijera que sí. Él se había quedado en casa del omega unas veces pero Louis no se había quedado con Harry.

— Sí, quiero dormir contigo todos los días— habló con la conciencia medio despierta. Escuchó el corazón de Harry acelerar y sonar más fuerte contra su pecho, y eso no hizo más que acelerar el suyo y sentirse tan bien con la situación.

— Bien, pues vayamos. Agarra tus cosas y pidamos un taxi— dijo tratando de levantarlo, aunque con su último comentario logró que se despertara.

— ¿Que esta no es tu casa?

— No como tal, es la casa de mis padres y vengo los fines de semana desde el viernes. Yo vivo con Alice en una casa pequeña— comentó agarrando las mochilas de ambos.

Llamó a un taxi para su servicio y dentro de menos de cinco minutos ya estaba rumbo a la otra residencia.

Sí, era pequeña pero se veía bien. Al ser casa de alfas pensó que estaría desorganizada y sucia pero no pudo estar más equivocado. Todo estaba perfectamente limpio, con las cosas organizadas.

Incluso llegó y el olor a comida inundó sus fosas nasales despertando el hambre incluso cuando no tenía más de dos horas de haber comido.

La casa era pequeña, pero estaba bien distribuida. Era de dos plantas, entrando por la puerta principal te encontrabas con la sala directamente; dos sillones, un librero y una tele de mediano tamaño, acompañado con un sistema de sonido que se veía bastante potente.

A un lado está la cocina junto al comedor para cuatro personas, todo en acabado de madera clara, se veía bastante hogareño. A un lado de la cocina y debajo las escaleras que llevaban al siguiente piso se encontraba una lavadora y una secadora con todos los materiales para poder lavar ropa. Al otro lado de la escalera había una puerta que llevaba al muy pequeño jardín de la residencia.

En la parte de arriba había un pasillo algo angosto con dos puertas en el medio y al fondo había otra puerta. Las de los costados eran las habitaciones, una para cada alfa y la sobrante era el baño. En la pared contraria al baño había una ventana ocupando toda la extensión que se le era permitida, que daba vista a la avenida donde se encontraba la casa. Le había gustado mucho a Louis en cuanto la vio.

Just me & you... and the babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora