Capítulo 39: Piel contra piel

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Boun estaba a punto de dormirse cuando Prem se metió en la cama. Habían sido unos días agotadores. Disfrutó del olor de su omega mezclado con el jabón favorito de Prem, que olía a limpio y a dulce.

-Has tardado -murmuró.

-Me cuesta más lavarme. No llego bien a todos los sitios. Es culpa de esta barriga que me has hecho.

Boun sonrió. Prem se abrazó a él y el alfa abrió los ojos, súbitamente interesado.

-Se te ha olvidado la ropa.

-Puede que haya sido intencional. ¿Qué ocurre?¿Sigues mareado por el vino?

Prem se había reído de él porque habían dejado el coche en el aparcamiento del restaurante. La celebración se había alargado y Boun estaba algo borracho aunque se negara a admitirlo. Sus mejillas rojas, el brillo en sus ojos... Prem le había indicado sutilmente que dejara de beber. En su estado no podía hacerse cargo de él.

Boun estaba achispado pero no lo suficiente como para dejar a Prem conducir. El taxi les dejó en casa y Boun se había recostado un poco mientras Prem se bañaba.

-Ya no estoy mareado, pero no me he lavado. Y tú hueles tan bien...

Prem se encaramó al alfa. Le quitó la camisa sonriendo. Boun se mordió el labio, excitándose de inmediato.

Prem gimió al notar la erección, la dureza palpitante contra su espalda.

Boun empezó a acariciarle y sujetó con sus dedos el pezon más sensible y oscuro de Prem.

-Recuerda... no perder el control.

Prem asintió y se rió. Cuando la niña naciese, iba a encerrarse a hacer posturas sexuales salvajes durante semanas.

Le bajó los pantalones a Boun. El pene que antes le presionaba ahora estaba caliente y húmedo y le hizo gemir a punto de correrse.

-Prem... no podemos dos veces... recuerda a la doctora.

Prem asintió,frustrado. Solo quería que le follase, le costaba ir despacio pero les habían advertido acerca de que bajasen la intensidad, al menos podían mantener la frecuencia.

Prem estaba montado apoyado en la pelvis del alfa. Los ojos se le llenaron de lágrimas.

-Gracias por todo. Resolviste lo que no tenía arreglo. Me buscas un trabajo. Me has dado esta felicidad, esta familia, la bebé...

-Pareces estar constantemente boicoteando tu capacidad. Solo tú me ha hecho enamorarme así, me has dado la serenidad de un compañero de vida, te viniste conmigo sin dudar ni pensar y llevas dentro a nuestra hija. Todo lo demás, lo que hice, fueron contactos y abogados.

-Y ser tu. Desde el principio me sentí unido a ti.

Boun le movió las caderas. Le bajó despacio, llenándolo con su erección.

Ambos se contuvieron unos segundos. Prem empezó a moverse notando las caricias del miembro duro y caliente. De repente se notó lleno del semen de Boun. Le había llevado demasiado al límite.

Boun no le dejó ir. Le acarició con las manos los genitales, jugando con sus testículos y su pene. Muy pocos alfas recordaban que los omegas también disfrutaban cuando mimaban sus órganos sexuales más allá de la zona anal.

Prem gritó con el orgasmo. Desnudo y sucio, pero satisfecho, se durmió.

Boun le cubrió con la colcha.

-Tú eres a quien debo todo.-susurró.

39 semanas ||Completa||BounPrem||Omegaverse||OhmFluke||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora