Capítulo 19: Actividad moderada

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"Durante las primeras doce semanas, especialmente entre la cuarta y la doceava, el omega se puede sentir débil, somnoliento, cansado, con fluctuaciones de humor y líbido elevada, algo lógico dado su carácter más sensible.

Se trata de que en esos meses se produce una mayor actividad de las células y las hormonas que envían órdenes al cuerpo para que esas células se sientan protegidas o seguras para la evolución del embrión, que al llegar a la semana doce alcanza ya un tamaño pequeño pero una madurez que disminuye en un cincuenta por ciento la posibilidad de un aborto espontáneo.

En estos meses lo normal es que el gestante alcance un peso limitado, entre uno y dos kilos por mes.   Es importante cuidar la alimentación tanto para controlar el aumento de peso como para que los malestares estomacales sean menores.

Se recomienda actividad física moderada excepto prohibición expresa del médico o el alfa, así como las relaciones sexuales entre Lis compañeras, por la liberación de hormonas que llenarán al omega de  bienestar".

Prem estaba leyendo uno de los folletos de la clínica.  Ofrecían muchas actividades físicas adecuadas para esas semanas complicadas.  Yoga, pilates, natación, terapia de ejercicios acuáticos en compañía del alfa...

Ni siquiera reconocía el nombre de alguna de esas cosas.

Se acarició el abdomen.  La noche anterior había dejado que las hormonas tomasen del todo el control.  Y no se arrepentía.  Cada vez que veía a ese hombre que había resultado ser su alfa sentía que el cuerpo se le derretía y las piernas se le abrían sin consideración alguna por su propietario.

Se acarició el cuello.  La herida comenzaba a cerrarse para dar lugar a la cicatriz que le marcaba como propiedad del alfa y a la vez su dueño por si algún omega se atrevía a acercarse.

Boun le había colocado un apósito y le había dicho que esa tarde irían a la clínica para saber si todo estaba bien tras tanta actividad.

Pero Prem sabía que estaba bien.  Se había dormido en brazos de Boun y se había despertado con la cabeza en la taza del baño, agobiado por las náuseas y vómitos matinales.

Después de media hora de quejas y mimos había desayunado con normalidad, o su nueva normalidad.  Comida abundante pero que no le sentaba mal.

Ahora observaba al alfa, que cerraba el portátil y ponía cara de aburrimiento.  Se levantó.  Llevaba ropa informal de andar por casa, el cabello revuelto y unas gafas que le daban aspecto de adulto que vuelve a la Universidad.

-Prem, tengo que ir a la oficina.  Hay cosas que no puedo hacer con teletrabajo.

Prem frunció los labios.

-Entonces iré también.  Me encuentro bien y no me fío de sustitutos.

-Tienes la marca palpitando y a veces sangra.  Has tenido muchas náuseas y apenas has dormido.

-Vamos, lo tomaré con calma.

-Creo que deberías quedarte en casa hoy, Prem. -le acarició la mejilla -no soy controlador y sabes que me parece bien que sigas trabajando.  Pero tu trabajo es muy físico, requiere esfuerzos y me da miedo tu bienestar y el del bebé.

Prem bajó la cabeza, consciente de su derrota.  Desde que llevaba a su hijo dentro, se encontraba mucho más cansado y el trabajo se le hacía pesado.

-Está bien.  Pero no porque me lo ordenes.  Porque pienso igual

Boun se rio y le dio un beso.  Lo que iba a ser un roce de labios Prem lo convirtió en algo más , abriendo sus labios con el empuje de la lengua y jugando con el alfa al morderle el labio superior.

-Prem, tengo que ir a trabajar.  De verdad.  Y si sigues así, no llegaré ni para la hora de comer.

-Son sólo las siete.  Las oficinas abren a las ocho.

-Tengo que ducharme.  Anoche sudamos mucho.

Prem cedió y le vio ir al aseo.  Escuchó el agua de la ducha correr.

Boun estaba bajo el chorro de la ducha cuando Prem le abrazó por detrás.

-Quiero que vayas a trabajar feliz.

-Prem...

-No, no digas nada.  No tienes que hacer nada.  Déjame a mí.

Boun apoyó la cabeza contra los azulejos.  Prem se arrodilló y le acarició.  Notó su mano acariciándole y gimió ante la expectativa.

Pero Prem siempre superaba sus expectativas, como comprendió al notar que su pene era recibido por la boca del omega ante él.

-Soy un fracaso como caballero -pensó antes de perder la noción del tiempo.

Boun llegó a la reunión con el tiempo Justo.  Se sentó en su sitio habitual.  Dio un sorbo al café doble que había comprado en el Starbucks habitual.

-¿Una noche complicada?

Miró a Ohm que sonreía socarronamente.

-Podemos llamarlo así.

-¿Le has convencido para que tome una baja por riesgo en el embarazo? Resbalones, caídas...

-Aun no pero esta tarde iremos a ver a la doctora.

-¿Ya? Aún no os toca revisión.

-Anoche hubo mucha actividad.  Y le... marqué.

-Joder con el que quería ir despacio.

Ambos se callaron.  El responsable de publicidad audiovisual comenzaba una explicación.

39 semanas ||Completa||BounPrem||Omegaverse||OhmFluke||Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin