Capítulo 28: En la oficina?

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Os gustaría que utilizara separadores para mejorar la estética del texto? O dejarlo como está?

En contra de todo lo esperado, ni Ohm ni Fluke se presentaron ese día en su puesto de trabajo.  Ohm envió un documento excusándose y explicando que iban a quedarse en casa unos días.  Él estaba estresado y necesitaba desconexión mental y Fluke estaba teniendo molestias propias de su estado.

-Es una excusa para estar en la cama todo el día -dijo Boun.  Pero como él planeaba hacer algo similar, pedir baja por paternidad, algo no demasiado bien visto, no se sentía quien para juzgarlos.

Un sobre color manila estaba sobre su escritorio.  Llevaba la rúbrica de Ohm grabada.  Lo abrió.  Había incluso usado lacre.  Parecía que se lo tomaba en serio y Boun lo agradecía.

"No es mi intención apelar a nuestra amistad para evadir consecuencias.  Tienes todo el derecho a poner una queja formal contra mí en la reunión comunitaria por insultar a tu omega en tu propia hogar.  Pero espero que podamos resolver este asunto sin tener que llegar a eso.  Me gustaría que mañana vinierais a nuestra casa para cenar y conversar, y yo le pediré las debidas disculpas según la tradición formal.  Mi esposo y yo deseamos que nuestra relación con vosotros sea como antes y yo también lo deseo".

Boun sonrió. Casi se lo imaginaba haciendo una reverencia.  Fluke le debía haber pateado el culo pero bien.  Decidió restar formalidad al asunto enviándole la respuesta por mensaje de texto.

Aunque sintió satisfacción al recibir esas disculpas.  Estaba absolutamente entregado a Boun y era también su dueño y ese lazo mutuo podía causar mucho dolor si uno era ofendido.

Y sabía que a Prem le habían hecho mucho daño los dardos envenenados de Ohm.

Alguien tocó con los nudillos en la puerta.  Prem apareció con su uniforme de operario de limpieza.  Como no había pedido otro le quedaba pequeño a la altura del abdomen.  Ahí dentro iba el bebé que los había unido.

-Vengo a comunicar a mi alfa que hoy es mi último día laboral hasta que el bebé tenga como mínimo tres meses.  Tienes razón.  Te tengo y no necesito ponerme en riesgo a mi y al niño para satisfacer egos absurdos.  Me voy a centrar en seguir todas las recomendaciones del médico, de Lala y de todo lo que vea por ahí en webs de padres. 

-Muy bien. -Boun sonrió con picardía y utilizó la voz ronca y espesa que caracterizaba a los alfas cuando daban órdenes -muy bien, eres mío y sabes cuidar lo que es mío.  Tú.  Y nuestro hijo.

-Boun, no hagas esto aquí -miró nervioso a los lados - ni siquiera sé si está insonorizado...

-Entonces tendrás que morderte los labios.  Porque saber que no te voy a tener cerca ya me pone triste.  Y no quiero estar triste.

Prem sonrió.  El alfa se había acercado hacia él y lo apretó con firmeza.  Su rostro estaba cubierto por una pátina de sudor, sus ojos se habían tornado amarillo oscuro como ámbar y sus labios estaban llenos de promesas.

Podía notar su pene duro y erecto contra su entrepierna.

-Boun... ¿por qué... por qué estás tan caliente de repente?

-No lo se.  Creo que es porque anoche me quede frustrado.  O porque quiero marcarte. O porque Ohm me ha pedido disculpas y se que eso te hará feliz.  O solo porque has entrado aquí con ese traje que te queda pequeño y esa sonrisa de pura inocencia.  Y porque te amo y te deseo.

-¿Estás seguro de que es buena idea? ¿Aquí?

-No, pero no puedo aguantar.

-Recuerda...

-Recuerdo perfectamente lo que nos dijo el médico.

Prem asintió.

-¿Sabes? Podrías ser el encargado de la limpieza que entra sin avisar y seduce a un ejecutivo muy cachondo.

-Eso no es una fantasía.  Es lo que está pasando.

-Bien.  Tu mismo lo has dicho -Boun le empujó despacio hacia el sillón reservado para las visitas.  - hagámoslo.

-No he cerrado la puerta y como manches el sillón...

-Prem, ahora cállate y déjate llevar por mí.

Boun le levantó del sillón y luego colocó sobre sus caderas a Prem.  Él omega ya estaba más que preparado para él.  Su reticencia era timidez fingida.  Estaba deseando eso, se estremeció cuando Boun le dijo que no le importaba una mierda la puerta.  Deseaba como él disfrutar de aquello furtivo, prohibido y a la vez permitido.  El fruto prohibido escondido entre las piernas de su alfa.

Se decidió a empujar tímidamente. Sus pelvis chocaron.

-No podemos... y quiero...

-Cariño, hay maneras.

Prem asintió. Boun le bajó la cinturilla del traje de trabajo.  Debajo llevaba unos bóxer blancos. Boun se lamió el labio inferior cuando vio cómo se marcaba perfectamente su miembro.  Se transparentaba y le volvía loco. 

-Sácame la mía.

Prem obedeció.  El cinturón, el botón del pantalón de traje, los bóxers de cuadros.  La pesadez de la erección de Boun cayó sobre la palma de su mano.  Los testículos pesaban a los lados y no sabía por donde empezar.  Boun le sacó el pene.  La apretó, sin quitarse la ropa.

-Frótate contra mí.

Asintió, en un trance erótico del que no quería salir.  Su pene empezó a frotarse contra el de Boun.  Fue a mover las caderas, pero Boun corrigió su posición.  No podía penetrarlo y no iba a hacerlo aunque le fuese la vida en ello.

Prem jadeaba y le miraba con cierta sorpresa, como si no fuera consciente de que eso podía hacerse de esa manera.  Pero los suspiros del
alfa y su propio placer le enloquecían.  La piel de los dos, sus penes calientes, duros, en una masturbacion conjunta donde no hacían falta manos.

La respiración del omega se hizo más rápida y finalmente se estremeció y se mordió los labios para no gritar mientras llenaba el abdomen y el miembro de Boun de líquido seminal.

Boun se frotó una vez más y le siguió, ahogando su grito. 

Prem se quedó unos segundos respirando profundamente sin poder moverse.  Cuando al fin lo hizo, intento ignorar la mirada satisfecha del alfa.

-Creo que no voy a poder trabajar hoy.

-Que lástima.

-Y el sillón...

-Yi lo limpiaré.  Y avisaré de que estás enfermo.  Te llamaré un taxi.

39 semanas ||Completa||BounPrem||Omegaverse||OhmFluke||Where stories live. Discover now