Capítulo 30: Omega's scent

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Cuatro semanas más tarde, aquellos días tensos y desagradables habían quedado en el olvido.  Se había hecho una petición de perdón formal y también una conversación entre ambos alfas, ambos omegas y luego todos juntos. 

Ohm no había dudado en pedirle disculpas y explicar cómo le había vuelto loco la repentina ausencia de Fluke y cómo esto le había hecho volver a sacar pensamientos que llevaba mucho tiempo enterrados, de cuando apenas se conocían.

De alguna manera los cuatro salieron del episodio habiendo formado una renovada y más intensa amistad.  Finalmente habían acabado creando un núcleo familiar dentro de los suyos propios, uno de la familia que se elige, una pequeña manada con cachorros en camino.

Prem empezó a tomar costumbres y a estar más calmado.  Aunque después de lo ocurrido, las amistades profesionales y familia de Boun insistían en una presentación oficial de la relación, no se sentía preparado.  Ni siquiera se sentía capaz de comunicar a su propia familia su estado.  Y su enamoramiento.

Cuando empezó a ser tan ambicioso con el trabajo y un marido rico, recibió palabras elogiosas acerca de que un omega así era lo que necesitaba su familia, alguien que supiera colocarse a si mismo en el mercado y no esperar a que otros se encargasen de nada.

De todos modos, el paso de los años y su fracaso le convirtieron en el miembro incómodo y oveja negra de la familia.

Boun tenía muchas ganas de avanzar más rápido, pero el miedo de Prem a sentirse rechazado justo en un momento en que se sentía tan vulnerable le llevaba a recordarle su promesa de darle treinta y nueve semanas.

Dormía por las mañanas, iba a desayunar algo a la hora del café con Boun y luego salía con Fluke, que a esa hora abandonaba la oficina.  De hecho, planeaba dejar de trabajar en pocas semanas.

Aquel día fueron a la clínica para unos análisis rutinarios de Fluke.

-Por favor, necesito comer pastel de limón con mousse -dijo éste cuando salió de las extracciones.

-No se si debería -confesó Prem -he engordado bastante.  No sé si es normal.

-Lo es.  Te llevo unas semanas de adelanto y estaba más gordo que tú.

-Boun dice que estoy maravilloso, pero puede decirlo por hacerme sentir bien.

-¿Seguís haciendo el amor todos los días?

-Dos veces.

-Entonces, puedes estar tranquilo.

-Parece que eres más propenso a hablar de eso.

-Ohm no me ha hecho sentirme inseguro nunca más.  Y ahora además todo es más divertido... por atrevimiento.

Ambos se rieron.  Prem aceptó el comer pastel. 

-¿Y si vamos a uno de esos masajes prenatales?   Los músculos lumbares me duelen.

Fluke colocó su tarjeta para pagar en manos del camarero.  Eso ya no era obligación como antes.  Prem tenía su propia tarjeta con gasto ilimitado.

-Creo que tengo una idea mejor para tus complejos.  Así quizás te animes a mostrarte más en público con tu alfa.

-Ya lo hago. Y esta marca es la prueba.

-No me refiero a esa clase de muestra.  Me refiero a que necesitas que vuestros universos no colisionen.  Que se mezclen.

-Mezclarnos se nos da bien.

-Mente sucia.  Vamos.

Cuando entraron en la boutique, Prem deseó decirle a Fluke que cómo se atrevía a llamarle sucio a él, y que como conocía esos lugares.

"Omega's Scent"

El propio nombre no daba lugar a dudas. Estaba lleno de cosas carísimas, con clase, pero con el denominador común de que estaban concebidas por y para los omegas adinerados y su bienestar. Desde supresores de aromas hasta comida habitual en los antojos de los embarazos omegas.  Desde artículos para adolescentes que querían conocer su cuerpo hasta libros sobre etiqueta, Salud, nutrición.... Había una amplia sala dedicada a todo lo que un omega embarazado necesitaba, deseaba o soñaba.  Y los alfas tenían prohibido entrar.

-No sabía que existían lugares así.

-Sí, y ahora mismo lo necesitas.  Alguien que te entienda y te escuchen sin condescencia.  Y comprarte algo de lencería atractiva.  La hay especial para embarazos.

-Nunca me he comprado esa clase de cosas.  Soy más de quitármelo todo.

-Hablando de eso, primero vamos a esa zona de masaje.  Nos vamos a hacer un tratamiento completo, con aceites esenciales y óleo terapia con feromonas.  Va a favorecer que tu olor se haga más intenso hacia él.  Después nos compraremos ropa interior y ropa normal.

Prem se quitó la ropa y se puso en albornoz.

-¿Cuándo has pasado a ser tú la guarra de los dos?

-Cuando me reconcilie con Ohm y en un foro en Internet descubrí este lugar.

-Con razón tú marido se ve tan relajado.

-Y esta noche, el tuyo recibirá un agradecimiento.  Pagado por mí.  Por haber puesto esa sonrisa en tu cara.

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