CAPITULO 33

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Alex

Alai se ha dormido hace una hora en el sofá.
Esta fatal. Cuando la he visto esta mañana ya me he dado cuenta, pero la muy cabezona se ha ido a trabajar, pero cuando la he visto por la tarde… quería matarla. Pálida, débil,  ardiendo, apenas era capaz de hablar sin ahogarse, parecía que en cualquier momento se desplomaría. No se como ha sido capaz de aguantar todo el día de esa manera, y por lo que he entendido le ha venido la regla, y ayer no la tenía, vamos, lo que viene siendo el combo completo.
Noah ha estado todo el día preocupado por que su mami no estaba bien, y yo estaba de los nervios porque aunque le he dicho que me llamara, no me ha enviado ni un solo mensaje. Apenas he comido pensando en como estaría. Y para sumar cosas Alisson me ha estado esperando a que saliera para abordarme, y claro, yo iba con Noah, y ha tenido que escuchar toda la retalía de insultos que ha soltado mientras nos perseguía. Lo peor de todo? Que insultaba a su madre, por suerte eso él no lo sabe. Nos hemos desecho de ella por que íbamos en dirección contraría si no, yo creo que nos sigue hasta donde estaba Alai,  y menos mal que no, por que la pobre estaba hecha un asco.
Cuando la he visto lo he decidido al momento, me iba con ellos. No estaba en condiciones de cuidarse sola, ni de Noah.  Al llegar a casa le he contado a Nana lo que pasaba y he llamado a mi padre mientras cogía algo de ropa. Nana se ha ofrecido ha hacer la cena, por que sabe que yo no soy capaz ni de freír un huevo y mi padre se ha ofrecido a traerlo mas tarde, así que he cogido el alzador del armario del garaje donde mi padre me dijo que estaba y lo he puesto en mi coche.
Alai no ha tardado ni dos minutos en quedarse dormida, la suerte es que llevaba las llaves en la chaqueta y he podido entrar al garaje, subir mis cosas y a Noah hasta el piso y bajar a por ella.
Cuando he visto la temperatura a la que estaba quería que la tierra me tragara. En mi vida había visto fiebre tan alta, no sabia que hacer, he tenido que llamar a Nana que ha tenido que tranquilizarme y decirme que hacer. Me he sentido un completo inútil. Menos mal que Noah es un buen ayudante. Aunque tengo que decir que el baño a sido un poco caótico. Solo tiene ducha y duchar a un niño pequeño es una locura, lo hemos mojado todo. Me he tenido que levantar cuando Alai se ha dormido y fregarlo todo para que no lo viera. Entre eso y que me he convertido en amo de casa en menos de dos horas estoy muerto. Voy a tener que empezar a ayudar a Nana. Esa mujer tiene el cielo ganado.
Una vez creo tener todo recogido, cojo a Alai en brazos y la llevo a la cama. Aun esta algo caliente, pero no tanto como antes. La dejo con suavidad en la cama me tumbo a su lado y la abrazo por la espalda tapándonos con la sabana y la manta. Hace un calor horrible pero ella tiene frio así que tendré que aguantarme.
Desnúdate, vamos a acabar sudando como cerdos.
Si, será lo mejor. Me quito la ropa y la dejo en la mesita de noche y vuelvo a acurrucarme con ella. Parece tranquila, aunque respira un poco raro.
-Alex…- murmura. Esta despierta?
-Dime?
No responde. Solo murmura cosas que no entiendo.
-No te vayas….
-No me voy a ir- le aparto el pelo de la cara y le toco la frente. Si, esta caliente, pero no demasiado.
-Nunca…- se remueve y pega su culo a mi polla. Lo que me faltaba...
-Estas despierta?- realmente tengo mis dudas.
-Tu…. No…. Él…- se remueve de nuevo pero mas brusco-Daño… yo no quería…
Que coño esta diciendo?
Frunzo el ceño y me incorporo para mirarle la cara. Tiene el ceño fruncido y aprieta los ojos con fuerza. Tiene la mano apretada en un puño con la sabana y el cuerpo entero lo tiene en tensión. Estas son las pesadillas que me dijo Noah? Ha dicho que él le hizo daño y que ella no quería, o al menos eso he entendido.
Un sollozo ahogado llega a mis oídos. Esta llorando, sudando y no para de moverse y hacer ruiditos y decir palabras sin sentido: No, él, azul, grisáceo,  muñeca, fuera, Noah, duele, ayuda. No entiendo nada pero me esta asustando, si sigue apretando la sabana así se va ha hacer daño. Intento que la suelte pero no hay manera, le acaricio el pelo y intento tranquilizarla pero no se calma, intento despertarla y nada. Me paso la mano por la cara frustrado, que cojones hago?
-Aaaahh!- grita. Un grito de puro pánico.
Se incorpora de golpe en la cama agarrándose el pecho, sudando con el pelo pegado al cuello, respira con brusquedad y mira hacía todos lados desorientada. La abrazo y la pego a mi cuerpo.
-Eh canija, estoy aquí, estas bien- se abraza a mi como si su vida dependiera de ella- solo ha sido una pesadilla. Estas bien tranquila.
Entierra la cara en mi cuello y coge aire. Su respiración se va calmando y su cuerpo va destensándose poco a poco.
-Estas mejor?
-Lo-lo siento. Hacía mucho que no tenía una pesadilla.
-Quieres contármelo? eso ayuda.
-Estabas tú,  y él, me arrastraba yo no…
-Quien es él?
Se abraza mas a mi y coge aire pero no dice nada.
-El padre de Noah?-asiente con la cabeza pero sigue sin decir nada.
La maltrataba? Llevo tiempo dándole vueltas. Tiene que ser eso. De ahí que desconfíe tanto de los hombres y no quiera acercarse y que no quiera contármelo.  Ni siquiera se su nombre. Nunca lo ha dicho ni me ha contado nada de él. Se niega en rotundo. Fue su voz la que dijo que escucho en el colegio? Tuvo que hacerle mucho daño para tenerle ese pánico. Siento en el estomago una rabia que no había sentido en mi vida. Quien coño es ese hijo de puta?
-Duérmete- mi voz es mas dura de lo que pretendía-estoy aquí, no pasara nada.
-No me sueltes.- suplica- tu olor me relaja.
Nos tumbo en la cama a los dos sin soltarla y poco a poco noto como se va durmiendo, con la nariz hundida en mi cuello. En algún momento me quedo dormido y solo veo ha un hombre sin rostro que intenta llevarse a Alai a la fuerza.
Me despierto con el sonido de la alarma y Alai tumbada completamente encima de mi. Desprende un calor que llega a quemar, tiene fiebre de nuevo…
-Canija despierta. Tienes que tomarte la pastilla de nuevo. Quemas.
-Mmm…
-Vamos va- le doy un golpecito en el culo.
-Si papa…
Se levanta de la cama a desgana y yo me levanto detrás de ella. Estoy empapado.
-Papa? Me gusta-cojo su cara entre mis manos y le doy un beso- voy a darme una ducha, alguien me ha echo sudar-y lo odio. Pero eso no se lo digo, claro.
-Lo siento- agacha la cabeza- no tienes por que quedarte si no quieres.
-Si que quiero- levanto su cabeza y le doy otro beso.- Ahora vengo, ves tomándote la pastilla.
Me doy una ducha rápida y cuando salgo Noah ya esta levantado.
-Buenos días Alex
-Buenos días pequeño dinosaurio.- le doy un beso en la cabeza- Te lo has tomado ya?
-Si…- pone los ojos en blanco
-Pues venga, llama al médico.
Se niega, claro, y después de mucho insistir Noah y yo conseguimos que llame, pero claro, la señorita ha adornado la situación para que no le diera la baja a lo que yo he tenido que quitarle el teléfono y decirle la verdad, la doctora me ha dicho que mirara su temperatura ahora y estaba a 38,9°. Le ha dado la baja, obviamente, durante tres días. Alai se ha enfurruñado como una niña pero me da lo mismo, tiene que quedarse en casa y seguir tomándose lo que mi padre le trajo de la farmacia, la doctora ha dicho que acertó, que es lo mejor para todos los síntomas. Una gripe de caballo.
-Venga, ahora llama a tu jefe para avisarlo- le tiendo el teléfono después de colgar a su doctora.
Me mira mal y busca el número de su jefe. Contesta al momento y lo primero que oigo son gritos. Empezamos bien.
-Buenos días Pedro. Llamaba para decirte que estoy enferma. La doctora me ha dado la baja tres días. – se queda escuchado y cierra los ojos- estoy mal Pedro. No, no tengo que devolverte nada- cretino que es este tío- para eso es una baja. Ya te la he mandado por mensaje.-resopla y levanta una ceja en mi dirección- no puedo ir así, tengo fiebre, me duele todo y la cabeza me mata. Lo siento.- aprieta los labios y me mira- me ha colgado.
Menudo imbécil.
-Bueno pues ahora ha descansar. Noah y yo nos vamos. Tienes unas llaves de repuesto o algo? Necesito las tuyas para el garaje.
-Llévate las mías, no hay problema, no voy a salir.
-Perfecto- tiro de su brazo y la acerco a mi- te llamaré a la hora del recreo y a la hora de comer, vale?
-Vale- suspira y se deja caer contra mi pecho.
-Llámame si pasa algo. Llevare el móvil encima.
-Alex, no va a pasarme nada, solo es una gripe.
-Una gripe con fiebre demasiado alta.
-Te llamare, contento?-Levanta la cabeza y me mira.
-Mucho- sonrío y sus labios me imitan al instante, será verdad que mi sonrisa le gusta?-Noah coge tus cosas va.
Noah sale corriendo a ponerse la chaqueta y yo aprovecho para darle un beso, dos, tres. No puedo darle mas por que Noah vuelve. Esto es una mierda. No seria mas fácil que el niño lo supiera? Bueno, saber que? Si ni siquiera yo se que somos.
-Descansa.
-Que si cansino…
Le doy un beso en la frente y me voy con Noah al colegio. Hoy vamos en coche, así iremos mas rápido y si tengo que irme por que Alai se pone peor iré mas rápido, aunque no se que le diría al director para poder irme. La madre de un alumno esta mala y tengo que irme?  Si tan solo pudiera decir: oye mira mi novia esta enferma y tengo que llevarla al médico.  Pero no, no puedo decirle por que no es la verdad, aunque lo parezca. Tengo que aclarar esto. Cuando este mejor tendré que hacerlo. Aunque me cague de miedo lo que pueda decirme.
A la hora del recreo me voy a la sala de profesores y llamo a Alai por video llamada. Así no puede mentirme cuando le pregunte la temperatura. Su cara sale en la pantalla al segundo tono.
-Video llamada, enserio?- es lo primero que me dice.
-Me gusta ver tu cara. Como estas?
-Mejor.
-Te has puesto el termómetro?
-Si, hace una hora.
-Cuanto?
-37,8…
-Aun es fiebre. Has dormido algo mas?
-No. He cambiado las sabanas de la cama por que alguien las ha dejado chorreando- me acusa- y luego me he tumbado en el sofá a ver la tele.
-La culpa es tuya que parecías una maldita estufa.
-Haber dormido en la tuya- levanta una ceja divertida.
-Y perder la oportunidad? Ni de coña- me rio.
-Te di la noche no?- su cara refleja pura culpabilidad.
-un poco. Te acuerdas de algo?- lo dudo mucho, ardía en fiebre.
-No, tengo que acordarme de algo?- frunce el ceño preocupada.
-Tuvisteis una pesadilla.
Abre los ojos de par en par y la boca formando una o.
-Te- te desperté?- titubea.
-Si, gritaste.
-Joder…- se frota la cara- hacía mucho que no tenía.
-Eso dijiste anoche.
-Hable? – asiento con la cabeza- no me acuerdo… dije-dije algo?
-Que no me fuera- prefiero no decirle lo demás, al menos por ahora
-Y tu ego se inflo no?
-Lo dudas?- muevo las cejas divertido.
-No. Eres todo un creído, todos lo sabemos.
-Y te encanta, no lo niegues- los dos nos reímos.
-Mas quisieras.
-Buenos canija, tengo que colgarte ya-me levanto de la silla y empiezo ha andar hacia la puerta.-Luego te llamo otra vez- le giño un ojo
-Hasta luego creído- dice adiós con la mano y media sonrisa. Su cara desaparece de la pantalla de mi móvil.
Parece que esta mejor…
A la hora de la comida vuelvo a llamarla y no hay tanta suerte, la fiebre le ha subido de nuevo. Estaba dormida así que he colgado rápido para que siguiera descansando. Hemos quedado que haríamos macarrones para cenar, bueno que haría yo, haber como sale…
Cuando todos se han ido cojo a Noah de la mano y vamos hacia el coche, pero nada mas cruzar la puerta Alisson esta allí,  esperando.
-Ratoncito!
-Joder que pesadilla…- murmuro- vamos Noah.
Tiro de el y paso de largo sin ni siquiera mirarla. No se cansa o que?
-Oye no me ignores!
-Alisson. Déjame, de verdad, no quiero hablar contigo.
-Por que? Por la putita esa tuya?
-No la insultes.
-Sabes que yo soy mejor- dice orgullosa.
-Mas quisieras…
-Alex por que nos sigue la bruja?- pregunta  Noah
-No lo se Noah. Yo tampoco lo entiendo.
Llegamos al coche y abro con el mando.
-Bruja? Porque me llama bruja?
-Por que es lo que eres. Lárgate por favor. Noah sube al coche.
Abro la puerta y Noah entra de un salto. Cierro ylme dirijo a la puerta del conductor pero Alisson se mete en medio.
-Bonito coche.- juega con un mechón de su pelo- me llevas?
-No.- intento esquivarla pero se mete de nuevo en medio- joder Alisson. No ves que paso de ti? Ríndete joder!
-Nunca Ratoncito- me giña un ojo.
La cojo por los brazos y la aparto intentando no ser brusco, pero me cuesta, me esta mosqueando demasiado. Entro en el coche y pongo el cierre por si acaso. Arranco y doy marcha atrás sin mirarla. Se que sigue ahí, con su maldita sonrisa de maléfica.
-Por que siempre te persigue? Es muy pesada.
-Mucho.
-Mami como esta?
-Estaba mejor cuando la he llamado- miento- ahora la veremos.
-Podemos ir a comprar cereales? Se han acabado…
-Claro. Así le compramos algo a mama para que se ponga contenta te parece?- lo miro por el espejo retrovisor y veo que sonríe de lado a lado.
-SI! Algo con muuuuucho chocolate.
Vamos al supermercado y compramos mas de lo que íbamos a comprar. Noah se ha empeñado en que compráramos pizza, cereales, tabletas de chocolate, galletas y pollo, por que dice que quiere comer pollo rebozado. Total que he acabado cargado hasta arriba con cosas que no iba a comprar. He comprado algo de fruta, aunque Noah ha puesto mala cara, ayer no vi en su nevera y me gusta tener fruta a mano. Ah! Y yogures. Unos yogures con lacasitos, cereales y bolas de chocolate que son carísimos pero que Noah me a convencido con un puchero al que no he podido resistirme.
Aparco en el garaje y subimos. Voy cargadísimo, veras la cara de la canija…
Abro la puerta como puedo y Noah entra gritando como un loco llamando a su madre.
-Mami! Mami! Alex me ha comprado los súper yogures!
-Ya decía yo..- cuando entro por la puerta esta sentada en el sofá de brazos cruzados- habéis ido a comprar? -Asiento- y un niño te ha convencido para comprar todo eso no?
Señala las bolsas y yo sonrío. La verdad es que me he dejado liar un poco…
-No. Solo hemos cubierto necesidades.
Dejo las bolsas en la barra de la cocina y Alai se levanta del sofá. Viene en mi dirección  y se para delante de las bolsas, a mi lado.
-Que narices has comprado?
-De todo un poco- levanto los hombros para quitarle importancia.
Empieza a sacar las cosas de la bolsa como yo y veo que  niega con la cabeza.
-5 tabletas? No crees que es demasiado?
-Es que no sabíamos cual te gustaba mas.
-Noah! Tienes la merienda en la mesa!- se gira hacia mi y pone morritos.
-Que te pasa?
-No saludas? No muerdo.
Pone morritos otra vez y yo no puedo evitar reírme. Le doy un beso rápido y la cojo de la cintura.
-Si querías un beso, solo tienes que dármelo. Yo no te lo he dado por que iba cargado, como puedes ver- y por Noah, pero eso me lo callo.
-Cargado de chorradas- se gira y saca de la bolsa la caja de cereales- enserio? No lo malcríes joder, que yo no puedo comprárselos. Son carísimos.
-Ya se los compro yo- la suelto y guardo las cosas en la nevera.
-No es tu responsabilidad Alex.
-Me apetece. Que problema hay?
-Ninguno…- suspira y se sienta en un taburete.
Termino de guardar las cosas mientras Alai me dice donde. Joder, lo tiene todo demasiado organizado, parece un puzle. Noah termina de merendar y se va a su cuarto a dibujar. Yo me acerco a Alai y me coloco entre sus piernas cogiendo su cintura.
-Dime la verdad, como estas?
-Jodida- apoya la frente en mi pecho- me duele todo.
-Y por que no te vas al sofá?
-Se me va a quedar el culo cuadrado ahí
-Solo llevas un día, no exageres.
-No estoy acostumbrada. No suelo sentarme demasiado en ese sofá.
-No me extraña. Debes pasarte horas organizando los armarios.- suelto una carcajada y ella se une con una risa cansada.
-Suelo jugar con Noah por las tardes. Lo de los armarios lo hago cuando se duerme. Bueno eso y todo lo demás.
-Como lo haces tu sola?- le pregunto con curiosidad- trabajas, te encargas de Noah y tu casa esta impecable. De donde sacas el tiempo?
-De mis horas de sueño- levanta los hombros con indiferencia.
-No deberías.
-Y que hago? Vivo en una pocilga?
-No-niego con la cabeza- pero tómatelo con mas calma. No hace falta que tengas todo tan sumamente ordenado.
-Me gusta tenerlo todo bien ordenado.
-Bueno. Pero siempre puedes encontrar un equilibrio no?
-Puede ser- coge el borde de mi camiseta y tira de el para acercar su cara a la mía.- lo que pasa es que no todos disponemos de una Nana que lo haga todo por nosotros
-Después de esto, prometo ayudarla mas, créeme, me he dado cuenta de todo lo que tiene que hacer.
-Así me gusta- me besa suave y a mi me vibra cada célula del cuerpo ante su simple contacto.-Y Alex- susurra con sus labios pegados a los míos- sabes que existen las marcas blancas?
-Si, por que lo preguntas?- suelta una risita y niega con la cabeza
- Por que todo lo que has comprado era de marca.
-No se, lo que compro siempre-la beso de nuevo.
-Sabes que tus padres no van a mantenerte siempre no? Y que tu sueldo de profesor no podrá mantener ese nivel de vida verdad?
-Oye, que todo eso lo he pagado yo, no mis padres.
-Y en tu casa pagas algo?
-Pues… no. Nada.
-Y cuando te mudes y vivas solo? Como vas a mantener ese nivel de capricho que tienes?
-No lo se- pero tiene razón, yo solo no podré pagar todo ni vivir como hasta ahora, no lo había pensado.
-Ay mi niño pijo…- y junta sus labios de nuevo a los míos.
Ha dicho mi? Ha dicho mi?! Si,si, ha dicho mi! La sonrisa se me forma con sus labios aun pegados a los míos. Estoy que no quepo en mi. Ha dicho MI NIÑO PIJO! Joder nunca me había gustado tanto que se metieran conmigo.
-Por que sonríes como un imbécil?- se ríe
-Nada- sigo sonriendo como el maldito imbécil que soy
-Algo tiene que ser. Si sonríes asi no puedo besarte- vuelve a reírse al intentar besarme y ver que sigo sonriendo- quieres decirme por que sonríes?
-Es que has dicho mi niño pijo- digo orgulloso
-Si, y?- parece confundida
-Has dicho MI niño pijo- recalco el mi, a ver si así lo entiende.
-Sigo sin entenderlo.
-Déjalo. Estas espesa. Cuando se te quite la gripe esta que tienes te lo explico. – la cojo de la cara, le aprieto las mejillas y le doy un beso apretando fuerte mis labios contra los suyos- ahora, enséñame a poner la lavadora anda.
-No sabes poner la lavadora?- dice incrédula- bueno que tontería, si seguro que no has puesto una en tu vida.
Y tiene razón.  En mi vida he puesto una lavadora. Me guía hasta un cuartito que hay detrás de la cocina donde tiene la lavadora y una despensa. No la había visto antes, o mas bien no me había fijado.
Me explica que hay que dividir la ropa entre, blanca, negra y color. Me enseña los diferentes programas pero como no me entero de nada me enseña cual poner para no cagarla. Me hace recoger la ropa de su habitación y la de Noah y poner una lavadora. Esto es mas complicado de lo que parece. Por lo visto si meto algo de color con lo blanco, como por ejemplo, una camiseta roja, puedo volver toda la ropa rosa. Un sin sentido.
-Lo has entendido?-pregunta por decima vez.
-Creo que si- digo rascándose la nuca.
-Nana estará orgullosa de ti. Ahora si te vas a vivir solo, por lo menos no te quedaras sin ropa limpia- se carcajea a mi costa.
-Tu no estabas enferma?- cruzo los brazos y levanto una ceja.
-Si, pero ahora mismo no tengo fiebre y estoy despejada.
-Me gusta mas cuando tienes fiebre, eres mas simpática y cariñosa sabes?
-No te acostumbres- palmea mi pecho y sale de la despensa riéndose.
Hasta enferma me encanta.
-Ves a tumbarte un rato, voy a hacer la cena. Nana me ayudara por video llamada.
-A no- se detiene en seco a medio comino del salón- eso quiero verlo.
-Muy bien
Me acerco a ella la cojo de la cintura y la siento en el taburete. Lo arrastro con ella encima hasta dejarla al lado de la vitroceramica. Saco mi móvil de los pantalones y lo apoyo en la encimera enfocándonos a los dos.
-Esto es surrealista.
Doy a llamar y espero a que Nana contesta.
-Calla- le doy un beso corto- no me desconcentres.
Nana contesta y aparece su cara en la pantalla.
-Alai, mi niña, como estas?
-Hola Nana, pasándomelo en grande.
-Como que hola Alai? Y yo que?
-Celoso- tose Alai
-Señorito, usted no esta enfermo.
-Y que?
-Déjalo Nana, esta celoso. Le gusta ser el centro de atención.
-Como has seguido con la fiebre?
-Mejor- contesta con una sonrisa.
-Sigue sabiéndole cada pocas horas- aclaro yo- pero cuando no tiene se mete conmigo.
-Mejor, a ver si así espabilas.
-Oye!- grito ofendido- que eres mi Nana no la suya!
-No te enfades anda- rodea mi cintura con un brazo y apoya la cabeza en mi hombro.
-Vuelves ha estar caliente Alai…- pongo mis labios en su frente y, efectivamente, vuelve a estar caliente.
-Ponle el termómetro Alex- ahora si me llama por mi nombre. Maldita Nana.
Las dejo hablando en la cocina y voy al baño a por el termómetro. Cuando vuelvo las dos se están riendo.
-Si la señora se enterara …- dice Nana.
-De que? – le doy el termómetro a Alai y miro a Nana- si se enterara de que?
-De que has puesto una lavadora- ríe Alai poniéndose el termómetro.
-Ni que fuera un delito… pero si, le daría urticaria. Bueno Nana, por donde empiezo?
-Saca una cebolla y córtalas pequeñita, hay que sofreírla.
Sofre que?
-Las cebollas están en la despensa- dice Alai.
Voy a la despensa, cojo una cebolla y vuelvo a la cocina. Oigo pitar el termómetro y alargo la mano inconscientemente para que me lo de. Resopla, pero lo pone en mi mano.
-Pareces mi padre Alex- se queja
Miro el termómetro y aprieto los labios.
-Que pone Alex?- pregunta Nana
-38,9°
Me giro, dejo el termómetro en la barra y cojo una pastilla de la caja. Lleno un baso de agua y se lo doy a Alai.
-Toma, si no ira a peor.
-Gracias.
-Bueno, ahora que tengo la cebolla que hago?
-Pelarla- dicen las dos a la vez como si fuera algo lógico.
Es que lo es.
Nota mental: juntarlas poco.
Voy a la basura y le quito las primeras capas.
-Coge una tabla de ese armario y un cuchillo del cajón. La sartén esta en el horno.
-Guardas las sartenes en el horno?
-Manías de mi abuela- levanta los hombros quitándole importancia.
Hago lo que me dice y corto la cebolla lo mas pequeño que puedo. Joder, me pican los ojos.
-No te toque!- grita Nana- te picara mas!
Termino de córtala como puedo mientras los ojos me arden y se me caen las lágrimas. Definitivamente cocinar es una mierda. Encima tengo a dos señoritas descojonase a mi costa.
-Estas muy guapo cuando lloras- se ríe Alai.
-No tiene gracia…- me lavo las manos y me abanico los ojos para que me de el aire a ver si así no me escuece tanto.
-Pues espera a que la cocines… ponle aceite a la sartén anda.
-Y pon el agua para la pasta a hervir ya- añade Nana.
-Joder! Solo tengo dos manos!- quieren que lo haga todo a la vez o que?
-Quieres que te ayude?- se ofrece Alai.
-No. Donde están la ollas?
-En ese armario- señala a mi derecha.
Pongo aceite en la sartén y enciendo la vitroceramica. Lleno una olla de agua y la pongo a calentar. Echo la cebolla a la sartén y empieza a saltar.
-Y esto  por que salta!?
-Baja el fuego- suspira Nana.
Le hago caso y cojo una pala de madera para ir dándole vueltas a la cebolla. Y si, joder, ahora también me pican los ojos. Que clase de tortura es esta?
-Estas bien Alex? -pregunta Alai.
-Si, pero pica.
-Ven anda.
Me acerco a ella y sopla mi cara. Calma el picor de ojos un poco, y con los pulgares seca mis ojos
-Por que  tu no estas llorando?-le pregusto frunciendo el ceño.
-Costumbre.
-Me debes una cena después de esto.
-Te has ofrecido tu Alex- dice Nana- no tienes derecho a pedirle nada.
-Nana, tu estas conmigo o contra mi?
-Solo digo lo que veo. El agua hierbe?- asiento- echa la pasta.
Muevo la cebolla para que no se queme y echo lo que Alai me dice de macarrones en la olla. Me hace darle a varios botones hasta programar el tiempo de cocción.
-La cebolla ya esta, ahora que hago?
-Coge la carne y la echas  encima. Con la espátula pícala y remuévela. Y échale sal. Si no estará soso.- contesta Nana.
Voy a la nevera, saco un plato con carne picada que juraría que no estaba allí ayer, y la echo en la sartén. Le echo sal, espero no pasarme, y le doy golpes con la pala de madera. Esto es mas fácil de lo que pensaba.
-Ves removiendo para que no se te queme- me recuerda Nana.
-Lo estas haciendo bien- sonríe Alai.
La vitroceramica empieza a pitar de golpe.
-La pasta ya esta, ahora escúrrela- dice Nana
-Cuidado con el vapor. Quema.
-Mas que tu anoche? No creo
Oigo la risa de Nana mientras cojo la olla y me la llevo al fregadero donde esta el escurridor y lo vuelco y si, el vapor quema que te cagas. Aparto la cara a tiempo de no achicharrarme.
-Te he avisado. Ahora échalos en a la olla otra vez.
-Como va la carne?- pregunta nana.
-Bien, creo.- dudo.
-Esta bien Nana- le dice Alai- ahora échale el tomate frito. Esta en el armario de arriba.
Abro el armario y saca un bote de tomate de cartón.
-Ves? Eso son marcas blancas- se mofa Alai- en esta casa no hay marcas.
Le saco la lengua como un niño pequeño y echo el tomate en la sartén. Remuevo todo y… parece que ya esta.
-Ahora solo falta que lo mescles con la pasta y ya tienes la cena hecha- dice Nana orgullosa.
Hago lo que me dice, remuevo todo y si. Ya esta. He cocinado. Por primera vez en mi puñetera vida. Joder estoy orgulloso y todo!
Oigo como las dos aplauden entre risas .
-Mi niño pijo a cocinado. Que orgullosa estoy. Se nos hace mayor Nana.
-Muy bien señorito. A partir de ahora espero que preste mas atención y aprenda a cocinar, a riesgo de que a su madre le de un infarto.
-Quieres probarlo?-miro a Alai ilusionado. Jope he cocinado.
-Claro- sonríe de oreja a oreja.
Cojo un tenedor, picho un poco de macarrones y de carne, soplo y se lo acerco a la boca. La abre sin dejar de mirarme y meto el tenedor en su boca. Y joder, que imagen mas sexy.  Trago saliva y la observo mientras come.
-Y? – pregunta Nana.
Sigue masticando, pensativa. Esta malo. No le ha gustado.
-Di algo- me estoy poniendo nervioso.
Me hace una señal con el dedo para que me acerque y coge mi cara entre sus manos, muy seria.
-Esta muy bueno- sonríe.- Demasiado para no haberlo hecho nunca.
Me da un beso y no puedo evitar alargarlo un poco mas de lo normal, teniendo en cuenta que Nana nos esta mirando… Mmm.. si, el regustillo que tiene sus labios sabe bien, muy bien.
-Felicidades señorito. Primera clase superada.
-Gracias Nana.
-Ahora, cuida de Alai. No seas vago. Déjala descansar.
-Se esta portando muy bien Nana. Demasiado.
-Os dejo. La señora debe estar preguntándose donde me he metido.
Nos despedimos de Nana y me pongo a recogerlo todo. Alai insiste en que friegue todo ya, si no luego se acumula. Lo hago a regañadientes mientras ella me mira con una sonrisa.
-Gracias por estar aquí. Sabes que no hace falta verdad?
-Déjame cuidarte canija. No es malo dejarse cuidar de vez en cuando.
Cenamos los tres juntos y me llena de orgullo decir que a Noah le ha encantado, ha repetido y todo. Y tengo que decir que si, estaba bueno, si  vale, son solo unos macarrones pero los he hecho yo.
Alai acuesta a Noah mientras yo recojo todo. Esto se me hace demasiado familiar, y me gusta, me gusta mucho. De hecho me veo así cada día y me gusta. Es como si siempre lo hubiera hecho.
Noto unos brazos rodeando mi cintura mientras termino de fregar y una mejilla en mi espalda.
-Gracias- dice simplemente.
-No tienes que darlas.
-Si. Podrías haberte ido a casa y sin embargo sigues aquí.
-Es donde tengo que estar.
Me da un beso en la espalda y se va al sofá.  Termino de limpiar la encimera con un trapo y voy a sentarme con ella. Le pongo una mano en la frente y noto que le ha bajado la fiebre bastante mas que las otras veces.
-Quieres darte una ducha?- le pregunto- Nana me dijo que podría sentarte bien
-Si, debería. He sudado un montón.
-Vamos
Agarro su mano y tiro de ella hacía el baño.
-Puedo ducharme sola
-Lo se
Pero sigo tirando de ella, cierro la puerta del baño y le quito la camiseta del pijama, los pantalones y la ropa interior hasta dejarla desnuda. Tengo que hacer un esfuerzo para no quedarme mirándola. Es tan preciosa.. enciendo el agua y me desnudo. Veo que se quita el tampón y lo tira a la basura. Es la primera vez que veo a una mujer hacer eso, y contrario a lo que pensaba, no me da asco.
-Te vas ha duchar conmigo?- pregunta dudosa
-Claro.
La cojo de la mano, nos meto a los dos en la ducha y cierro la mampara. Hago que se de la vuelta y le masajeo el pelo para que se moje bien.
-Que champú es el tuyo?- le pregunto
-El bote naranja.
Cojo el bote, me echo en la mano y le enjabono el pelo. La espuma se vuelve rosa enseguida.
-Tu pelo destiñe?
-Contras del color rosa
Me enjuago las manos y me enjabono yo el pelo. Enciendo el grifo de nuevo y enjuago su pelo y luego el mío.
Cojo una esponja, echo jabón de vainilla y enseguida el olor inunda el baño. Olor a Alai. Le enjabono la espalda, los brazos, los hombros, bajo por sus pechos por su barriga… joder, esto es demasiado sexy. Cabeza fría, es solo una ducha. Bajo la esponja y la paso entre sus piernas. Echa la cabeza hacia atrás y la apoya en mi pecho y un suspiro escapa se sus labios, vuelvo a pasarla para limpiarla bien y suelta un jadeito.
-No hagas eso- le digo cerrando los ojos. Una parte de mi cuerpo empieza a reaccionar demasiado a su cuerpo
El agua sigue cayendo encima de nosotros, templada, pero yo noto como si ardiera. Paso la esponja por su culo y por sus muslos, suelta otro jadeo que me corta la respiración
-Canija…- la aviso
-Que? – su voz es como un jadeo que manda vibraciones a todo mi cuerpo.
-No soy de piedra. No sueltes esos jadeos por favor- le ruego.
Coge mi muñeca y dirige la esponja de nuevo entre sus piernas. La muevo y vuelve a jadear. Joder. Esto me esta poniendo mucho. Suelta mi muñeca y la lleva a la parte de atrás, agarra mi miembro con fuerza y lo mueve suavemente. Joder, joder, joder.
-Que haces? – mi voz sale ronca
-Has empezado tu- me acusa
-Solo quería ducharte…
-Ahora no pares…
Suelto la esponja y dirijo mi mano entre sus piernas, pero no me deja llegar, coge mi mano antes de que llegue a tocarla.
-Tengo la regla Alex- me recuerda
-No me importa
Me suelto de un tirón y la acaricio con mi mano. La suya sigue tocándome, despacio, arriba y abajo.
-Joder Canija…- apoyo mi frente en su cabeza y la mano en la pared.
Aprieto mi cuerpo contra en suyo aun con su mano en mi miembro. Pero necesito mas.
-Gírate- le pido.
Suelta mi miembro y se da la vuelta. El agua moja su cuerpo haciéndolo aun mas sexy. Acaricio sus pechos  y la beso con  una necesidad casi inhumana. La levanto por el culo y enrosca sus piernas a mi alrededor.
-Dime que puedo- le suplico.
-Por favor…
Cojo sus nalgas con mis manos y la penetro despacio. Los dos soltamos un jadeo que se camufla con el sonido del agua. Joder, esta empapada. Mas que nunca y prieta, muy prieta. Estampo su espalda contra la pared y la muevo arriba y abajo, penetrándola.  Acompaño el movimiento con mi cadera para que sea mas profundo y tiro de su labio inferior. Empiezo a moverme de nuevo, moviendo su cuerpo con cada penetración y la sensación es arrolladora. Enrosca sus manos en mi cuello y sus dedos en mi pelo, mueve la cadera a la vez que yo la levando y la penetro una y otra vez. Sus gemidos inundan el baño amortiguados por el agua y acompañados de los míos propios.  La sujeto con un brazo y llevo la otra mano  su clítoris  trazando círculos con el índice sin dejar de penetrarla. La presión dentro de mi crece, estoy cerca, demasiado cerca. Tira de mi pelo sin dejar de gemir y aprieta las piernas a mi alrededor. Aumento el ritmo y noto como su interior me aprieta. La miro y me encuentro con sus ojos y sus labios entre abiertos. Suelta un gemido agudo, tira de mi pelo mas fuerte y su interior se contrae a mi alrededor mientras yo me corro sin dejar de moverme. Disminuyo los movimientos hasta pararlos mientras su interior sigue contrayéndose a mi alrededor.
-Joder canija- trago saliva- estas mala, esto no tenia que pasar…
-Por que?- su respiración esta acelerada, como la mía
-Estas mala… yo no estaba aquí para esto…
-No te ha gustado?- frunce el ceño.
-Claro que me a gustado joder. Pero estas mala.
-Y que? Yo lo he disfrutado, créeme.-sonríe y me da un beso.-No te da cosa que tenga la regla?-
-Estas de broma?
-No…
-Si supieras como se siente lo mojada que estas no preguntarías…
Salgo de dentro de ella y dejo a Alai en el suelo con cuidado. Cojo la esponja, le pongo jabón y me limpio. Si, estoy lleno de sangre y que? A valido la pena. En el suelo hay pequeñas gotas que el agua se lleva enseguida. Pongo jabón y le paso la esponja.
-Límpiate. Tu lo harás mejor que yo.
Veo como se limpia y luego aclara bien la esponja. Apago el agua y salgo de la ducha. Cojo una toalla y envuelvo su cuerpo, saco otra para mi y la enrollo en mi cintura. Me acerco a Alai y la seco con la toalla.
-Sécate tu anda. Ya me seco yo, si no me dejaras el baño lleno de agua.
Le doy un beso rápido y me seco con la toalla mientras me mira y se seca el pelo.
-Te gusta lo que ves canija?- le digo burlón
-Creído…
-Me vas ha decir algo bonito sin necesidad de tener la fiebre alta?
-Y alimentar tu  gran ego? No, gracias.
Coge un tampón del armarito del baño y se lo pone, ni siquiera se esconde y no se porque, pero ese simple gesto, que a muchos les daría asco, a mi me encanta.
Salimos del baño, vamos a la habitación y Alai saca un pijama del armario mas fino que el que llevaba anoche. Yo me pongo unos calzoncillos que tengo en la mochila que prepare ayer.
-Oye, saca tu ropa de ahí- señala la mochila- se te va a arrugar.
-Y donde la pongo? Encima de la mesita?
-No- Abre una puerta del armario y señala un estante vacío- aquí. Esta vacío,  ventajas de vivir sola. Siempre me sobra armario.
-Enserio?- no puedo evitar la sorpresa.
-Si.- asiente- que mas da? Si ya has invadido mi baño con tu desodorante y tu colonia- tiene razón, los metí anoche antes de irme a dormir.
-Admite que te encanta- digo con una sonrisa
-Jamás- me da un  beso y se mete en la cama.
Pongo mi ropa en el armario, lo cierro y me tumbo con ella. La acerco a mi cuerpo y se apoya en mi pecho. No tiene fiebre, de echo esta fría.
-Lo que te voy a decir suena feo pero… echar un polvo baja la fiebre?
Empieza a reírse sin parar.
-No lo se- sigue riéndose agarrándose la tripa y no puedo evitar acompañarla contagiado por su risa.
-De verdad. Estas helada. Si se yo eso lo hago antes.
-No creo que tenga que ver con eso. Seguramente sea por la ducha.
-Tengo que confesarte una cosa…
-Que?
-Nunca lo había echo en una ducha.
-Yo tampoco.
-Algún  otro sitio que no hayas probado? Para ir apuntándolos digo.
-Uf, muchos. Dale a la imaginación.
-No me digas eso…
-Enserio, mi experiencia es muy básica. Termino antes si te digo donde si lo he  hecho.
-Donde?
-Cama y sofá. Bueno y ahora he añadido ducha. Y tu?
-Digamos que soy fanático de los baños. Ya te lo conté- le recuerdo- y desde eso, lo poco que he hecho a sido en algún baño en alguna discoteca y deja de contar.
-Has.. has estado con muchas?
-No. Después  de mi ex me he acostado con dos. Fue un aquí te pillo, aquí te mato. Y si te he visto no me acuerdo. Lo que mas me han hecho han sido mamadas si soy sincero. No se que les pasa a las tías en las discotecas que les encanta, aunque tu a ellas no les toques un pelo- confieso
-Enserio?
-De verdad. Yo tampoco lo entiendo.
-Que satisfacción se llevan ellas? No tiene gracia.
-Eso pienso yo.
Y es la verdad. Nunca he entendido por que las tías vienen y prácticamente te arrastran al baño sin ni siquiera preguntarte tu nombre. Vale, lo disfruto, no lo niego, pero si fuera mujer no le vería la gracia. De echo he rechazado a bastantes.
-Canija, deberíamos dormir. Es tarde- acaricio su espalda con mi mano.
-Si. Pero es que no tengo sueño. Duérmete tu anda.
-Quieres hablar ha ver si te entra el sueño?
-Quiero que duermas.
Se incorpora en la cama y me besa. Un beso húmedo cargado de una dulzura que no me esperaba.
-Buenas noches mi niño pijo- sonríe mirándome a los ojos.
-Buenas noches Canija.
Me da un último beso y se acomoda en mi pecho. La rodeo con mis brazos y cierro los ojos feliz.

HASTA QUE LLEGASTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora