CAPITULO 32

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Alai

Me encuentro fatal.
La cabeza me duele horrores y creo que tengo fiebre. Me levanto con un dolor horrible en el cuerpo y la nariz taponada. Eso me pasa por dormir en bolas dos noches seguidas. Aunque en casa de Alex no hacia nada de frio y su cuerpo era una maldita estufa.
Me doy una ducha rápida sin mojarme el pelo para intentar despejarme y me tomo un ibuprofeno para pasar el día lo mejor que pueda. Me pongo unas mallas con pelito por dentro, un jersey de cuello alto y la sudadera negra del trabajo. Tengo demasiado frío, pero no puedo permitirme faltar al trabajo, luego tendré que hacer horas extras para devolver las que falte y se me complicara con Noah.
Me preparo una leche con miel y un baso de leche con Cola-cao para Noah. Preparo el desayuno para el cole y voy a despertarlo.
-Noah, despierta, hora de ir al cole- tengo la voz un poco ronca y me duele la garganta al tragar.
-Buenos días Mami- me da un beso en la mejilla y me mira con el ceño fruncido- estas malita?
-Me he resfriado un poco parece, pero no es nada amor.
-Tu voz esta rara.
-Lo se, pero ya me he hecho la leche mágica para que mejore- así llamo a la leche con miel para conseguir que Noah se la tome cuando se pone enfermo.
-Vale mami. Ves a bebértela yo me visto solito.
Salgo de su cuarto y me voy a la cocina a tomarme el baso de leche con miel para ver si por lo menos mi voz mejora, si no Pedro me montara un pollo al entrar. Al menos ya no llego tan justa desde que Alex lleva a Noah y no tengo que aguantar esa parte.
Salimos de casa y vamos a la esquina donde siempre esperamos a Alex. Estoy tiritando y eso que me he puesto una chaqueta bastante gruesa. Me apoyo en la pared y me abrazo a mi misma para ver si entro en calor.
-Mami, estas bien?
-Si amor, no te preocupes. Mira por ahí viene Alex.
Viene corriendo hacía nosotros. Vaya ganas de correr tiene por las mañanas. Aun no entiendo por que no coge el coche, si yo lo tuviera en regla no iría andando ni de broma.
-Alex!- lo saluda Noah alegremente con la mano.
-Hola colega- chocan sus puños y se gira hacia mi que sigo abrazada a mi misma contra la pared. La cabeza me mata…- canija, estas bien? Estas mas pálida de lo normal.
-Me duele la cabeza- miento.
-Aun? Te has tomado algo? – esta preocupado, que tierno…
-Si
Se acerca a mi y me abraza. Joder que calentito, es como una manta… me da un beso en la frente y frunce el ceño
-Tienes fiebre? Estas ardiendo
-No te preocupes, ya me he tomado algo. Estoy bien enserio.
-Yo creo que no. Por que no te vas a casa y llamas al trabajo para no ir? No estas bien.
-No puedo.
-Alai..
-No- lo corto- no me vas a convencer, no gastes energía.
-Esta bien- suspira y coge mi cara entre sus manos- llámame si te pones peor vale?-asiento,  gira el cuerpo levemente para quedar estratégicamente delante de Noah y quede oculta tras su cuerpo para poder darme un beso- no me voy tranquilo, que lo sepas.
-Estoy bien de verdad, es un catarro de nada- una mentira como una casa, me siento como una mierda- iros ya, llegareis tarde.
Me da otro beso y se gira hacia Noah.
-Vamos colega.
Coge su mano y empiezan a andar.
-Adiós mami
-Hasta luego canija. – se lleva la mano a la oreja simulando un teléfono y vocaliza un: llámame.
Les digo adiós con la mano y empiezo a andar hacia el trabajo. Cada paso que doy es un suplicio. Tengo muchísimo frio y parece que tenga un martillo en la cabeza.
Cuando llego las chicas están en la puerta esperando para entrar.
-Hola chicas
-Uy amor, vaya cara me traes- dice Katty
-Me encuentro mal.
-Se te nota- pone su mano en mi frente- tienes fiebre amor…
-Lose, pero ya me he tomado algo, tendría que haber empezado a bajar ya.
Cuando entramos Pedro esta sentado en una silla comiéndose un bocadillo que chorrea aceite por todas partes. Intento no mirarlo ni hablar y me pongo a trabajar. Katty me mira de reojo cada poco con cara de preocupación, como si fuera a caerme de un momento a otro, y la verdad, no lo dudo.
-Alai, estas muy calladita hoy- mierda, Pedro.
-Si, estoy cansada- intento no levantar la cabeza para que no me vea.
-Un lunes por la mañana? Estos jóvenes de hoy en día no aguantan nada. Alegra esa cara. Asustaras a mis clientes.
Lo ignoro y sigo a lo mío.
Abrimos la tienda y ya hay gente esperando. Joder, encima hoy va a ser un día movidito. Dios me odia, si es que existe.
Katty intenta quitarme trabajo, pero hay momentos que hay tanta gente que no puede hacer nada por mi, y para sumarle mas cosas a mi día, a media mañana he tenido que salir corriendo por que me ha bajado la regla, lo que me faltaba, como las tengo siempre tan suaves… me tomo otro ibuprofeno para intentar terminar el día, pero se me esta haciendo demasiado largo. El dolor de cabeza no disminuye, la garganta cada vez me duele mas y la nariz tapada me impide respirar. Los ovarios me matan y el cuerpo me duele horrores. Salgo del baño y me pongo a atender de nuevo con la mala suerte de que me toca la maldita Marquesa. Que he hecho en otra vida? Matar gatitos?
-Buenos días señora De la Rosa. Que le pongo?
-Otra vez tu? Es que no hay mas dependientas?- señor dame paciencia
-Si lo prefiere, puede esperar a que una de mis compañeras acabe, no hay problema- que diga que si, que diga que si…
-No tengo todo el día, tendré que conformare contigo- mierda.
-Pues usted dirá.
-Ponme pechuga de pollo a filetes como un kilo, ½ kilo de carne picada de ternera y cuatro hamburguesas de esas con verduras.
Joder, no tengo la cabeza para ir memorizando cosas. Suspiro y me pongo a preparar lo que ha dicho intentando lo equivocarme.
-Vas muy lenta niña. Te he dicho que tengo prisa.
-La maquina de picar no va mas rápido señora, no puedo hacer nada- me doy la vuelta y suspiro, no estoy para esto.
-Es tu trabajo. Espabila- que le pasa? Por que es tan maleducada?
-Hago lo que puedo.
-Quieres que me queje a tu jefe? Podría hacer que te echara.
No le contesto, termino sus cosas y las pongo en una bolsa.
-Quiere algo mas?- le escupo sin ocultar mi fastidio.
-Jamón. Del bueno. No me des del barato que a mi hijo no le gusta.
Tiene un hijo? Lo compadezco. O viendo como es ella su hijo tiene que ser igual o peor.
-Ibérico entonces. Cuanto?
-300g. Fino, no le gusta doble.
Corto el jamón, lo meto en la bolsa y veo que ya ha ido hasta la caja para pagar. Voy hasta allí y le cobro. Antes de irse me mira, pone una mueca y dice:
-Maquíllate, estas espantosa.
Todo un amor la señora. Es odiosa a mas no poder.
El resto del día sigue igual de lento pero sin personas tan molestas como ella. A las cuatro Katty prácticamente me obliga a irme. Estoy tan mareada que tardo media hora en llegar a la esquina donde los espero. Me siento en un banco que hay cerca y tiro mi cabeza hacia atrás.  No se me quita el maldito dolor de cabeza. Intento mirar el móvil para distraerme pero veo borroso. Cierro los ojos e intento coger aire por la boca para ver si me siento mejor pero no  sirve de nada. Oigo a Noah y Alex hablar de lejos, pero no soy capaz de levantarme, el cuerpo me pesa demasiado.
-Mami!- grita Noah
Me levanto apoyándome en el banco e intento sonreírle.
-Hola peque como ha ido el día?
-Canija- Alex se acerca a mi y me coge del brazo- estas tiritando.
-Tengo frío.
-Por que no me has llamado? Te hubiera llevado a Noah a casa- me regaña.
-No quería molestarte mas.
-Ahora será peor, por que me voy contigo. No pienso dejarte sola estando así. – me da un beso en la frente y gruñe- estas ardiendo.  Vamos a mi casa que esta mas cerca, cojo un par de cosas y te llevo en coche.- voy a replicar pero pone un dedo en mis labios- tengo un alzador de Martin, no hay discusión. No gastes energía.
Me la ha devuelto.
Pasa un brazo por mi hombro y andamos hasta su casa. Me quedo en la entrada mientras el entra a por unas cosas.
15 minutos mas tarde veo que sale del garaje con el coche y para frente a nosotros. Se baja y mete a Noah en el coche. Efectivamente, tiene un alzador.
-Sube anda- abre la puerta y me ayuda a entrar.
No se ni como llegamos a casa, creo que me he dormido. Me doy cuenta de que hemos llegado cuando Alex me saca en brazos de coche. Como ha metido el coche en el garaje?
Abre la puerta conmigo en brazos.
-Y Noah?- le pregunto
-Lo he subido primero con las cosas.
Joder, no me he enterado de nada.
-Gracias
Me lleva hasta el sofá y me deja con suavidad.
-Esta vale, Alex?- le dice Noah.
-Si, servirá. Gracias colega.
Alex se acerca a mi y me tapa con una manta.
-Voy a buscarte el pijama y quitate esta ropa. Donde tienes el termómetro?
-Noah te lo dará, esta en el baño.
Sale del comedor y yo aprovecho para cerrar los ojos un rato, pero vuelve enseguida.
Me quita la chaqueta, la sudadera y el jersey.
-Pareces una cebolla- sonríe- levanta el brazo.
Levanto el brazo y noto el frio del termómetro. Pita enseguida y Alex me lo saca antes de que me de tiempo a cogerlo.
-Joder Alai, estas a 39,3°. Eso es demasiado.
Con razón me da vueltas todo.
Me pone un jersey de pijama de esos de pelito y me quita las mallas para ponerme el pantalón
-Estas disfrutando el desnudarme ee
-La verdad es que no canija. No lo estoy disfrutando nada.
-Ya no te gusto?- hago un puchero
- Me encantas, créeme. Pero sin fiebre me gustas mas. Quédate aquí tapada mientras me encargo de Noah. Te he traído tu almohada.
Me da un beso en la frente y se marcha del salón.  No se el rato que estoy tumbada, me parecen segundos cuando Alex se acerca con un baso de agua y una pastilla.
-Tómatela. Tenemos que bajar esa fiebre.
Me la tomo y me bebo el baso de agua entero. Intento mirarlo pero no lo enfoco bien, veo borroso, lo único que veo es el verde de sus ojos.
-Te he dicho alguna vez que me encantan tus ojos?
Se sienta en el sofá y pone mi cabeza en su regazo con la almohada debajo.
-No. No sueles decirme cosas bonitas muy a menudo. Que mas te gusta de mi a ver?
-Lo que mas me gusta es tu sonrisa. Y ese hoyuelito que tienes en el lado izquierdo.
-Empiezo a verle el lado positivo a la fiebre- noto su cuerpo vibra cuando se ríe.
Acaricia mi pelo y me tapa mas con la manta.
-Como te encuentras?
-Como si una manada de elefantes me haya pasado por encima. Noah donde está?
-Jugando en su cuarto. Ya ha merendado.
-Eres un amor…
-Descansa un rato anda.
Cierro los ojos y me duermo soñando con ojos verdes.
Me despierta el sonido del timbre y Alex moviendo la almohada al levantarse.
-Quien es?
-Mi padre- su padre? Que hace aquí?- me trae unas cosas que Nana manda para ti. Le he mandado la dirección por mensaje.
Abre la puerta y yo me siento en el sofá. Me siento algo mejor. Parece que he dormido bastante, fuera ya esta oscuro.
Al poco entra un hombre con dos bolsas en la mano. Se parece mucho a Alex, bueno Alex se parece a él. Aunque Alex es un poquito mas alto.
-Hola Alai- se acerca y me tiende una mano que yo le estrecho nerviosa- soy Fernando,  el padre de Alex y Martin. Tenia muchas ganas de conocerte
-Siento que la situación no sea la adecuada- sonrío de medio lado.
-Nunca hay situación equivocada. Como te encuentras?
-Algo mejor, gracias.
-Me alegra- sonríe y su sonrisa me recuerda a la de su hijo pero algo mas melancólica.- quería aprovechar para darte las gracias por dejar que tu hijo juegue con Martin, lo hace muy feliz.
-No tiene que darme las gracias. Martin es un encanto. Siéntese, no cobro.
-Tutéame, no soy tan viejo.-Se sienta en el sofá y Alex se sienta a mi lado poniéndome la mano en la frente.
-Parece que te ha bajado la fiebre.
-Me siento mejor.
Su padre nos mira a los dos alternativamente con media sonrisa en la cara. Noah sale de su habitación y se acerca a nosotros.
-Mami, ya estas buena?
-Casi.
-Tu eres el famoso Noah?- pregunta Fernando, Noah asiente- soy el padre de Martin, me ha hablado mucho de ti.
-Es mi amigo- dice con orgullo
-Lo se. Me alegro que tenga un amigo tan bueno como tu.
-Me dejaras ir a jugar con él a tu casa otra vez?
-Claro, cuando tu quieras.
Sabe que estuvimos allí?
-Alex, tengo que volver a casa o tu madre empezara a hacer preguntas. No te preocupes yo me encargo de cubrirte para que no moleste.- se levanta del sofá- Nana os manda cena para todos y algo para ella.
-Gracias por traerla papa, te debo una.
-No me molesta. Bueno Noah, nos vamos  un gusto conocerte- tiende su puño para que le choque. Ya me cae bien.- y Alai, un gusto, espero que te mejores. Te dejo en buenas manos.
Miro a Alex. Se queda?
-Muchas gracias Fernando.
Noah lo acompaña hasta la puerta y cierra tras él.
-Te pareces mucho a  tu padre
-Eso dicen- sonríe- bueno voy a ver que manda Nana. Ponte el termómetro.- lo coge de la mesa y me lo tiende.
Me lo pongo y él y Noah van a la cocina. Cuando el termómetro pita lo miro y suspiro.
-Cuanto?
-37,9°
-Sigue siendo fiebre.
-Si- me levanto del sofá- voy al baño.
-Necesitas algo?
-Cambiarme el tampón. Creo que puedo hacerlo sola.
Oigo su risa en la cocina y entro al baño para cambiarme. Cuando salgo ya han puesto la mesa donde hay una sopa humeante que tiene una pinta exquisita.
-Siéntate. Nana dice que esta sopa levanta a un muerto. A mi me la hace desde niño cuando me pongo enfermo.
Me siento en la mesa al lado de Noah que ya ha empezado a comer.
-Esta buenísima!
-Nana cocina demasiado bien.
Alex se sienta a mi lado y pone delante de mi un plato tapado con papel de cocina.
-Te manda esto especialmente para ti. Que aproveche.
Nos ponemos a comer y madre mía! La sopa esta de muerte. Desde que murió mi abuela no comía algo así.
Cuando terminamos Alex y Noah recogen la mesa y traen cucharas de postre. Destapa el plato que ha dejado antes y veo una increíble tarta de chocolate.
-Quiero casarme con ella.
Hundo la cuchara en la tarta y me la llevo a la boca. Dios! Esto es mejor que un orgasmo.
Segura?
No. Pero se le acerca.
-Esta buena ee- se burla Alex.
-Mucho. Sabes si aceptaría casarse? Yo estoy dispuesta a casarme a cambio de tartas como esta- señalo con la cuchara
-Tengo que ponerme celoso?- levanta una ceja
-No, no eres competencia para ella.
Suelta una carcajada y nos comemos la tarta entre los tres. Esta realmente buena, esta mujer es una cocinera increíble.
-Dale las gracias de mi parte- cojo su mano- y gracias por cuidar de nosotros.
-No tienes que dármelas.
Se levanta y termina de recoger la mesa y se pone a fregar los platos. Lo miro mientras esta de espaldas y sonrío. Este chico es increíble.
-Mami
-Dime amor- miro a Noah
-Puede ducharme Alex? Así tu descansas.
-Noah…
-NO ME IMPORTA!- Grita Alex desde la cocina.
-Esta bien. Puede- suspiro. Maruja, esta con la oreja puesta.
Noah sale disparado hacia el baño y yo me levanto y me acerco a Alex, lo abrazo por detrás y apoyo mi mejilla en su pecho.
-No tienes por que hacerlo.
-He dicho que no me importa.
Deja el último plato en el escurreplatos, se seca las manos y se gira hacia mi. Me rodea los hombros con los brazos y me mira.
-Vete al sofá canija. Yo lo baño y lo acuesto, no te preocupes.
-Vale…- me pongo de puntillas y le doy un beso.
-Sabes que cuando estas enferma eres mas cariñosa?- sonríe con picardía.
-No te acostumbres.
Lo suelto y me voy al sofá mientras el ducha a Noah.
Los oigo reírse en el baño mientras yo pongo la tele. Me sigue doliendo todo. Empieza a dolerme la cabeza otra vez y se que va a volver a subirme la fiebre, suspiro y me acomodo tumbada en el sofá tapada con la manta.
Cuando Noah ya esta en la cama Alex se pone el pijama y viene a tumbarse al sofá conmigo. Deja encima de la mesa el baso de agua lleno y una pastilla.
-Tómatelo. Mi padre lo ha comprado en la farmacia. Es mejor que el ibuprofeno.
-Le has hablado a tu padre de mi- afirmo. Me tomo la pastilla  y vuelvo a tumbarme.
-Mas bien me interrogo.- me abraza por la espalda de cara a la tele.
-Me ha caído bien.
-Es un buen hombre. Tu a él también le caes bien.- mete la mano por dentro de mi pijama y me da un escalofrío- te esta subiendo de nuevo.
-Eso parece- suspiro- me vuelve a doler la cabeza.
-Canija, no puedes ir a trabajar mañana. No estas bien.
-No puedo faltar, si no luego tengo que devolver las horas y es peor.
-Llama al médico y que te de la baja un par de días.
-No.
-No seas cabezona. Necesitas descansar.
-Me lo pensare.
-Si no llamas tu, llamare yo. Tu misma.
Me siento como una niña a la que han pillado haciendo algo malo. Pero tiene razón, estoy hecha mierda. Con una baja no puede hacer que devuelva las horas.
-Esta bien.
Me da un beso en la cabeza, nos tapa a los dos bien con la manta y me pega mas a él.
-Ahora, cierra los ojos y descansa.
Y eso hago. Me duermo con sus brazos alrededor dándome calor y transmitiéndome paz.

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