CAPITULO 22

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Alai

Estoy tumbada sobre algo caliente y firme, pero estoy muy cómoda. Huele bien. Muy bien. Todavía es de noche, no veo luz. La tele esta encendida pero sin volumen con un programa de esos del tarot, oigo algo de no se que horóscopo. Abro poco a poco los ojos y veo que estoy encima de algo. Mas bien de alguien. Una camiseta azul. Tengo dos brazos alrededor. Se quien es. Lo se por el olor. Que hago abrazada a Alex? Y mejor. Que hace Alex en mi sofá?
Levanto un poco la cabeza y lo miro. Esta  dormido, con el rostro relajado. Parece mucho mas joven cuando duerme. La barba le ha crecido un poco y le da un aire interesante. Abro las manos al darme cuenta de que apretaba su camiseta. Madre mía, se la he dejado toda arrugada. Que hora es?
Entrecierro los ojos y miro la pared de en frente. Las 4:30 de la mañana.
Céntrate, que haces así?
Cierto. Vuelvo a mirar a Alex.
Alex me trajo a casa… con un ataque de pánico. Se que hable con Ruth y que me dio una pastilla. Y no solté a Alex en ningún momento. Que vergüenza … ya no solo por aferrarme a él como un bote salvavidas, si no por lo que vio.
Me vio con un ataque de pánico. Y se quedo conmigo. Se habrá enterado? No, Ruth no le ha contado nada, eso seguro y yo no recuerdo haber dicho nada. Levanto la mano y le aparto el pelo de la frente. Esta tan guapo… suelto un suspiro y le paso las yemas de mis dedos por el contorno de su cara.
-Si siguen mirándome vas a desgastarme- doy un bote por el susto y él se ríe sin abrir las ojos.- como te encuentras?- aprieta los brazos a mi alrededor y clava sus ojos en los míos. Parece preocupado.
-Bien. He dormido en un buen colchón- le doy dos golpecitos en el pecho.- que haces aquí?
-Alguien se aferro a mi camiseta como si su vida dependiera de ello- dice divertido.  Yo me sonrojo por que si, tiene razón.
-Quien? La conozco?
-No- niega con la cabeza- pero te caería bien. Cuando duerme es todo un encanto.- sonríe hasta mostrar su hoyuelo. – me diste un buen susto sabes?
-Gracias por traerme y encargarte de Noah- agacho la cabeza avergonzada.
-Eh- me levanta la cabeza poniendo su dedo índice en mi barbilla.- no las des. Y Noah me ayudo mucho. Tienes un hijo increíble.
-Lo se- sonrío con ternura. Mi niño…
-Tienes hambre?- asiento- Ruth dejo la cena preparada. Voy a calentarla. Yo también tengo hambre.
Me aparto un poco, Alex se incorpora, deja un beso en mi frente y se levanta.
Esto es surrealista. Alex esta en mi cocina, de madrugada, calentando la cena para los dos, después de que a mi me diera un ataque de ansiedad y tuviera que depender de un niño para traerme a casa.
Cada día me lo pone mas difícil. Cada día hay algo de él  que hace que me guste mas. Esto esta mal. No puede ser así…pero es que me siento tan segura a su lado… suspiro y me levanto para ir a la cocina. Alex esta delante de la vitroceramica poniendo una olla a calentar. Me acerco y veo como echa el caldo que había en un cazo y lo remueve con el cucharon.
-El baño?- me pregunta. Señalo la puerta.- voy a mear. Alguien me lo ha impedido durante mas de 10 horas- su tono burlón me hace reír.
Se dirige al baño y yo lo sigo para ir a mi habitación a cambiarme. Entro cierro la puerta y me desvisto. Cojo mi pijama y me lo pongo. Es de la Barbe. Regalo de Ruth. Espero que no se ría mucho… pantalón de cuadros blancos y rosas y una camiseta de manga corta rosa con el logo en el pecho. Tiene un hombro al descubierto. Si no fuera de la Barbie, seria bastante sexy la verdad.
Cuando salgo Alex esta en la cocina poniendo los platos. Me mira de reojo y sonríe de lado.
-Bonito pijama
-Culpa a Ruth- levanto los hombros quitándole importancia. Coge los platos y los pone en la barra. Se gira coge las cucharas y dos vasos y los pone delante de los platos- siempre me regala pijamas por navidad.
-Me gusta.- coge una botella de agua de la nevera y se sienta en un taburete. Yo me siento en el de al lado.
-A mi no. Siempre son un poco infantiles.
-Pues a mi me parece muy sexy- me mira de reojo- el hombro al aire es muy sexy…
-Come- cojo la cuchara y miro el plato con mala cara.
-Que pasa? No te gusta la sopa?
-Me encanta, pero odio la comida recalentara- digo con fastidio.
-Yo también, pero tengo hambre.
Comemos en silencio. Un silencio cómodo. Cuando acabamos recojo los platos mientras Alex me mira de brazos cruzados sentado de espaldas a la barra. Me esta poniendo nerviosa.
-Que vas ha hacer?- me giro a mirarlo mientras hablo- te vas a ir a casa a estas horas?
-No, ya es tarde. Ruth me dejo ropa de Daniel- señala la mesa.- me quedare en el sofá.
-No hace falta- me muerdo el labio nerviosa y él levanta una ceja.
-Me vas a echar?
-No, digo que puedes dormir en mi cama- digo nerviosa – conmigo. Es grande, cabemos los dos de sobra.
-Enserio?- levanta las cejas sorprendido- no me lo digas dos veces.
Se levanta del taburete, se acerca a mi, coge mi mano y me arrastra en dirección  al pasillo. Enciende la luz de mi habitación  y apaga la de la cocina
-Bonita habitación.-mira a su alrededor sin soltarme la mano- te importa que me quite la camiseta? Alguien me la ha ensuciado de lágrimas.
Se lo esta pasando en grande. Yo niego con la cabeza y le suelto la mano. Lo esquivo para ir a la cama por el lado izquierdo.
Cuando me tumbo y lo miro esta dejando sus zapatillas al lado de la puerta, la cierra y empieza a quitarse la camiseta mientras se dirige a la cama.
JODER! No había caído. No lo he visto nunca sin camiseta… esta fuerte. Aunque no tiene los músculos muy marcados se ve que esta firme. Noto el calor en las mejillas. Me va a dar algo. Tendría que haberlo dejado en el sofá. Quiero dejar de mirarlo pero mi cabeza no me hace ni puñetero caso. Tiene un tatuaje en las costillas: una fecha en números romanos y tres puntas de flecha mirando hacia abajo. Es sexy…
-Quieres una foto?- dice divertido- te la puedo firmar si quieres- se tumba en la cama.
-Estaba mirando tu tatuaje, no te emociones.
-Ya… - no se lo ha tragado.
-Que significa?
- Es la fecha de nacimiento de mi hermano y el símbolo que invento una mujer para el  síndrome de Down.
- Es bonito.
-Si- Se tumba de lado mirándome a mi. Yo me tumbo mirándolo a él- quieres hablar?
-No- rotundo, seco- yo no… no puedo contártelo.- asiente tranquilo. Alarga la mano y me coloca el pelo detrás de la oreja.- pero tengo que pensar que voy ha hacer… no- no puedo seguir llevando a Noah a ese colegio.
-Por que?- frunce las cejas-  si es por llevarlo o recogerlo no te preocupes. Yo puedo hacerlo. No tienes que volver a entrar al colegio si no quieres.
Que sabe? Como sabe que no quiero?
-No puedo pedirte eso.
-Alai, escúchame- apoya su cabeza en su puño y me mira desde arriba- no se el porque de tu reacción y no te voy a preguntar- esta muy serio- pero no puedes cambiar a Noah de colegio. El allí esta bien. Envía la autorización para que pueda llevármelo y yo lo llevo a la esquina donde siempre nos despedimos. Por la mañana también puedo recogerlo allí. Entrara conmigo. No hay problema-me acaricia la mejilla- no me importa.
-Estas seguro?
-Segurísimo. Nos llevamos bien- sonríe de lado- sea quien sea el problema deduzco que no sabe quien es Noah- niego con  la cabeza- pues ya esta. Solucionado.
-Mañana la mandare por correo a Miriam.
-Vale- se tumba de nuevo con la cabeza en la almohada- puedo abrazarte para dormir?- asiento- date la vuelta, vamos ha hacer la cucharita.
Los dos nos echamos a reír. Me gira y él se acerca a mi, amoldándose a mi cuerpo con un brazo debajo de mi cabeza y el otro alrededor de mi cintura.
Parece que hayamos dormido así muchas veces. Encajamos. Su olor me relaja al momento. Noto como me da un beso en el hombro que queda al descubierto.
-Buenas noches Canija- susurra
-Buenas noches creído
Y el sueño nos envuelve en cuestión de segundos.


Me despiertan unos aplausos y las risas de Ruth y Noah. Apenas entra luz por la ventana. Alex sigue pegado a mi espalda y una de sus piernas esta entre las mías. Su mano esta en mi estomago y la otra sigue debajo de mi cabeza. Tiene la cabeza apoyada en mi nuca, noto su respiración en la parte baja de mi cuello. Noto un movimiento en esa zona. Esta sonriendo?
-Que bonito!-exclama Ruth- estáis de foto!
Intento levantarme pero Alex no me deja. Aprieta mas el agarre para mantenerme inmóvil. Muevo lo cabeza y en la puerta están Ruth y Noah con una sonrisa, ya vestidos.
-Buenos días a ti también amiga- me froto los ojos con la mano.-que hora es?
-Las siete de la mañana. Noah ya ha desayunado.
-Mami, ya estas buena?
-Si amor.
-Alex te a cuidado bien?- joder que vergüenza. Y lo peor es que se que esta despierto, noto su risa, pero disimula.
-Si, muy bien.
-Eso ya lo vemos…- maldita Ruth. -Vamos a desayunar Noah. Mama viene enseguida.
Noah se da media vuelta y se marcha, pero Ruth sigue en la puerta de brazos cruzados y con una sonrisa. Esa sonrisa… la que te dice que va a soltar alguna de un momento a otro.
-Habéis follado?
-Ruth!
-Si o no?- el cabrón de Alex sigue riéndose en mi espalda.
-No- cojo un cojín que deje anoche en la mesita y se lo lanzo- no seas cerda. Y tu- le doy con la mano en el brazo- deja de hacerte el dormido.- oigo su carcajada y me abraza mas fuerte aun con la cara en mi espalda.
-Esta alargando el momento amiga…
-Lo dudas?- su voz es ronca, se nota que se acaba de levantar- buenos días canija- me da un beso en la espalda y me recorre un escalofrío. Mueve la cabeza y mira a Ruth.- Buenos días sargento.
-Buenos días, os dejo solitos- mueve las cejas arriba y abajo, sugerente- he preparado café.-se da la vuelta, cierra la puerta y se marcha.
-Pues soltarme ya?- le digo a Alex
-No…. Déjame disfrutar de esto un poco mas…-oigo como produce un sonidito, como un ronroneo mientras me roza la espalda con la nariz.
-Acabas de ronronear como un gato?- le digo riéndome.
Suelta un ruidito afirmativo. Vaya al señor le cuesta levantarse…
-Señor don gato, hay que ir a desayunar, va levántate. No te tenia por alguien a quien le cuesta levantarse…
-Y no me cuesta- se ríe- estoy aprovechando hasta el ultima segundo. No todos los días me levanto contigo sabes? De hecho, es la primera vez.
Sin darme tiempo a reaccionar me tumba boca arriba y se pone encima de mi, apoyando sus brazos a ambos lados de mi cuerpo. Una de sus piernas queda entre las mías ligeramente abiertas. Su cara queda encima de la mía, a unos 10 centímetros, esta sonriendo. Su hoyuelo se marca mas que nunca y sus ojos brillas como farolas. Me he puesto nerviosa, mi corazón resuena en mis oídos,  por favor que no se de cuenta…
-Que haces? – intento que no se me note en la voz que me esta poniendo nerviosa, pero fracaso estrepitosa mente.
-Ya te lo he dicho- sus ojos siguen fijos en los míos- aprovechar hasta el último segundo antes de que vuelvas a ser la gata arisca de siempre.
-Oye- le pego en el brazo- yo no soy arisca
-Un poco si. Es parte de tu encanto.
-Tortolitos! Se hace tarde!- grita Ruth desde la cocina.
-Puedo darme una ducha? – levanta la mano y me aparta un mechón de pelo. Resigue el contorno de mi cara hasta mi barbilla y me la sujeta con dos dedos- no es plan que vaya a dar clases así.
-Si- carraspeo- hay toallas en el baño.
Nos quedamos quietos, en la misma posición, con su mano en su barbilla y mirándonos fijamente a los ojos. Ya no sonríe. Me he quedado atrapada en su mirada, no puedo moverme. Mi mirada se desvía a sus labios sin querer. Los tiene entre abiertos, su aliento roza mi cara. No son ni muy gruesos, ni muy finos. El inferior es ligeramente mas grueso que el de arriba. Como puede alguien no tener mal aliento por las mañanas? Venga ya! Ni ese defecto va a tener?
Cuando subo la mirada veo que el esta haciendo lo mismo conmigo. Me mira los labios e instintivamente paso mi lengua por el labio inferior. Lo veo tragar saliva y levantar la mirada.
-Mejor voy ha ducharme- Carraspea, me da un beso en la nariz, se levanta y sale en dirección al baño.
-Joder…- me tapo la cara con las manos.
Si no llega a levantarse, lo besas.
Si, lo hubiera hecho, pero por lo visto él tenia otros planes. Me olerá a mi el aliento? Pongo mi mano delante de mi boca y lo compruebo. No huele a nada raro. Por lo visto no quería besarme. Yo pensaba que si, que por lo menos le atraía. Parece que me equivocaba. Mas bien Ruth se equivocaba, fue ella la que me convenció. Maldita Ruth.
Me levanto de la cama a regañadientes y salgo en dirección a la cocina.
-Cuéntame!-Ruth y su alegría. Y yo cada vez estoy mas enfurruñada. Por que no me ha besado?
-Déjame. No ha pasado nada, no te hagas ilusiones, solo hemos dormido- digo cortante.
-Estas enfadada?- dice incrédula.
-Estoy divinamente- le dedico mi sonrisa mas falsa.
Se levanta del taburete y viene hacia mi, que estoy en la encimera apoyada con un baso de zumo en la mano.
-Que pasa Alai?- dice en un susurro.
-Nada.- suelto el baso en la encimera con mas fuerza de lo normal.
-Te ha hecho algo?- dice extrañada
-No
-Ah… ya entiendo- me mira con media sonrisa en los labios- el problema esta en lo que no ha hecho…
Voy a contestar peor la puerta del baño se abre y Alex aparece con una toalla de bob esponja anudada en la cintura, sin camiseta y el pelo mojado. Madre! Que espectáculo de buena mañana. Esto no es sano para mi cuerpo…
-Me he dejado la ropa…- señala a la mesa.
-La baba…- me susurra Ruth al oído. Alex coge la ropa y vuelve a encerrarse en el baño- estarás contenta. No todos los días tienes un espectáculo así por las mañanas. De nada.
-Tu no has tenido nada que ver.
-Como que no? Quien te insistió en que le dieras la oportunidad de conoceros?
-Ya, pues te equivocabas. No quiere nada conmigo.
-Por que lo dices?- arruga la nariz extrañada.
-A podido besarme- señalo mi cuarto con la mano- y no lo ha hecho. Lo he tenido aquí- pongo mi mando enfrente de mi cara- y se ha levantado y se ha ido.
Estoy molesta. Cabreada. Tengo calor. No me entiendo.  No a querido besarme. Y que? No pasa nada. Nada de nada.
-Y tu te has cabreado por eso- afirma, no pregunta- tía se habrá cortado por que pensara que no es el momento. Le gustas, créeme, se lo que te digo.- me da una palmadita en la espalda y va hacia la mesa.
Yo sigo aquí, apoyada en la encimera, con un cabreo de mil pares. Pensando en lo que ha dicho Ruth. Suena muy segura, pero entonces…
La puerta del baño se abre y sale Alex. Lleva un chándal negro y una camiseta de manga corta roja. Tiene una sudadera roja en el brazo. Es ropa de Daniel, la reconozco por que la he lavado un par de veces. Le queda un poco grande, pero no mucho. Deja la sudadera en un taburete y se acerca a mi. Huele a mi gel.
-Hay café- señalo la cafetera que Ruth a preparado.
-Gracias.- coge una taza del escurreplatos se echa café y leche de la nevera. Le pone una cucharada de azúcar y lo calienta en el microondas. Veo que me mira de reojo cuando saca la taza de nuevo- te pasa algo?
-No- niego con la cabeza
-Pues cuéntaselo a tu cara- me señala- no se ha enterado.
Oigo la risa de Ruth por lo bajo. Casi que la oigo decir: te lo digo siempre, tu cara te delata.
-No me pasa nada- le aseguro.
-A no?- se acerca a mi y me alisa el entrecejo con el dedo índice.- mucho mejor.  Por cierto… tu gel también es de vainilla? Voy a ir todo el día oliendo a cupcake.
- El bote con forma de Spidemen también era gel. – me rio- ese no huele a vainilla.
-Pensaba que era champú. Tienes mas botes de champú que el mercadona.
-Culpa de Ruth- la señalo- siempre me trae champús para que los pruebe.
-Y la cabrona siempre usa el mismo. No me sirve de ayuda para saber si los nuevos van bien o no-dice esta.
-Yo he cogido el único que he encontrado que no ponía nada de pelo teñido. Huele como a frutas.
- El pro you. Ese és el que le di para Noah.
-Hablando de Noah, yo lo llevo- deja la taza en el fregadero- acuérdate de mandar la autorización para que pueda sacarlo esta tarde.
Va a la mesa, se pone la sudadera y se revuelve el pelo con los dedos. Ni siquiera se peina y le queda de lujo. Que injusto.
-Vamos campeón?
-Me llevas tu al cole?- dice este emocionado.
-si, a partir de ahora te vendrás conmigo todos los días. Y por las tardes también.
-Bien!- le choca el puño.
-Yo también me voy- dice Ruth levantandose. Se acerca a mi y me da un beso en la mejillas.- Cualquier cosa me llamas, vale- asiento con la cabeza.
Noah se pone la chaqueta, me da un beso coge su mochila y se va a la puerta junto con Ruth y Alex. Los acompaño para cerrar detrás de ellos. Ruth y Noah empiezan a bajar, pero Alex se da la vuelta y me  acuna una mejilla con su mano.
-Te mandare mi DNI por WhatsApp para que lo pongas en la autorización. Mi apellido es Gálvez.- me mira  a los ojos- cualquier cosa mándame un mensaje vale?-asiento con la cabeza.- Nos vemos en la esquina de siempre por la tarde.
Se  acerca a mi y deja un beso en la comisura de mi boca.
-Adiós Canija. Descansa.
- Adiós.
Se da la vuelta y yo cierro la puerta tras él.  Apoyo mi espalda en la puerta y suspiro.
Este chico va a volverme completamente loca.

HASTA QUE LLEGASTE TÚWhere stories live. Discover now