CAPITULO 18

30 8 1
                                    

Alai

Estamos a viernes de nuevo.  Han pasado tres semanas desde que el colegio empezó. Hoy es el segundo viernes que quedamos con Alex para ir al parque con Noah y Martin.
Esta semana a sido buena. Muy buena. La Marquesa no ha ido a comprar, mi jefe no ha ido a penas por la tienda, lo que nos ha dado un respiro a todas, y Alex nos a acompañado cada día después de clase, con Noah sobre los hombros hasta la esquina de siempre. A mas a mas cabe decir que hablamos por WhatsApp cada noche… si, cada noche. Hablamos de tonterías o simplemente nos damos las buenas noches. Lo único malo? Que ya me he dado cuenta de que espero ese mensaje cada día, y si se retrasa un poco me pongo nerviosa pensando en que ya no me lo mandará.
Podrías mandárselo tu también sabes?
Podría, pero no. No me atrevo a ser yo quien empiece la conversación. Por que? No lo se. Vergüenza quizás? O por que pienso que a lo mejor le molesto… así de tonta soy. Y mas tonta me he sentido cuando al llegar a casa después del colegio me he cambiado de ropa y me he peinado para ir al parque.  Me he puesto mis vaqueros blancos, una camiseta de manga corta roja con escote en pico, una chaqueta de cuero negra y me he recogido el pelo en una coleta alta. Me he arreglado. Para verlo. Estoy empezando a perder la cabeza.
Cuando llegamos a la esquina Alex y Martin ya están allí esperándonos. Martin en seguida  se acerca a abrazarnos a mi y a Noah.
-Como estas Martin?
-Bien! Vamos a jugar? – coge a Noah de la mano y empieza a andar hacia el mismo parque del otro día.
-Que prisas enano- dice Alex
-No vaya a ser que el parque desaparezca- los dos nos reímos.
Alex se acerca a mi y me da un beso en la mejilla. Si. Ahora esto es costumbre. Cuando nos despedimos siempre me da un beso e insiste en que tengo que pagar por su compañía con otro.
Veo como me mira de arriba abajo disimuladamente. Bueno, muy disimulado no, porque me he dado cuenta, así que yo hago lo mismo. Y veo que él también se a cambiado. Se ha puesto unos vaqueros negros y una camiseta de manga corta verde botella.
-Voy guapo?- dice con picardía.
-Bueno…- levanto los hombros restándole importancia. Pero si, va guapo. El verde le queda bien.
-Me la he puesto en tu honor- se señala la camiseta- tu color favorito no?
-Si. Aunque no es el tono que me gusta.
-Tonterías…
Vamos caminando uno al lado del otro y nuestros brazos se rozan sin querer. Cada vez que me roza noto un cosquilleo molesto en el estomago.
Cuando llegamos nos sentamos en el mismo banco de siempre. Los niños ya están en la arena.
Alex esta un poco ido.  Pensativo.
-Estas bien?- le digo- te veo distraído.
-Si, es solo que he discutido con mi madre.
-Y eso?
-Con ella es todo muy complicado- suspira- no me gusta como trata a Martin. Nunca lo ha tratado bien. Y cuando íbamos a salir, se ha enfadado.
-Lo trata mal?- digo extrañada- a su propio hijo? Y porque se enfada por que salgáis?
- Mi madre nunca ha aceptado a Martin. No le gusta que la gente lo vea o sepa que tiene un hijo con síndrome de Down- vaya bruja..- y no le gusta que salgamos a la calle, según ella, con extraños.
-Pero si Martin es un amor…- y es verdad- los extraños somos Noah y yo?
-Para ella si. Ya le he explicado quiénes sois, pero es una mujer complicada… Y le molesta que mi padre este de acuerdo con esto- señala a Noah y a Martin- le gusta ver a Martin feliz, pero a ella parece que no.
-Pues no la entiendo- y es la verdad. No la entiendo ni solo un poco.
-Digamos que mi madre se ha criado en cuna de oro. Para ella lo que piensen los demás es mas importante que los sentimientos de sus hijos.
Ahora lo entiendo. Una rica estirada, como La Marquesa.
-Yo rica no soy, así que no me la presentes nunca. Me va a odiar.
-Posiblemente- se hecha a reír- pero a mi ya no me importa lo que ella diga. Si no me he ido de casa todavía a sido por él- señala a Martin- no quiero dejarlo solo.
-Pero sabes que algún día tendrás que hacerlo no?
-Si. Lo se. Aunque mi Nana lo cuida muy bien. Eso me deja mas tranquilo.
-Tu  nana?
-Si. Es la “criada”- hace comillas en la palabra- Aunque para mi no. Es mas como una segunda madre. Me ha  criado ella, prácticamente.
-Vaya! Todo un niño rico!
-Pues si. Aunque desheredado por no estudiar derecho- suelta una carcajada- y mejor! No estaba dispuesto ha aguantar toda una vida a mi madre como sombra.
-Menos mal que no. Noah se llevaría un chasco.
-Solo Noah?- me mira de reojo- y tu con tus padres? Me dijo Miriam que no tenias relación.
Mis padres. Ni siquiera se les tendría que llamar así.
-No- me tenso un poco- mi madre me echo de casa. Y mi padre… pues no se nada de él des de hace mucho tiempo.
-Tu propia madre te echo?- me mira sorprendido. Yo asiento- vaya, vamos a juntarla con la mía, capaz que se llevan bien.
-Lo dudo. Seria un duelo de titanes –los dos nos reímos- y luego esta mi hermano. Lo veo de vez en cuando, navidad, cumpleaños y poca cosa mas. Tiene su vida, con su mujer y su hija y se le olvida que tiene una hermana. La única que nunca me dejo fue mi abuela. Hasta que murió…
-Lo siento- me mira con compasión- ella te ayudaba con Noah no?
-Si no fuera por ella, ni Noah ni yo estaríamos vivos.
Y es la verdad. Ella me recogió, me dio cariño, un hogar y cuido de él mientras yo trabajaba.
-Y el padre de Noah?
Me tenso de la cabeza a los pies.
-Noah no tiene padre.
Me mira sorprendido por mi tono cortante.
Nos quedamos callados un rato mirando ha los niños. Yo por que no me apetece hablar y él, supongo que por que sabe que ha tocado un tema que no debería tocar.
Se levanta una brisa fría que hace que me de un escalofrío. Aunque llevo chaqueta, es demasiado fina.
-Tienes frio? -pregunta. Yo asiento con la cabeza- ven.
Me pasa un brazo por los hombros y me acerca a él. Su cuerpo desprende un calor agradable, su colonia me inunda los sentidos y me aturde. No puedo pensar con claridad.
-Lo siento si te ha incomodado la pregunta- me susurra al oído- no volveré a preguntar.
-Gracias. Es un tema del que no hablo. Para mi esa persona no existe.- me  estrecha mas con su brazo.
-Solo quiero decirte que, si algún día necesitas o quieres hablar, soy todo oídos.- suena sincero. Tierno.
-Dudo mucho que eso pase. Pero gracias- me pasa el otro brazo por delante del pecho y se coge las manos, abrazándome. Me acomodo mejor en su pecho. Es reconfortante.- cuéntame algo.
-Que quieres saber?
-Que edad tienes? Creo que nunca me lo has dicho.
-22. En noviembre cumplo los 23.
-Eres mas pequeños que yo?- digo sorprendida. No lo parece. Sonríe contra mi pelo.
-No se tu edad.
-25
-Cuando es tu cumpleaños?
- 20 de Junio. Y el tuyo?
-18 de noviembre
-Eres todo un bebe…
-Algún problema?- Noto su sonrisa en mi pelo y su tono pícaro al hablar- dos años de diferencia te supone algún problema?
-No. No pongo reglas con la edad de mis amigos. Aunque a ti para eso aún te falta, claro.
-Pues para no ser ni amigos te estoy dando calor- cabrón- voy a tener que cobrármelo con un beso de mas.
-No te aproveches tanto, si no al final no te daré ninguno.
Nos quedamos un rato mas así, abrazados, sin decir nada. En un silencio cómodo. Sus brazos a mi alrededor, dándome calor. Me siento bien, en paz, relajada.
-Te han dicho alguna vez lo bien que hueles?- noto su nariz en mi pelo y un escalofrío me recorre la columna.
-No-y es la verdad- cabe decir que tampoco dejo que mucha gente se acerque. Disfrútalo.
-Lo disfruto, créeme.- suelta una risita- soy todo un privilegiado. Y Martin tiene razón, es como tener un bizcocho entre mis brazos- aprieta un poco los brazos y apoya su barbilla en mi cabeza.
-Eso es un alago?
-Claro. Lo que me extraña es que sepas lo que es un alago…-giro la cabeza para mirarlo, extrañada.
-Porque?
-Nunca me has dicho ninguno- se encoge de hombros. – Uno al año, no hace daño.
-Es que no quiero alimentar ese ego que tienes. Ya lo tienes suficientemente grande.
-Des de que te conozco a ti a disminuido bastante- parece divertido- Soy irresistible, menos para ti, claro.
Si tu supieras….
-Eso quiere decir que eres un mujeriego? No te pega nada
-No, yo no he dicho eso. Solo que siempre he ligado bastante.
-Creído- nos echamos a reír.- en eso no nos parecemos. Yo nunca he ligado, gracias a dios.
-No me lo creo- vuelve a reírse- lo que creo es que no te das cuenta.
-No quiero darme cuenta mejor dicho. No me interesa.
-Haré que cambies de opinión…-su tono es burlón.- dime algo bueno va.
-Tu también hueles bien
-Venga ya!- se carcajea- no vale decir lo mismo que yo!
-Es la verdad. Hugo Boss, Just diferent. Me equivoco?
Mueve la cabeza y me aparta un poco para mirarme. Parece sorprendido.
-Como lo sabes? Te lo ha dicho Rafa?
-No- me río- Me gustan las colonias de hombre, esa es mi favorita- mierda, no tendría que haber dicho eso.
-Interesante- se acomoda de nuevo con la barbilla en mi cabeza- muy interesante.
-No te hagas ilusiones. Es solo una colonia- lo que él  no sabe es que me esta volviendo completamente loca tenerlo tan cerca por culpa de ese olor.
-Solo una colonia no, tu colonia favorita- recalca- sumo un punto para mi.
-Yo tengo alguno?
-Déjame pensar- lo medita un poco- Todos. No sigas sumando que colapsan y se anulan.
-Vaya! Cualquier diría que te gusto- no se por que he dicho eso…
-Tampoco te flipes- los dos nos echamos reír- pero a veces pienso que eres mi infierno personal…- lo a dicho en un susurro, no se si quería que yo lo oyera pero lo he hecho.
Su infierno personal… eso es malo no? O al menos mi infierno personal lo es.
-Se esta haciendo tarde- le digo. Prefiero no decir nada sobre lo que ha dicho.
- Ya te quieres ir? Yo estoy muy a gusto- aprieta un poco su agarre alrededor de mis hombros.
-Si, no quiero dormir en un banco, gracias.
A regañadientes y quejándose suelta su agarre para que me levante y llamamos a los niños. Van de tierra hasta arriba, como el otro día. Otra noche mas limpiando hasta las tantas.
-Oye Canija…-se rasco la cabeza-tienes Instagram?
-Si, claro.
-Y por que no te encuentro?- me echo a reír.
-Me has buscado?- levanto una ceja, él asiente con la cabeza- lo tengo privado. Nadie puede encontrarme, tengo que ser yo quien agregue a la gente.
-Me vas ha agregas?- levanta las cejas sonriendo.
-Eso tienes que ganártelo- le doy unos golpecitos en el pecho con la mano.
Noah se despide de ellos. Alex se acerca a mi, para darme un beso, como siempre, pero esta vez me lo da cerca de la comisura de los labios. Noto el calor en mis mejillas al instante. El estomago me da un tironcito y el corazón se me acelera como las alas de un colibrí.
-Me lo ganaré-dice mirándome a los ojos- Luego te hablo- me giña un ojo y se aparta.
Yo no digo nada, no puedo, me he quedado muda. Solo puedo mirarlo. Cuando nos separamos solo soy capaz de murmurar un simple “adiós”. Soy patética. Espero que no se tome a mal mi reacción, es que estoy en shock. Es lo mas cerca de besar a alguien que he estado en estos últimos 6 años y me ha descolocado.
Te a gustado…
Si, eso también.
Tendrá razón Ruth? Tendría que darle una oportunidad mas allá de amistad? Sexo tal vez?

HASTA QUE LLEGASTE TÚWhere stories live. Discover now