CAPITULO 1:

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Alai


Otra noche de insomnio…..

Otra noche mas sin dormir por culpa de las pesadillas…. Parece mentira que 6 años después, y años de terapia no sirvan para nada.

Tengo temporadas mejores, pero siempre que llegan estas fechas, estoy meses con pesadillas por lo que ocurrió.

En fin, hoy empieza de nuevo la rutina. Donde la razón de mi existencia empieza el colegio después de un verano donde mi vida a sido una auténtica locura.

La razón de esta situación no es otra que mi rubio favorito, el único hombre de mi vida: mi hijo Noah. No, no es solo un nombre de niña, es unisex, y aunque nunca me había gustado, cuando vi el significado, no dude en ponérselo. Noah, es la variante de Noe, ( no, no soy religiosa), pero Noe fue el salvador de la humanidad en un diluvio universal. Significa, entre otras cosas: aquel que da consuelo.

¿Qué porqué? Por que el fue mi salvación hace 5 años. El que me consoló, sin quererlo después del peor momento de mi vida. Aunque el también fue la consecuencia de aquel momento… pero eso intento no pensarlo.

Miro el despertador, son las 6:30, ya llevo dos horas observando el techo de mi habitación. Hora de mover el culo, aunque aun es pronto.

Me levanto de la cama, me visto con unos vaqueros azul oscuro y la camiseta y la  sudadera de mi trabajo. Voy al baño, hago mis necesidades y me planto frente al espejo. Intento no mirarme demasiado, las ojeras de hoy se ven mas de la cuenta, voy a tener que usar maquillaje para taparlas aunque no me guste…. Soy mujer si, pero odio el maquillaje, pero si me ve mi jefe así, me soltara alguna fresca y mi paciencia últimamente esta en las últimas.

 Después de taparlas lo mejor que he podido gracias a las clases particulares de mi amiga Ruth (debo prestarle mas atención cuando me da las clases), me lavo los dientes y voy a la cocina.

Preparo la mochila de dinosaurio de Noah con la botella de agua y el bocadillo, metido en el tupper de T-rex, su favorito.

Miro la hora, 7:10. Aun es pronto para despertarlo. Aprovecho para poner una lavadora y limpiar un poco, así esta noche, no tendré que hacerlo….

Odio limpiar. Pero soy una obsesa del olor. Me gusta entrar y que huela bien. Por eso deje de fumar. Porque ODIABA el olor que quedaba en casa.

7:45, hora de despertar a mi mounstruito!

-Noah...- ni se inmuta. Tiene un sueño extremadamente profundo. No, no se parece a mi en eso….- Noah, cariño, hora de levantarse. Hoy empieza el col…

- Hola mami!!!!- no me ha dado tiempo ni de terminar la palabra. Si, también tiene muy buen despertar como se puede ver.-  quiero ponerme mi súper chándal!

-Y cual es ese? El de perritos?- se perfectamente cual es, y no, no es ese.

Me mira con los ojos muy abiertos. Como queriendo decir  “ no puede ser que hayas dicho eso”, “ sabes que no”. Me aguanto la risa, pero la verdad es que disimular, no es lo mío. Cómo siempre dice Ruth “ Tu cara habla por si sola, tanto para bien, como para mal, no tiene filtro”.

Me levanto y voy a su armario a buscar el súper chándal de, como no, dinosaurios.

He dicho ya que es un obsesionado de los dinosaurio? Pues lo es.

Un pantalón y una camisetas con un montón de dinosaurios de varios colores, unos calzoncillos de la patrulla canina y unos calcetines.

-Te lo dejo aquí vale? Te vistes tu solo o necesitas ayuda?

HASTA QUE LLEGASTE TÚWhere stories live. Discover now