•[Falso-Omega]•
La vida de Park Jimin nunca fue sencilla, la desgracia y el dolor parecían seguirlo a donde quiera que fuera.
Primero, perdió a toda su familia en una sola noche, y luego descubrió la anomalía genética que lo hacía diferente a los de...
Después de un par de días de búsqueda, Kang Taehyun se permitió descansar sobre las ramas de un gran árbol y desde allí, vigilar a su objetivo.
La casa de campo a la que habían llevado a Quincy estaba prácticamente en medio de la nada. Y por lo que había visto en los alrededores en los últimos dos días, solo era habitada por una pareja de ancianos y una niña.
A Taehyun no se le hizo difícil llegar a la conclusión de que los ancianos estaban cuidando de la chica y que aún no había recobrado el conocimiento, ya que si lo hubiera hecho, él se habría dado cuenta y habría irrumpido en el lugar para llevársela consigo.
Las órdenes del Alfa Jung habían sido muy claras y debía traer de vuelta a la Omega, sin importar los medios a los que tuviera que recurrir.
Así que mientras esperaba, se puso a revisar su equipo y se dio cuenta de que ya casi no le quedaban provisiones para seguir. Tendría que terminar con este jueguito de las escondidas y llevársela de una vez. La verdad era que capturar a la Omega Quincy había sido más difícil de lo que Taehyun imaginó, e increíblemente lo había hecho sudar.
Nunca creyó que Quincy fuera tan escurridiza y tan buena para ocultar su aroma. Le había costado seguir su rastro cuando dejó la mansión del Líder, pero como él era el mejor Alfa rastreador de toda manada, logró percibir un poco de su aroma en una florería en la ciudad. De esa forma, Taehyun logró seguir ese pequeño hilo del aroma a vainilla de la Omega y la encontró cuando yacía moribunda bajo el sol.
Él mismo la hubiera rescatado de allí y llevado enseguida para que recibiera atención médica, pero justo en ese momento, apareció el anciano y se la llevó con él.
—Sí tan solo la hubiera encontrado antes, ahora mismo estaríamos devuelta con el Alfa Jung... —Se lamentó en un suspiro—. Debo admitir, que fue divertido mientras duró. Hace tiempo que no me esforzaba tanto en una misión. Pero ya es tiempo de terminar con esto.
Taehyun sonrió y miró como a través de las ventanas, las personas en el interior de la casa comenzaban a moverse a un ritmo acelerado.
Eso solo podía significar que la Omega había despertado.
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Había pasado mucho tiempo desde la última vez que Quincy sintió el odio y temor que la gente tenía al descubrir su verdadera naturaleza de Pura.
Los Purasangre no eran queridos ni aceptados por la sociedad, más que todo porque eran aberraciones de la naturaleza. Un ser que no debía existir desde un principio.
Para que un Puro existiera, eso debía significar que sus padres debían ser exactamente de la misma naturaleza, es decir Alfa-Alfa, o en su caso, Omega-Omega.
