𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 | ᴘᴊᴍ

🌙 | 30 | Luciérnagas

Capítulo XXX
Luciérnagas

Yoongi miraba con curiosidad a Haejin, preguntándose sí así era como se veía él en sus primeros días cuando exploraba el mundo humano.

Al chico le parecía muy divertida la forma en la que la pelinegra interactuaba con su entorno en su nueva forma humana. Haejin se emocionaba por todo y le sorprendían cosas que ya para él eran tan normales, pero que un principio a él también le parecieron interesantes.

Yoongi sonreía con ternura porque Hae le recordaba a él hace unos años, cuando era un lobo y cambió inexplicablemente a una forma humana por primera vez. Estaba tan confundido y muy perdido sobre cómo funcionaban todo en nuevo mundo en el que se encontraba. No fue fácil adaptarse a las nuevas reglas y tuvo que aprender mucho para no meter la pata.

Aún seguía aprendiendo, aún había muchas cosas que el ex-lobo desconocía y no comprendía, pero gracias a Jimin y a los demás ha ido poco a poco acostumbrándose.

Haejin se giró hacia el chico de cabellos largos con una brillante sonrisa, y el corazón de este se aceleró. La chica le señaló entusiasmada algo en el aire y Yoongi siguió su dedo encontrándose con una luciérnaga que volaba cerca de ella.

—Es una luciérnaga —comentó él—. Es muy bonita, ¿Te gustan las luciérnagas?

Haejin asintió varías veces antes de volver su atención hacia el insecto y seguirlo.

Yoongi la vigiló de lejos mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba en el capó de la camioneta de Taehyung.

—¡No te alejes mucho, Hae! —le advirtió él y la chica solo levantó su pulgar, siguiendo a la luciérnaga.

Yoongi suspiró y miró la fachada del sitio en donde se encontraban.

Habían llegado en horas de la noche a aquel motel que Jimin había encontrado en la carrera, y como estaba planeado, los tres pasarían la noche allí antes de seguir su camino a la manada Jung por la mañana.

El Pseudo se había bajado solo y dirigido al interior para pedir tres habitaciones, dejando a los dos ex-lobos esperando afuera para evitar problemas. Pero después de unos cuantos minutos en silencio y en total aburrimiento, Yoongi le había sugerido a Hae bajarse también y así respirar algo de aire fresco.

Y he ahí por qué ahora la chica miraba fascinada las luciérnagas mientras Yoongi la observa, aún con su visión nocturna. Él no quería perderla de vista ni un segundo.

Haejin se veía tan pura e inocente mientras se agachada en el suelo para ver como la luciérnaga volaba alrededor de las flores que decoraban la entrada del motel.

Luego la chica abrió la boca impresionada al tratar de tocarla, pero al intentarlo, movió accidentalmente las flores y varías luciérnagas que estaban escondidas salieron volando al mismo tiempo y la rodearon antes de dirigirse hacia la oscuridad.

Haejin sonreía feliz y para Yoongi era difícil creer que una chica como ella fuera real...

... Sobre todo, que esa chica fuera su compañera.

Aún le era difícil asimilarlo, ¿Cómo una chica tan hermosa como ella, que originalmente había nacido siendo una humana, hubiera estado destinada para alguien no humano como él?

A veces no entendí las decisiones que tomaba la Diosa Luna, pero hasta ahora no le desagradaba. Más bien, sentía mucha calma desde que la halló, menos ansioso, como sí ahora hubiera encontrado una parte de él que faltaba.