🌙 | 10 | Humano otra vez

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Capítulo X
Humano Otra vez


Algo había cambiado.

Yoongi aún no había abierto los ojos, pero podía notar que algo era diferente en él.

No estaba seguro, y no quería abrir los párpados por temor a romper la ilusión. Así que los mantuvo cerrados un poco más, respirando lentamente y disfrutando de la dulce sensación que lo embriagaba. Se sentía más pequeño, eso era un hecho. Más ligero y con algo de frío, algo extraño, puesto a que, como lobo, su pelaje blanco lo protegía de las bajas temperaturas.

Su cuerpo no a abarcaba la misma superficie que en la noche anterior y la posición de sus extremidades tampoco era la normal. Probó encogiéndose sobre sí mismo, pegando sus dos recién descubiertas piernas al pecho y se sorprendió al percibir que una fina manta lo cubría. Era obvio que había sido Park el que le había prestado aquello, por lo que eso podía confirmar ya sus sospechas.

Estaba desnudo.

Aunque siempre lo había estado, pero esta vez era diferente. Muy diferente a las otras veces, porque se trataba de una desnudez humana y no una animal. Algo a lo que sin duda al Pseudo, por sus buenas costumbres, le tenía un poco de repelús.

Rápidamente, Yoongi se sentó, suprimió su ansiedad y respiró una última vez antes de abrir finalmente los ojos. Una genuina sonrisa de felicidad nació en sus labios, porque lo primero que vió fueron dos manos humanas justo frente a su rostro.

—No puedo creerlo... —murmuró feliz con voz ronca y una ligera risa se le escapó—. En verdad sucedió...

Eran sus manos, sin garras afiladas ni pelaje que las cubriera. Debajo de la manta, los dedos de sus pies se movían de arriba abajo y sobre su cabeza, descubrió que esta estaba llena de rizos oscuros que caían sobre sus hombros y frente. Se palpó el pecho y encontró también la pequeña cicatriz en el centro que hace años el cazador le había hecho. Eso lo hizo pensar inmediatamente en Yeonwoo.

De no haber sido por esa chica, él no estaría allí ahora. Al igual que sin la ayuda de Kim y Jeon, hubiera muerto en el bosque. Gracias a ellos se encontraba con vida, y ahora que había vuelto a su forma humana otra vez, ya nada podía evitar que fuera a ver a su ama y estar con ella.

Se retiró la manta y con cuidado se puso de cuclillas para agarrar equilibrio. Había olvidado lo difícil que era caminar a dos patas... O en este caso pies. Yoongi aún recordaba que los primeros días, él caminaba casi gateando por el suelo hasta que finalmente logró mantenerse estable sobre sus piernas.

Según Moon, para él caminar como los humanos debía ser como andar en bicicleta. Por más años que pasara, nunca se olvidaba. Irónicamente, la ex-pseudo había olvidado que él era un lobo y que nunca antes se había subido a una cosa de esas cosas.

Aún así, se armó de valor y tomó las paredes de la cueva como apoyo. Fue dando pequeños pasos hacia la salida y el sol de la mañana le pegó directo en el rostro. Tuvo que utilizar una de sus manos para cubrirse los ojos y tratar de enfocar su visión a lo que tenía a su alrededor.

—Veo que despertaste... —El Pseudo-Omega se encontraba a unos metros, dándole la espalda mientras se encarga de preparar el desayuno—. Ven, acércate. Llegas a tiempo para comer.

Por su tono de voz, Yoongi podía decir que Jimin había amanecido de buen humor...

Era extraño que no se hubiera despertado antes cuando fue a cazar el desayuno. Por lo general, sus sentidos estaban súper desarrollados y cualquier mínimo ruido lo despertaba. ¿Será que se debía a que ahora era un humano? ¿Efectos del suero? Cómo sea, eso no le importaba ahora mismo, tenía hambre.

𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 | ᴘᴊᴍHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin