𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 | ᴘᴊᴍ

🌙 | 20 | Recuerdos

Capítulo XX
Recuerdos

Yoongi no sabía que preguntarle aquellas cosas a Jimin era caso perdido. Más aún porque el chico se negaba a recordar ese traumante evento de su niñez.

—No, lo siento... —respondió mirando a otro lado.

—Pero-...

—No recuerdo nada, Yoongi. —Lo interrumpió.

—Ya, calma. Solo era una pregunta.

Una pregunta que se negaba a responder.

—¿Por qué crees que se trata de mi hermana?

—Porque son idénticos, y recuerda que nuestros ojos son únicos, no hay forma que dos Lobos tengan el mismo color sin que estos estén relacionados —Le recordó—. Es como Moon con el Alfa Kim o Yeonjun con Taehyung.

—¿Y dices que esta chica puede ser mi hermana solo porque ambos tenemos los iris de color plata?

Él hizo un sonido afirmativo y asintió.

—Y también porque sus labios son igual de apetecibles, saben igual...

Jimin sufrió un escalofrío, y miró a Yoongi para luego negar.

—Yo no te puedo ayudar con eso, Yoonie —dijo finalmente—. En serio no recuerdo nada de mis padres o hermanas. Es como sí todos esos recuerdos estuviera bloqueados en mi memoria. Sé que tuve una familia, que me querían y que aparentemente éramos felices. Pero todo eso lo sé gracias al señor Kim y al profesor Kim. Nada más.

—¿No crees que ellos puedan saber algo?

—¿Tan importante es hallarla?

—¡Sí! Me siento inquieto sin saber dónde está. ¡Y ella me dijo que la hallara pronto y ya pasó más de una semana!

Jimin no se sentía cómodo con esto. Hurgar en sus recuerdos era algo que no le gustaba hacer. Lo llevaba de ansiedad y una opresión en el pecho que le impedía respirar con normalidad.

Pero la mirada ilusionada del exlobo le era suficiente para saber que si era importante para él. Tal vez a Jimin no le gustara aquello, pero si sabía que ayudaría a Yoongi en lo que necesitara. Incluso sí eso significaba salir herido.

El Pseudo respiró profundamente y sonrió de lado.

—Voy a hablar más tarde con los Kim y les preguntare sobre mis hermanas.

—¿En serio? ¿¡De verdad!? —exclamó emocionado y cuando vio a Jimin asentir, sonrió en grande y lo abrazó por el cuello—. Te lo agradezco, Minnie.

—Si, como sea. Me asfixias... —se quejó Jimin, dando pequeñas palmaditas en su espalda.

Yoongi lo soltó solo un poco, riendo, y se separó lo suficiente para volver a poner su boca sobre la de su amigo.

Otra vez, Jimin se quedó petrificado, pero reaccionó un poco más rápido y lo apartó exigiendo respuestas.

—Oye.

—¿Qué? ¿Te molesta que te bese? —le preguntó Yoongi inclinando la cabeza sin entender su rechazo.

—Ehhh... ¿No que te gustaba Yeonwoo? —le devolvió Jimin alzando una ceja.

—Sí, me gusta Yeonwoo —asintió lentamente—. ¿Eso que tiene que ver?

—No deberías besarme entonces... —le dijo apartándose y recostando su cabeza —. Se supone que los besos se los das a las personas que amas, no a los amigos.