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Desperté en una habitación bastante amplia con luces encendidas que me hicieron cerrar los ojos. Fue como si esa luz fuera un cuchillo que me atravesó la cabeza.

Gemí por un dolor punzante en la clavícula. Estuve a punto de llevarme la mano derecha a la clavícula izquierda cuando sentí que algo la retenía.

Eran unas esposas.

-¿Qué coño...- dejé la pregunta en el aire cuando me fijé bien en la habitación, estaba en un hospital y llevaba una bata blanca. Además había una ventana con las cortinas echadas, pero podía ver a varios agentes en la puerta.

Entonces llegó un recuerdo de un camión colisionando con mi coche estando CJ en ese lado. Me invadió la angustia al recordar a Emilia, ella había provocado esto, estaba tan absorto en ese pensamiento que no caí en el jaleo que había fuera.

-¿¡Donde está mi hijo!?- preguntó una voz con acento ruso. Sabía que era mi padre por los insultos que soltó después de preguntar.-¡Tengo derecho a verlo!

-Señor cálmese, él...-mi padre le interrumpió.

-He dicho que voy a verlo, ¡apártese!- gritó y seguidamente se abrió la puerta. Mi madre, que iba justo detrás, se acercó corriendo a abrazarme y aguanté el quejido de dolor por la clavícula.

-Gracias a Dios que estás bien, cariño.- agradeció mi madre dejando un beso en mi cabeza. Mi padre frunció el ceño y la miró enfadado, aunque no como cuando se enfadaba de verdad, solo estaba molesto por la situación.

-Gracias a ese tal Dios, mi hijo está aquí.- replicó acercándose a mi lado. Mi madre rodó los ojos por su comentario.-¿Cómo estás hijo?

-¿Como está CJ? El camión debió hacerle más daño a ella.- expliqué haciendo que compartieran una mirada, una que no me gustó nada.

-CJ está más grave que tú.- soltó mi padre haciendo que mi madre le reprochara con la mirada. Seguramente por ser tan directo conmigo. Yo tuve ganas de llorar, pero las contuve, derrumbarme no iba a ayudarla y menos si estaba esposado en una cama.

-Papá, necesito pedirte algo. El accidente fue provocado por la familia Aguirre, o lo que queda de ella.- expliqué haciendo que él frunciera el ceño algo molesto.- Emilia, la hija menor, me dijo que la policía me atraparía por lo de fingir mi muerte.- expliqué bajando la voz.- Necesito que te encargues de seguir a esa familia, pídeselo a Bosco.

-De acuerdo hijo, no te preocupes por eso ahora, estamos en ello.- dijo restándole importancia. Mi madre lo miró mal por eso y ella habló.

-Deberías decirle lo que pasó ayer.- sugirió haciendo que frunciera el ceño mirando a mi padre. Mi madre lo presionó con la mirada y el suspiró rendido.

-Nos robaron la carga que iba a Brasil ayer. Imagino que fueron ellas.- dijo haciendo que resoplara.- Esto es una venganza, hijo.

-¿Puedes sacarme de aquí? No puedo quedarme aquí y CJ tampoco, si nos encierran no podré hacer nada.- supliqué haciendo que él asistiera. Sabía que los métodos de mi padre eran sanguinarios e inhumanos, pero CJ me importaba y no iba a dejar que le pasará nada por mi culpa y mi pasado.

-Cuidate y ten paciencia, te sacaré de aquí...-mamá interrumpió a papá.

-A los dos, CJ tampoco merece estar así por nuestra culpa.- recordó haciendo que él asintiera.- Kai,ya los medios han revelado tu identidad y el hospital en el que estás. Hay mucha vigilancia fuera, así que entrar no nos ha sido fácil. Nos vamos antes de que se den cuenta de que planeamos algo, cuídate cariño.- dijo dándome un beso en la frente. Sonreí dándole uno en la mejilla.

🆆︎🅰︎🅽︎🆃︎🅴︎🅳︎ (𝙇𝙄𝘽𝙍𝙊 𝙄 𝙮 𝙄𝙄)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora