Capítulo 8 Temporada 2

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Abría mis ojos con dificultad, notando que estaba en una habitación diferente a la mía o donde recuerdo haber estado, que era la oficina de Tewkesbury.

Me levanté de la cama, afirmando en mí que no era mi habitación, había una ventana abierta, así que me levanté de la cama y camine a la ventana, dandome cuenta del paisaje, era el castillo de Windsor, pero quedé confundida al darme cuenta que no era la habitación que yo usaba cuando mi padre era rey.

Salí de la ventana, mirando lo amplia que era la habitación, hasta que caí en cuenta, era la habitación que solo podía ser usadas por reyes, di media vuelta y vi que la habitación era aún más amplia, había un sofa largo, donde estaba Tewkesbury, sentado y dormido, con una venda en su cabeza, suponía que era por el golpe que recibió ayer.

Me acerqué a él lentamente para no hacer ruido. Cuando llegué a estar junto a él, lo moví despacio para levantarlo, aunque al principio se resistía, al levantarse se sobresaltó al verme.

— ¡______! — dijo él cuando se levantó. Se levantó del sofa, acariciando mi cabella y tomandome de las manos —, estás bien, cuando me dijeron que te habías desmayado, me asusté demasiado

— Estoy bien — sonreí sin despegar mis labios — ¿Tú? 

— Tambien bien — sonrió tambien

— ¿Sabes algo de Maddy? — pregunté. Él solo me miró minimos segundos y luego bajo su mirada —. Nada ¿Cierto? — pregunté con la voz entrecortada

Negó con la cabeza — Nada... Pero antes de hablar de Maddy, necesito que aclaremos lo de las cartas 

— ¿Ahora? — pregunté confundida

— Es que, me dijeron que cuando despiertes, era necesario que hables con el general, para que te digan lo que pasó ayer, pero antes que te digan eso y hablar sobre Maddy necesito aclarar ese tema conmigo

— Tewkesbury, eran cartas amenazando a ambos, amenzando con que si no dejabamos el trono le harían algo a Maddy y nunca me dijiste nada — mis ojos se humedecieron — ¿Por qué no me lo dijiste? — pregunté preocupada

— Quería cuidarte — confesó —, en tu estado, podías ponerte mal y eso era lo que no quería

— ¿Ahora tú también piensas que soy una inútil por estar embarazada? — fruncí el ceño

— No eres una inútil — contradijo —, únicamente que sé que puedes ser más susceptible a cierto tipo de cosas estando así

Asentí levemente — ¿Y por qué hay una carta de Enola aquí?

— Le pedí ayuda para que me ayude a saber quien está mandando esto... Porque no podía dejarlo así

— ¿Y ahora? — suspiré pesado — ya se llevaron a Maddy — mientras decía eso mi voz se cortaba

— Me dijeron que ya estaban buscándola, con el mejor detective — frunció sus labios —, pero no sé si estén haciendo lo suficiente

— ¿A qué te refieres? — pregunté confundida

— No confío totalmente en ellos.

Él terminó de decir eso y se escuchó un golpe en la puerta. Él empezó a caminar y yo lo seguí, cuando él abrió la puerta, yo me quedé a un lado, casi atrás de la pared, para poder escuchar.

— Su alteza real — escuché decir — ¿Despertó la reina?

 — Sí — respondió Tewkesbury —, ya despertó

— La está esperando el general, abajo.

Tewkesbury agradeció y dijo que ya bajábamos. Cerró la puerta y volteó a verme.

— ¿Vamos? — preguntó

— ¿Por qué no confías en la seguridad de la corona? — pregunté, retomando el tema de la conversación anterior

— ¿Por qué tendría que confiar en personas que aún sabiendo donde estabas nunca hicieron nada por "salvarte"?... Cuando vivíamos con mi madre, no tendría porque confiar en ellos y no lo hago, fue por eso que le escribí a Enola... ¿Te molesta? — tomó mis manos — Si te molesta, enserio te pido perdón, pero no sabía que más hacer

— No me molesta — fruncí mis labios —, incluso ahora que lo dices así... Tienes razón, lo único que hubiera querido es que me lo digas

— Ya te lo dije, lo hice por protegerte, para que no te preocuparás.

Dio un beso sobre mi frente. Ambos salimos de la habitación, caminando hacia el salón de las visitas, conocía el castillo porque aquí vivía mi padre cuando era rey, y aquí crecí hasta que escapé con Tewkesbury.

Al hablar con el general, él nos explicaba lo que había pasado, y aún desmayada me trasladaron aquí al castillo de Windsor porque era de suma urgencia dejar el de Buckingham, pero cuando tocaba el tema de Maddy lo hacia sin importancia.

— Le hago una pregunta — hablé — ¿Tienes hijos usted? — entrecerré un poco mis ojos

— Ah, sí — respondió en tono obvio —, tengo tres

— ¿Entonces por qué habla con tanta despreocupación del secuestro de mi hija? — pregunté indignada

— Es que no es un heredero a la corona — explicó

— ¿Cómo que no? 

— No es un varón, no está en línea de sucesión

— Tewkesbury, encárgate tú, no me siento bien.

Me levanté de donde me encontraba y salí con dirección hacia la habitación.

La flor más bella // Lord TewkesburyWhere stories live. Discover now