Capítulo 17

5.5K 394 15
                                    

Pasamos unos cuantos días juntos, los tres. Mientras Tewkesbury intentaba que le de el perdón, yo siempre me negaba. Además de la vibra extraña, éramos los tres, y a veces solía "discutir" con Tewkesbury. Y no lo niego, estos días se ha portado de maravilla conmigo, pero no puedo perdonarlo así de fácil.

Hace un rato Enola salió, dejándonos solos a mí y a Tewkesbury, mientras él intenta comportarse conmigo como si fuera mi servidor, pero yo solo rechazaba todo, hasta que se armo un pelea, otra pelea. 

— ¡Volví por ti! — repitió 

— ¡No! — queje —, fuiste por Enola que es muy diferente, a mí me dejaste tres meses en ese horrible lugar que es detestable — intente calmarme — fueron tres meses — recalque — que te estuve esperando, y cuando por fin fuiste, no fuiste por mí, fuiste por ella me viste y te puedo asegurar que se te revolvió la conciencia verme ahí, que por eso regresaste y, saber que olvidaste lo que algún día prometiste, pero no te juzgo, cualquier hombre hubiera hecho lo mismo sabiendo que ya no soy totalmente pura — mis ojos empezaron a humedecerse 

— ¡Sabes que eso no es cierto! — jadeo — sabes que eso no me importa... Me importa poco lo que haya pasado con Chad, porque yo sé como es él, sé lo que puede hacer — suspiro —. Y por esa razón nunca te he culpado de lo que paso, ¡Entiéndelo!  

— Tewkesbury por favor, puedo asegurar que todo lo que has hecho estos días, y como te has comportado es por lastima, ¿¡Por qué más lo harías!?

— ¡Porque te amo! — su voz empezó a cortarse — ya lo sabes, te lo he repetido, te amo, admito que ese día me equivoque en no ir contigo, en no buscarte, pero si fui a buscarte no fue por lastima, fue porque sabia que hice mal, solo quiero que todo vuelva a como antes, que me trates con el mismo cariño que antes, quiero que me dejes besarte, que te acomodes sobre mi pecho, todo como antes   

— Tewkesbury por favor — fruncí mis labios —, lo mejor será que me vaya 

— ¿Qué? — abrió sus ojos como plato — No, no, no puedes irte, no tienes a donde ir 

— Puedo volver a la escuela... — interrumpió 

— No, no, no permitiré que vuelvas allí — ahora yo interrumpí 

— Yo iré, no me queda de otra, que te vaya bien — empecé a caminar 

— No puedes hacerlo — contradijo 

— Puedo, es... Es mi deber.

La flor más bella // Lord TewkesburyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora