Capítulo 18

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Pasaron los meses, y meses sin ver a Tewkesbury, solamente recibí clases de como debería comportarme y como debería ser como esposa cuando me case. Todos los días sin exclusión alguna, me pregunto siempre en como debe de estar, o sentirse, si ya volvió con su familia, o qué paso con Enola, y si hice bien en volver. 

Y hoy es el peor día de mi vida, el cual muchos lo catalogarían como el mejor, yo le puse el nombre del peor día mi vida. Hoy es mi boda con Chad, la cual mi padre ha estado esperando con ansias. Mi madre parece lucir feliz, pero no porque me este casando con Chad, sino porque me ve con el típico vestido blanco, que alguna vez una de mis tías uso, y desde ese momento se volvió una costumbre, desde 1840. Casándome en la época preferida de las bodas, el otoño, con las tradiciones de siempre, la ceremonia será en la absoluta intimidad, pero el banquete y la fiesta que mi padre planeo habrán invitados, y tal vez yo no conozca a alguno de ellos, además de haber ensayado este momento miles de veces, sin embargo desde ayer no veo a Chad, una gran bendición para mí, pero es solo una tradición, además de decirme que tenia que llorar, porque eso traía buena suerte, pero no estaba ni un poco feliz por esto.

— Te vez hermosa — dijo mi madre — recuerda que eres tú quien debe cruzar primero, es la tradición 

— Sí, mamá — sonreí forzadamente — mamá... ¿Podrías dejarme sola un momento? Ya sabes... Pensar antes de todo 

— Por supuesto — acaricio mi mejilla — pero no tardes mucho, yo te espero afuera 

Ella salió de mi dormitorio, dejándome a mi sola. Solo pude sentarme sobre mi cama y llevar mis manos a mi rostro mientras lloraba. Escuche los pasos de mi madre alejarse, fue ahí cuando mi llanto se intensifico. Ni yo misma podía creer que estaba a punto de casarme con Chad, mientras siento amor por Tewkesbury. Hasta seguir llorando, pero escucho la puerta

— Eh... Mamá, ya, ya salgo — limpie mis lágrimas 

— No soy tu mamá — esa era la voz de Tewkesbury 

— ¿Qué haces aquí? — me levante inmediatamente de mi cama 

— Vine a visitarte — suspiro — el blanco te queda hermoso, si tan solo lo usaras conmigo 

— Tewkesbury... Por favor, vete — desvié mi mirada — ¿Qué es lo que quieres? 

— Ambos sabemos lo que quiero — se acerco a mí, a pesar de su paso lento ya había llegado a estar a centímetros de mí — y tú también lo quieres

— Tewkesbury por favor — torcí mis labios 

— Te casarás con Chad sabiendo que no lo amas, por una simple negociación que hicieron, odiaras tu vida por los días que te quedan, te casarás con una de las personas que más daño te hicieron, y mi sentimiento por ti no ha desaparecido... 

— Tewkes... — intente hablar pero interrumpió 

— ¿Y tú? — tomo mis manos — porque si aún me sigues amando, podríamos huir, hacer una vida juntos, tal vez viajar a Escocia y casarnos, o vivir aquí y esperar a nuestros veintiuno a poder casarnos, porque eso es lo que quiero contigo, quiero hacer mi vida junto a ti, mi madre se sorprendió al saber que de quien estaba hablando era de la prometida de Chad, pero aún así aceptaría que tú vengas con nosotros 

— Me están esperando abajo — contradije 

— Te está esperando una desgracia si bajas 

Nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos por segundos que parecían eternos, hasta que en un abrir y cerrar de ojos los labios de Tewkesbury ya estaban sobre los míos, empezamos a moverlos, encajando perfectamente, mientras se movían a un hermoso compas, hasta que nos separamos 

— Mi madre está por llegar... — interrumpió 

— Entonces ven conmigo, acompáñame, y hagamos todo juntos... ¿Aceptas?

Me quede callada un rato, mientras mis labios estaban entreabiertos, pero después de todo lo que paso yo ya tenia una respuesta 

— Vamos — sonreí 

— Ya tengo una salida — acaricio mi mejilla

La flor más bella // Lord TewkesburyWhere stories live. Discover now