La flor más bella // Lord Tewkesbury

Capítulo 19

Pasaron los años, y yo me escape con Tewkesbury, su mamá accedió a aceptarme en su casa. No sé mucho de lo que paso con mi familia, ni la de Chad. Y con Tewkesbury teníamos dos opciones, ir a Escocia y casarnos o esperar a nuestros veintiuno y casarnos aquí, de todas maneras tomamos la decisión de esperar. 

Y en cuanto ambos lo cumplimos tomamos la decisión de casarnos, solo que Tewkesbury es un año mayor, pero ese no era un impedimento, tal vez no hubiéramos tenido que recorrer a esto si mi padre hubiera aceptado mi propuesta, pero al menos pudimos cumplirlo, y no fue hace mucho que nos casamos, menos de medio año, y usualmente siempre las parejas en cuanto se casan dan la noticia que están esperando un hijo, pero ese no es nuestro caso, y el problema es que yo tampoco sé mucho sobre este tema, cuando me daban las clases para ser buena esposa, no me dijeron nada de esto, y me daría pena decirle esto a la madre de Tewkesbury. 

Y hoy es un nuevo día, Tewkesbury salió hace un momento, estaba en la cocina buscando algo de tomar, para calmar mi sed, hasta que escucho la voz de la madre de Tewkesbury.

— ¿Qué tal? — pregunto — ¿Cómo te encuentras? 

— Bien — sonreí levemente —, ¿Cómo está usted? 

— Igual, gracias — suspiro —, estaba esperando que mi hijo saliera porque me urge hablar contigo 

— ¿Está todo en orden? ¿Sucede algo? 

— Mira, hace ya un tiempo que tú y mi hijo se casaron... — menciono 

— Eh, sí — empezaba a ponerme nerviosa 

— Y bueno el tiempo pasa, y me he dado cuenta de algunas cosas, yo creo que estas en cinta — lo último lo soltó sin previo aviso 

— ¿Qué? — abrí mis ojos como plato 

— Sí... He notado algunas cosas en ti, además que pues... Ya sabes, tu vientre está creciendo

— Debe ser por la comida — sonreí nerviosa

— Tal vez puede resultar raro para ti, no has pasado por una gestación antes, pero puedo estar segura que lo estas 

— ¿Hay una manera de saberlo? — fruncí mis labios 

— Antes de todo, ¿Cómo va... Tu... Tu periodo? 

— Bueno... — moví mi mirada hacia varias direcciones — no he estado pendiente de eso

— Entonces ven, hay una manera de saberlo 

Me pidió que la siguiera, mientras me iba diciendo como seria y como lo sabríamos, se necesitaba la planta diente de león, no llegaba a comprender muy bien como se iba a realizar el procedimiento, pero solo la seguía, hasta que me llevo al jardín

— ¿Qué hacemos aquí? — fruncí el seño

— Como ya te dije necesitamos un diente de león, claramente hago referencia a la planta, con eso podremos saberlo 

— ¿No hay otra manera? 

— Las hay, hay otras formas, pero está es la más sencilla y la más corta, la que demanda menos tiempo

Quito unos cuantos de esos, hasta que me dijo que volviéramos hacia adentro. Yo sólo podía seguirla, porque a decir verdad no sabia nada de esto, ella busco un plato, y en cuanto lo encontró empezó a quitar las hojas, hasta que volteo su rostro hacia mí 

— Tienes que evacuar aquí, y luego esperamos diez minutos, y otros diez minutos, si estas se ponen de color rojizo, es porque estas en cinta 

No hice otra pregunta, solo hice lo que me indico. Me dijo que en cuanto este listo teníamos que dejarlo en algún lugar donde no le de el sol. Sin embargo cuando pasaban los diez minutos ella era quien iba a ver, pero volvía sin noticias, hasta que escuche su llamado, a lo lejos.  

— Mira — se acerco a mí — se colocaron de color rojizo

— ¿Es... En serio? — entreabrí mis labios 

— Es como usualmente se descubre este estado, hubiéramos podido usar el de la cebolla, pero no lo recomiendo realmente — coloco su mano sobre mi mejilla — y ya lo descubrimos — desvió su mirada a mi vientre — sabia que no era normal el crecimiento de tu vientre, pero se me hace normal que Tewkesbury no se haya dado cuenta 

Sonreí levemente — ¿Sabe en cuanto llega? 

— No, pero seguramente no demora

Pasaron algunas horas, pero el sol ya estaba ocultándose. La madre de Louis se encontraba contándome algunas de Tewkesbury, cosas que yo desconocía, pero que me agradaban a la vez, hasta que el ruido de la puerta interrumpió 

— Llegue — era Tewkesbury

— Yo los dejos, tienen que hablar — dijo su madre — adiós 

Ella se fue, dejándonos solos a mí y a Tewkesbury, mis dedos empezaron a jugar entre sí por el nerviosismo, mis labios entreabiertos y Tewkesbury acercándose a mí

— ¿Pasa algo mí princesa? — ya estaba enfrente mío 

— Ah, Tewkes... — sonreí nerviosa — hoy estuve hablando con tu madre, viendo algunas cosas, y... y resulto que estoy en cinta — sonreí nerviosa 

— ¿Qué? — frunció el seño 

— Sí — sonreí nerviosa — hizo algo con unas cosas de una planta, y otras cosas más, y resulto que sí — empecé a mover una de mis piernas impaciente — di algo por favor

— Es que no sé que decirte, porque me estas haciendo la persona más feliz, no sé que decirte ahora, pero, ah... — limpio sus lágrimas — no debo llorar, pero ya te lo he dicho, todo lo que venga de ti me hace feliz.

💐

Pasaron los meses, alrededor de unos cinco o seis, cuando llego el día que tenia que nacer, fue ahí cuando nos dimos cuenta que fue una niña. Y gracias a muchos de los consejos de la madre de Tewkesbury pudo ser un poco más llevadero. Y fue hace unas cuantas semanas que paso eso, no niego que aún siento el dolor de ese día, pero eso también se puede sobrellevar. Pero cada día pienso en mi madre, y en cuanta falta me hizo durante todo el proceso.

Siendo ya de noche, me encuentro intentando dormir a Mady, estando ya la habitación en silencio, sentada yo en una silla, meciendo a Mady en mis brazos, Tewkesbury está detrás mí, pero tocaron la puerta

— Pase — dijo Tewkesbury 

— ¿Qué tal? — era su madre — Lamento interrumpirlos, pero hay alguien buscando a _______, está en la puerta 

— ¿Quién es? — fruncí el seño 

— Lo mejor es que lo veas por ti misma 

Pase a Mady a los brazos de Tewkesbury, y me acerque a la puerta, para poder salir de la habitación 

— Pásamela — pidió su madre 

— Mamá, por favor — quejo él 

Solo termine de escuchar ese breve cruce de palabras entre ellos, empecé a bajar las escaleras, hasta llegar al piso, por los cristales de la puerta podía ver la silueta de una persona, algo extraño, nadie me había visitado en este tiempo, tampoco venir intentando buscarme, por eso es totalmente extraño. Me acerque a la puerta y la abrí un poco más para poder ver, pero fue como una total sorpresa y asombro al verla. 

— ¿Mamá...? — abrí mis ojos como plato