Camas separadas - capítulo 40

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Birmingham, Inglaterra, 25 de julio 2024
Narrador.

—Decile a tu papá que se fije Salvador por favor mi amor—

El llanto del gemelo más chiquito se oía en toda la casa, era hora de comer y el lo sabia, Alina tenia en brazos a la pequeña Alexia que estaba terminando de tomar la teta.

El llanto ceso y Emiliano entro con el bebé en brazos.

—Se puede ser tan llorón?— preguntó entre risas, Alina con cuidado recosto a Alex en su hombro donde ya habia una toalla, palmeo su espaldita despacio hasta que pudo sacar el aire y la acostó.

—Fijate que no se despierte, damelo—

Las cosas no habian cambiado tanto, Alina y Emiliano seguian separados pero con la diferencia de que volvieron a vivir juntos, Griselda tuvo que volver a Argentina porque Anahi se habia quedado sola con su hijito, la castaña tuvo que pedirle por favor a su mamá que vaya con su hermana, ella estaba bien con Amelia hasta que se dio cuenta que no, entre el colegio de Azul, Azul y los gemelos se le estaba haciendo imposible vivir y ahí fue cuando su brazo se torcio y le pidio a Emiliano ayuda.

—Queres que prepare algo para comer?—

—Por favor—

Tenian una relación voy a decir..rara, las primeras noches durmieron en camas separadas, el con Santi y Alina en su habitación, hasta que una madrugada sin querer (queriendo) después de ayudar a Alina con los bebés Emiliano no pudo evitar darse cuenta de que su "ex" mujer estaba con ese camisolin negro que le habia regalado y aunque trato de no mirarla, Alina en su venganza era se hizo un poco la linda, cuando salieron de la pequeña habitación la arrincono en el pasillo y terminaron durmiendo juntos después de casi diez meses, durmiendo es un decir porque ninguno pego un ojo en toda la noche, tenian ganas que saciar y tiempo que recuperar pero como no todo es color de rosas Alina al otro día ni siquiera le dirigio la palabra y así estaban ahora.

—Que te pasa?— Emiliano se le pego por atras y quiso dejar un beso en su cuello pero Alina lo saco.

—Nada—

—Cómo nada? hace dos días estas rara, desde que pas..—

—Nada paso, olvidate— Emiliano chasqueo la lengua y salio de la habitación.

Alina se acerco a la sala de juegos, Azul estaba coloreando un libro y Santi con la tablet.

—Amores, quieren ayudarme a arreglar las plantitas del jardín?—.

Azul no quiso porque iba a ensuciarse y su papá tenia que buscarla, Santi ni siquiera le dio bola, Alina bajo con ella el monitoreo de los bebes, dejo la pantalla en la mesa y salio al patio.

Hace dos días habia sido el cumpleaños de Santi y estuvo con sus amiguitos jugando a la pelota, quien sufrio la peor parte fue Alina al ver sus plantas destrozadas.

—Voy a estar afuera, necesitas algo?— preguntó Alina cuando volvio a buscar sus guantes, Emiliano no le respondió — necesitas que te ayude en algo?—

—No necesito nada, hace tus cosas tranquila— dijo serio y cerro en seco la puerta del horno.

—Bueno, si lloran los bebis me avisas— el arquero asintió y siguió cortando verduras.

Alina corto hojas, acomodo tierra y trasplanto flores, regó todo, limpio para que puedan usar el patio los chicos.

Después de casi una hora entró, tenia frío, sentía los dedos entumecidos.

—Estaba sonando tu celular— dijo Emiliano.

Alina pensó automáticamente por que no le habia avisado, tenia 5 llamadas perdidas de Juan.

DAYLIGHT - Dibu MartinezWhere stories live. Discover now