capítulo 2

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2 semanas después.

Buen día— Alina levanto su cabeza cuando escucho una voz argentina.

—Hola!— respondió.

—Argentina...que tal?— el alto se asomo a la oficina de ella — Emi, un gusto— miro la mano del arquero y volvio a mirar sus ojos.

—Alina, Alina Lares— respondió dandole la  mano.

—Que haces aca?— preguntó el — digo, que cargo ocupas?—

—Coordinadora de Ceremonial, la de las listas— dijo ella sacudiendo la lista de convocados que tenia en mano.

—Uh, a ver— Alina rápidamente saco la hoja de las manos del arquero — tranqui, yo no digo nada—

—Lo siento compatriota, no puedo— Ali guardo la hoja en la carpeta y se puso los anteojos para seguir escribiendo en la computadora.

—Elegiste el camino de la enemistad Alina— dijo el mientras caminaba hacia atras con una sonrisa en la cara, ella lo miro y también se rió.

Emiliano.

—Eh gordo, viste que hay una chica nueva— dije a penas entre al gimnasio, Emi Buendia me estaba esperando con el mate.

—Ali?, si, ya la conocemos todos, en una palmera vivis—

—Bueno gil, estoy re enquilombado con aquella que no entiende amigo, ya no se que hacer, no hay manera de que se vaya—

—Ya te dije, andate vos boludo, si sabes que no se va a mover por más que le pongas una camionada de dolares, esta loca igual que tu viejo—

Hice el típico "ruido de mate" mientras asentia con la cabeza, Emi tenia razón.

Las dos horas siguientes me la pase con los auriculares y matandome con las maquinas, por algún lado tenia que sacar la bronca y el estres que me generaba la situación.

Cuando conocí a Amanda, la cosa no pintaba más que para que seamos buenos amigos, pero cuando fiche definitivamente en el Arsenal, ella se intereso de otra forma, todo tomo otro rumbo cuando mi papá decidio mudarse a Inglaterra conmigo.

Amanda y su familia siempre tuvieron una posición económica muy buena, y con la mía podia ser un gran potencial, al principio era una relación con ventajas para ambas partes.

Pero cuando mi papá me puso dos anillos en la mesa supe que ya no era una joda, lo único que rescato de todo eso es mi hijo, Santi.

La luz de mis ojos, mi gordo, el único que puede hacerme feliz.

Alina.

Mire la hora y faltaban 10 minutos para que Azul salga del colegio, se me habia pasado la hora, agarre mi bolso, mi abrigo y sali disparada a buscarla.

Cuando llegue solo quedaba ella y un nene más.

—Amor, perdón, se me hizo tarde— dije mientras trataba de bajar del auto.

—Mami, tranquila yo estoy bien, mami— mire a Azul que estaba con una sonrisa más grande que una casa — Ma — no podia terminar de acomodarme la campera que se me habia enredado con la  manga — Mamá!—

—Si hija!— los mire a los dos, el nene tenia todos los ojos llorosos — Hola mi amor, todavia no te vinieron a buscar?— el nego — a donde esta la maestra?—

—Ya se fueron mamá, hace una hora que estamos parados aca afuera—

—Pero si su horario de salida es a la 1, como hace una hora?—

DAYLIGHT - Dibu MartinezWhere stories live. Discover now