EXTRA 4: Destino

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Las máquinas resonaban en la habitación blanca; el aroma al desinfectante y las medicinas, inundaban el lugar. Los fuertes sollozos de Mikasa hacían vibrar su cuerpo, sus mejillas estaban empapadas por las lágrimas que brotaban sin cesar.

—Papá, por favor, no me hagas esto. Por favor, quédate conmigo —sollozó Mikasa aferrando la mano temblorosa de su padre entre las suyas—. ¿Por qué te tienes que ir? ¿Por qué no te puedes quedar conmigo?

Axel luchaba por encontrar fuerzas para hablar, pero sus palabras salían apenas como un susurro débil.

—Mi amor, mi querida Mikasa, no llores —murmuró con voz entrecortada.

—Papá, te necesito. No puedo imaginarme sin ti —farfulló ella, su voz se quebraba en el dolor.

Axel le acarició suavemente el cabello, tratando de calmarla.

—Siempre estaré contigo, mi amor. Siempre seré tu papá —prometió con ternura—. Y tú siempre serás mi niña bonita.

Las lágrimas seguían fluyendo por las mejillas de Mikasa, pero Axel continuó hablando con voz serena.

—No quiero que me recuerdes en estos momentos difíciles, mi amor. Quiero que recuerdes los momentos felices que compartimos juntos: las risas, los abrazos, los sueños compartidos.

Mikasa asintió, tratando de contener sus sollozos.

—Te prometo que siempre te recordaré así, papá. Como el hombre fuerte y amoroso que eres.

Axel sonrió débilmente sintiendo cómo sus fuerzas se desvanecían poco a poco.

—Te amo Mikasa, más de lo que puedas imaginar. Siempre fuiste la luz de mis días. ¿Crees que puedas prometerme algo? –Mikasa asintió nuevamente mientras mordía su labio inferior—. Lucha por tu felicidad, mi amor. No dejes que nadie, ni siquiera tú misma, se interponga en tu camino para ser feliz. Lucha por lo que amas, esfuérzate por lo que quieres y cumple todos tus sueños.

—Lo prometo, papá —habló Mikasa, intentando calmar sus sollozos—. Te lo juro.

Axel extendió con dificultad la mano hacia Levi, quien la tomó rápidamente.

—No te esfuerces, papá. Todo va a estar bien —afirmó el joven.

—Mi niño, mi Levi –Axel miró a Levi con ojos llenos de confianza y preocupación–. Hijo, necesito pedirte algo muy importante –dijo con un evidente esfuerzo en cada palabra.

Liberosis (EREMIKA)Where stories live. Discover now