13: Primera vez

450 38 35
                                    



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





Parte de Mikasa agradecía que Eren se hubiera ido con Armin, ya que ahora tenía la oportunidad de echarle una ojeada a la docena de panfletos que Annie le había dado. Algunos hablaban sobre la prevención del embarazo, otros sobre enfermedades y algunos más sobre cómo debía ser su primera vez. Aunque sus mejillas se teñían de un leve tono manzana, sabía que era importante estar informada. Ahora tendrían la casa solo para ellos durante una semana, y era su oportunidad para tener la intimidad suficiente y dar aquel paso con Eren. No quería cometer ninguna equivocación y, sobre todas las cosas, necesitaba ser responsable.

Inmersa en su lectura, la pelinegra ni siquiera se dio cuenta de que alguien la observaba desde el umbral de la puerta, fijándose en todo lo que ella leía. Después de todo, los panfletos estaban desparramados por toda la habitación.

–Mika, cariño, ¿Qué estás haciendo? –Habló una voz masculina tras su espalda. Nerviosa, Mikasa intentó recogerlos para esconderlos bajo la cama–. ¿Todo está bien? –Preguntó Grisha en tono paternal.

La pelinegra palideció, sintiendo una oleada de vergüenza recorrer su rostro.

–Yo... solo estaba estudiando –balbuceó, evitando el contacto visual.

El hombre caminó hacia el interior de la habitación y se sentó a su lado, apoyándose en el borde de la cama.

–No tienes por qué avergonzarte ni esconder lo que estabas leyendo –aseguró, dándole una cálida sonrisa–. Si algo te preocupa, ya sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad? Estoy para ti.

–No, yo solo... bueno, es que yo estaba... y quería... no quería... bueno, es que... – Mikasa balbuceó, pero Grisha la interrumpió y rió roncamente, dirigiéndole una mirada llena de ternura.

–Eres como una hija para mí. Y recuerda que siempre estoy aquí para orientarte y apoyarte, pequeña. – Mikasa sonrió tímidamente, sin saber qué decir, y el hombre tomó un par de folletos para leerlos de reojo–. Bueno, está muy bien que te informes, pero no sabía que tenías novio –señaló, levantando las cejas claramente intrigado.

La pelinegra bajó la mirada, incómoda y sonrojada.

–No es que yo...

–Mika... tú te vas a portar bien, ¿verdad? – El hombre la observó con preocupación. – Sí, yo sé que no soy tu padre, pero...

–Es lo más cercano que tengo a uno ahora. No se preocupe, doctor Jaeger, puede decirme lo que sea.

–Sé que no es necesario recordártelo, pero ahora que te veo leyendo eso, agradecería que no trajeras a nadie aquí. Ya sabes que Eren y tú comparten habitación, así que no tienes exactamente privacidad para hacer este tipo de cosas.

Liberosis (EREMIKA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora