15: Determinación

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Grisha golpeó con fuerza la puerta de la habitación de Eren, interrumpiendo el silencio que reinaba en el cuarto. Eren, recostado en su cama con la mirada fija en el techo, se estremeció al escuchar el golpeteo incesante. Sabía que su padre aún continuaba muy molesto y, con seguridad, seguiría reprendiéndolo, aprovechándose de que Mikasa no se encontraba allí.

– ¡Eren, abre la puerta! ¡Necesitamos hablar! –Exigió el hombre con voz autoritaria.

El castaño suspiró antes de abrir la puerta, revelando el nerviosismo y la expectación reflejados en sus ojos color esmeralda. Grisha entró sin pedir permiso, cerrando la puerta tras de él. El ambiente se volvió tenso, y Eren podía sentir la furia emanando de su padre.

–Si me vas a seguir regañando por lo mismo, puedes ahorrártelo. En serio, por favor.

– ¡Nada de "no quiero hablar'"! ¿¡Qué demonios fue todo eso, Eren!? Si Mikasa te busca la pelea, simplemente tenías que ignorarla. ¿Por qué demonios tenías que arruinar la sala? ¿Sabes cuánto me va a costar eso?

–Lo sé. Lo siento. Trabajaré si es necesario –dijo Eren con cansancio.

–Sí, quizá te acepte esa oferta –respondió su padre, suspirando pesadamente antes de negar y sentarse en la orilla de la cama de su hijo–. En fin, no fue para eso que vine.

–Entonces, ¿qué es?

El hombre alzó la cabeza para ver a su hijo con pesar.

–Solo quería decirte que ya no tienes por qué preocuparte por las peleas que tendrás con Mikasa. Definitivamente se acabó.

Eren frunció el ceño.

– ¿Qué quieres decir con eso? ¿Mikasa y Bianca volverán a su hogar?

–Me temo que las cosas son más complicadas que eso, pero lo que a ti te importa es que ya no volverás a ver a esa chica.

–Espera un momento –Eren sintió el pánico instalarse en su pecho–. ¿De qué estás hablando?

–Eren... Mikasa y Bianca se mudarán a Sina. Conseguí que le dieran a Bianca el antiguo empleo de tu madre –anunció Grisha.

El castaño sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. No podía permitirlo; Mikasa era su gran amor, su novia. No dejaría que se mudara; no podía imaginar su vida sin ella.

– ¿¡Qué!? ¿¡Por qué!? –Preguntó Eren con voz temblorosa.

–Es lo mejor. No es fácil ni para tu madre ni para mí. Por fin, después de años, podíamos estar cerca de Bianca, pero su situación económica ahora es muy complicada. La despidieron del trabajo, Eren. Por eso, ellas están aquí. Perdieron su hogar. Levi está viviendo con sus amigos, pero Mikasa y Bianca no tienen dónde ir.

Liberosis (EREMIKA)Where stories live. Discover now