17. Ojos celestes.

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-¿Acaso, soy yo?- murmura al ver el reflejo de su rostro en el espejo- Me veo muy diferente..

El maquillaje era perfecto y le quedaba perfecto, el pintalabios rojo y la sombra negra de sus párpados le quedan increíble, su cabello estaba ondulado y el vestido rojo, destacaba su figura con unos tacones negros. Lana, no pensó verse de esa forma nunca, si se lo hubiera dicho antes, no lo creería. Agradecía a Franco, por todas las cosas que le daba, no solo por el cambio si no, por qué sentía que el se merecía más, por qué le tenía piedad a ella.

-Pareces otra- mira a Yani con un teléfono en la mano y una gran sonrisa- Franco, pensará que no eres tú. ¿Que eres de Franco?

Lana la mira en silencio, se esperaba que le hicieran esa pregunta.

-Soy su amiga.

-Es extraño que traiga a amigas a darse un cambio, literal- Yani sube los hombros despreocupada- ¿Eres amiga de
Mary, su esposa?

Lana sabe que existe una trifulca entre esas dos parejas, lo sentía de alguna forma. Niega rotundamente, ya que recordaba aquella mujer con resentimiento, por el trato que recibió el primer día.

-No, no soy absolutamente nada de aquella mujer. 

-Oh, comprendo, pero, no te preocupes.. no se lo diré a ella.

Yani le guiña el ojo y sale dejándola sola, Lana se siente incómoda y toma asiento en el mueble cerca de la gran ventana, donde podía ver toda la ciudad. Se preguntaba donde estarán sus padres, ya que lleva meses sin verlos, aunque saben que a andan haciendo cosas malas y tal vez sus padres piensan que ya no existe, pero, no le importaba. La puerta se abre y se levanta del mueble, se queda quieta al ver que era Franco que la mira sorprendido, tiene un traje negro que le quedaba bien.

-Wow, por un momento pensé que no eras tú, Lana.

Ella sonríe sin evitarlo y asiente, un poco tímida. Por qué ella pensó lo mismo.

-Si.

-Enserio, estás muy preciosa- confiesa el y se acerca- Vas a cautivar a todos, con tu juventud y humildad ¿Por un momento, podrías cambiar esas actitudes?

-¿Perdón?

Franco la mira detenidamente, por qué el quería ver otra mujer en ella, y si, la quería ver como Mary. Aunque cumplía con todas sus expectativas, quería más de Lana.

-Esta noche, dejaras de ser Tú.

-¿Como dejaré de ser yo?

-Te lo agradeceré mucho, cuando dejes de ser tan tímida y te conviertas en otra mujer, que si logré hechizar.

-¿Por qué es tan necesario?

-Por que lo es y si te lo pido, por favor, cumple, por qué lo necesito.

Lana se muerde el labio inferior nerviosa, y asiente no muy segura. Yani, entra y saluda alegre a Franco.

-Me tengo que ir- mira su reloj- estoy contra el reloj, no llegaré a tiempo.

-No te preocupes, te deseo éxito.

Yani se despide y Lana sigue los pasos de Franco, al salir de ahí. Se dirigen al auto y el le abre la puerta, logré entra el y pone en marcha el auto hacia la fiesta.

-No hables con cualquiera en aquella fiesta, todos van con un objetivo aparte de hacer negocios.

-¿Con cuál objetivo?

Franco la mira de reojo con incredulidad.

-Aunque tu no darás esos beneficios, no se por que te lo digo- hace pausa- estaré un poco alejado de ti, ya que, soy alguien importante y no me dejaran tranquilo.

La Chica Del Contenedor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora