1. Maletas de suerte.

35 2 0
                                    

Maletas de suerte.

El día estaba soleado, un día perfecto para irse a la playa o hacer un picnic, pero para la grandiosa Lana una chica que recoge basura y ayuda a sus padres limpiando las calles, ya que el gobierno le paga por mantener los parques limpios, calles, avenidas. 

Buscaba entre las fundas del basurero algo bueno para darle a los perritos de la calle, su cabello enredado y su ropa para nada limpia, es una pordiosera. Siempre se salvaba de las mujeres, pero no de las bofetadas violentas de los hombres, días lluviosos, nublados, soleados estaba en una esquina pidiendo con un vaso de café vacío 10 pesos, solo le daban muy pocas veces, sus padres se desaparecen 3 días y luego vuelven con algo blanco en la mano, invitando a dañarse más de lo que ya está.

Estaba dentro del contenedor tirando las fundas, rompiendo, ensuciarse las manos con lo que sea que contenia las fundas. Aceite o salsa de tomate, rompe la funda amarilla con una sonrisa al darse cuenta que hay un sándwich envuelto en una funda de plástico, se sienta y lo muerde disfrutando el sándwich, 4 días solo comiendo migajas de comida, o recibiendo una bofetada por robarse las empanadas de los trabajadores.

Una maleta negra cae sobre su cabeza, se acaricia la parte adolorida y mira la maleta negra, parecía nueva.

-Espero encontrar comida- se dice a si misma, suelta el sándwich y abre la maleta encontrando libros nuevos- ¡Dios! Pido comida, no libros.

Otra maleta cae sobre su cabeza, se queja y abre la segunda maleta, tenía una etiqueta de que era también nueva, la abre y encuentra ropas caras. Levanta un vestido azul muy bonito, pero su estómago pide comida, tira el vestido triste y limpia la lágrima, para morder el sándwich que no le fue suficiente.

-Dije comida, no ropa. Escúchame dios por favor.. 

Por tercera vez otra maleta más pesada cae en su cabeza, la deja un poco tonta y se levanta para saber quién está tirando maletas como si fueran basuras, cuando están súper nuevas. Otra maleta choca con su rostro y la empuja hacia atrás.

-¡Deja de estar tirando maletas!

Grita y un hombre joven voltea a mirarla con el ceño fruncido, tiene una camisa azul marino y un pantalón negro, con tenis azul, se quita los lentes para enfocarla mejor y frunce más las cejas.

-¿Perdón, es tu casa?- le pregunta y baja la maleta del auto a todo terreno- es el contenedor de basuras.

-Pero, estoy aquí- Sale del contenedor y se termina cayendo al suelo como un saco de papas, se revolcó en el suelo por el dolor en el brazo- ¿Tienes comida?

Lo mira desde el suelo, el no se mueve del mismo lugar y luego agarra la maleta, la arrastra hasta el contenedor y la tiró sacudiéndose las manos, se alejo y se fija en la ropa que tiene. A ese tipos de personas su familia le enseño que son de malas influencias, pero se veía tan niña que no sabía que pensar, saca la billetera de su pantalón y saca 10 dólares extendiendo hacia ella, que por educación se lo daría en su manos.

-No tengo comida aquí, pero esas 4 maletas, traen ropas, libros, zapatos y.... Cosas innecesarias.

Lana se levanta del suelo y camina hacia el, que se queda en el mismo lugar, le quita los 10 dólares y lo observa con una sonrisa.

-Gracias, por fin...  Compraré formalmente en una tienda.

Lo mira con alegría y le da la espalda, para sacar las maletas con la poca fuerza que tenía. La abre y se da cuenta que no todo lo que había ahí, estaba dañado, sube los hombros y empieza a arrastrarlas lejos del contenedor y de Cruz que la sigue con la mirada confundido, nunca había a estado más cerca de un pordiosero como hoy.

La Chica Del Contenedor Where stories live. Discover now