Mi segundo primer amor ☆ Haobin

「59」

5 de Enero de 2024

Los tres chicos ya se habían ido a dormir porque ya era muy tarde, mientras que Hao y Heeseung aún se estaban poniendo al día.

—¿Porqué desapareciste? —fue lo primero que quiso saber —de una día para otro dejaste de responderme... y borraste todas tus redes

—¿De verdad quieres saber?

—Evidentemente, por eso te pregunto —respondió de forma muy obvia

—Bueno —suspiró —en realidad nunca fui a la universidad, lo que hice fue meterme a diferentes academias de canto y baile para perfeccionar mis habilidades

—Pero...

—No tenía tiempo de poder contestarte, me la pasaba practicando todo el tiempo y eso no lo sabía mi mamá ni siquiera, no quería decírselo a nadie

—¿Sobre qué?

—Quería ser idol... y dedicarme a eso seriamente

—¡¿Qué?! —se sorprendió —nunca me contaste que querías eso

—Porque pensé que no me ibas a tomar en serio, además que en ese momento antes de que regresaras a China lo tenía en mente pero no lo pensaba como algo a lo que quisiera dedicarme en serio

—Vaya... ¿por eso borraste todas tus redes?, ¿no era mejor compartir por internet lo que haces para que alguna empresa te contacte?

—Eso fue lo que pasó, por eso quité todas mis redes —soltó una risita y bebió un sorbo de su copa

—¿Te contrató una empresa? —preguntó casi boquiabierto

—Sí... en ese momento estaba feliz, aún me siento por mal por no haberte dicho nada, pero era parte del contrato que todo se mantenga en privado así que eliminé todo

—Al menos te hubieras despedido de mí —hizo un puchero —pensé que sólo desapareciste, incluso una vez creí que habías muerto

—¿Qué? —comenzó a reír —claro que no, lo único que hice fue entrenar y entrenar, sin embargo, la empresa nunca me hizo una confirmación si iba a debutar o no, nada más me tenían en espera, así que aquello que tanto anhelada se convirtió en incertidumbre

—Lo siento mucho...

—No te preocupes, al final pasaron muchos años y recién el año pasado pude salirme de la empresa

—¿Renunciaste?

—Así es

—Pero... pero pudiste buscar otra empresa, quizás aún puedes ser idol

—Tengo 25 años, Hao, ya no estoy en edad para ser idol —respondió en forma burlona escondiendo su tristeza —después de pasarme años perdiendo tiempo ahora quiero enfocarme en otras cosas que no pude disfrutar porque pasé toda mi juventud metido en una sala de práctica

—¿Y qué es lo que piensas hacer? —el contrario lo volteó a ver con una mirada curiosa

—Recuperarte —dijo sin dudar —y recuperar todo nuestro tiempo perdido, ¿aceptas?

—Claro que sí —respondió de inmediato —¿qué quieres saber?

—¿Cómo terminaste de profesor en Corea?

—Bueno, en internet vi que estaban disponibles las vacantes de profesor en la universidad de artes, así que me inscribí y mandé mi currículo pensando que no me iban a aceptar pero si lo hicieron así que me mudé, pero la verdadera razón por la que vine fue por ti, para saber si aún existías

—¿En serio? —sonrió de ternura —¿y cuánto llevas aquí?

—Desde fines de febrero del año pasado, ya pronto cumpliré un año de estadía en el país

—Wow —asentía la cabeza pensando en qué más decir —di con tu paradero porque un señor me habló de que me estaba buscando un chico lindo de cabello castaño

—¿Ese soy yo? —fingió no entender

—Creo que sí, él me dijo que ese chico llevaba varios folletos con mi rostro

—¿Eso no fue en verano? —frunció el ceño

—Quizás... yo me salí de la agencia meses después y él pudo contactar conmigo diciéndome que me estaban buscando, así que investigando di contigo

—¿Qué es lo que hiciste primero?

—Stalkear tu instagram —rió —tenías un montón de fotos, la mayoría era con ese chico, tu amigo

—¿Hanbin?

—Sí, él —señaló al acertar el nombre —por un momento pensé que eras un supermodelo —Hao echó a reír ante ese comentario —por suerte, hace poco supe que rentaron este, justo me estaba hospedando aquí unos días, pero en vista de que estás aquí, me quedaré más tiempo —mencionó con una gran sonrisa llena de calidez

—¡Qué emoción! —el castaño chilló de felicidad

—Creo que ya es tarde, ¿quieres seguir hablando en mi habitación?

—Claro, no hay problema —dio un último sorbo a su trago y caminó detrás de él

Ambos chicos se dirigieron al ascensor , cuando este se elevó, el más alto observó al menor visualizando su collar con extrañeza.

—¿Qué es eso?

—¿Qué cosa? —al ver la dirección en la que miraban sus ojos bajó su cabeza hacia su collar —oh, esto es la mitad del yinyang, es la parte negra, o sea el yang

—¿Y el collar que te regalé ya no lo usas?

—Eh... —no sabía que responder —¿tu lo usas? —salió una sonrisa nerviosa de sus comisuras

—Sí —jaló la cadena que estaba cubierta por su ropa dejándola a la vista —nunca me lo quité porque me hacía pensar en ti aunque no te tuviera cerca

—Oh... —la puerta del ascensor se abrió y ambos salieron, Heeseung caminó y Hao lo seguía hasta llegar a su habitación

—Pero no te preocupes, tu debiste pensar que no iba a volver, sólo espero que no lo hayas quemado o algo así —bromeó

—No, no, claro que no, todo lo que me diste lo tengo guardado en un caja, fueron momentos muy bonitos

—Me alegra mucho

Ambos chicos se acostaron en la cama a seguir conversando y con forme pasaban las horas, Hao estaba quedándose dormido, a la vez se sentía mareado, posiblemente por el alcohol.

—En todos estos años... —el castaño inició la conversación de nuevo —¿has conocido a alguien?

—¿En qué sentido?

—Ya sabes... eso de... enamorarte

—Oh, no —sonrió —todos estos años me la pasé entrenando, además que estaba prohibido tener algún tipo de relación amoroso —el castaño se quedó pensando mirando a la nada —¿y tú?

—¿Ah? —dejó salir una risa nerviosa —no... claro que no —tragó saliva —sabes... ya tengo sueño, mañana podemos seguir hablando, ahora debería irme a dormir

—Duerme aquí, no tengo ningún problema

—Oh, es que... le quería decir a Hanbin que...

—Ya todos tus amigos deben estar descansando, tu también deberías —mostró una sonrisa cálida —por aquí hay otra cama, tu quédate aquí

Hao se sonrojó ante la amabilidad de Heeseung, su forma de ser era tal y como la recordaba. Se acostó en el suave colchón pensando en que este día era el mejor de su vida. Su mente no podía pensar en otra cosa. Sus ojos se fueron cerrando hasta que finalmente se quedó dormido.