ONE-SHOTS [Hazbin Hotel]

"Culpa" Val + Angel x Husk

ATENCIÓN: El tema del abuso sexual será tocado en esta historia. Para algunos este tipo de contenido puede ser considerado  delicado o incómodo. Si no te gusta leer este tipo de cosas, te recomiendo que abandones esta lectura. Quiero dejar en claro que no apoyo el ship de Val x Angel ya que lo considero sumamente tóxico y no estoy apoyando ni romantizando el tema del abuso. Simplemente escribí esto porque se me ocurrió y quería ambientarlo a la escritura, éste siendo el resultado.

—Aaah~... Aah~

—¿Quién es tu papi, ah?... ¡Recuérdame quién es, zorra! —exclamó en su oreja de forma agresiva, y posteriormente darle una nalgada, ocasionando que su pareja gimiera en un tono más alto.

—Aaah~... T-tú, Val...

—Repite más fuerte. Quiero escucharte —otro golpe en su gluteo.

—¡T-tú, Val! Aah~ soy tuyo...

Los gemidos del arácnido era lo único que se escuchaba en la habitación, acompañado del sonido que proyectaba cuando sus dos cuerpos chocaban rápidamente.

El chico sentía que ya no podía aguantar otra ronda más. Su cuerpo estaba cansado de recibir tantas estocadas y venirse en menos de dos horas. Iba de una ronda tras otra sin parar por necesidad de parte de su jefe, quien no se detendría hasta hacerle entender quién era el principal que podía poseer su cuerpo y tenerlo cuando quisiera y cómo; necesitaba darle una lección.

—¿Sí? Pero te acostaste con ese desgraciado gato cuando te dije que dejaras de acercarte a él —pronunciaba esas palabras con un rencor y dureza mientras lo fulminaba con la vista—. ¡¿Por qué me desobedeciste, ah?!

Sus manos inferiores se aferraban a las caderas de Angel con suma firmeza y rudeza, sin importarle el daño que le causaba de tan fuerte que lo tomaba. Su enojo en este momento era gigante y quería desquitarse con su cuerpo, dejándolo totalmente exhausto hasta que no pueda moverse por una semana. La forma en la que lo penetraba tampoco era de lo más adecuado, lo hacía a una velocidad y profundidad sorprendente que lo que causaba era más dolor que placer.

—V-Val... Po-Por favor... —murmuró, suplicante y soltando uno que otro gemido a causa del dolor—. D-duele... Aah~

—¡Responde la maldita pregunta! —otra nalgada. Cada una era más fuerte que la anterior.

—Val... aaah~... Yo.. no quería que...

—¿Que me enterara? ¿Es lo que querías decir, pedazo de mierda?

Las palabras no podían salir de la boca del chico, era como si las tuviera atoradas en la garganta. Simplemente, la rudeza con la que trataba Val su cuerpo le impedía la capacidad de pronunciar al menos una oración completa.

Dentro de poco, las lágrimas empezaron a brotar de sus grandes ojos bicolores, pero no se deslizaron por su rostro, pues él se encontraba con los ojos vendados y sus brazos aprisionados por unas esposas a la cabecera de la cama, sin poder detener a Val de que siguiera jugando con su cuerpo, ni siquiera podía moverse mucho, ya se iba debilitando de a poco.